Carta para ti

Desde el día que te conocí tuve días de suma alegría, días de plena felicidad y noches en las que no podía dormir por estar pensando en ti. Todo se pintó de colores en mi vida, los colores grises y oscuros se tornaron de colores claros y vivos. Mi corazón palpitaba más de lo normal al recordar cada vez ésa noche que te conocí y que por primera vez escuché lo hermosa que era tu voz y que también por primera vez vi aquella dulce sonrisa que me enamoró. A partir de aquel instante descubrí muy dentro de mí, ésas ansias y ganas de amar, proteger, querer, consentir, cuidar a alguien; y ése alguien eras tú. Despertaste todo lo que por mucho tiempo se mantuvo dormido, todo lo que estuvo aislado, perdido; todo aquello que no conocía. Me enseñaste una nueva y diferente forma de amar,de ver las cosas, de pensar. Revolviste todas mis ideas absurdas que tenía y te mudaste en mi mente para habitar por siempre ahí. Me di cuenta que en los planes e instantes de mi vida deseaba que estuvieses ahí siempre, siempre conmigo. Lloré como nunca pensé llorar al sentir que te perdía y no quería que te fueras por que ya te habías convertido en parte de mi vida, de mi ser, de mi alma, parte de mí. Siempre seguí adelante por que tu amor me mantenía vivo, siempre seguí adelante por que tenía una buena razón para seguir luchando, TÚ. Y el tiempo fue pasando y te fui conociendo más y mientras más te conocía, más me enamoraba de ti. Nunca he querido que esto se acabe, no quiero alejarte de mí. TE AMO Y JAMÁS DEJARÉ DE HACERLO, así como también sé que nunca amaré a alguien de este modo único con el que te amo...​