Casados

Recién me había casado, si bien no fue un enamoramiento como los que tuve antes, me pareció la indicada. Ella era fuera de lo común, bastante sencilla y predecible. Era algo asegurado. Fiel, compañera y tenía sus ingresos. Una ayuda que, sin dudas, resolvería parte de mis problemas. Y lo hice, me largué de lleno al pozo.

Ahora me siento más solo que antes, no comprendido. Ella es fría. Sus sentimientos salen cuando llora, lo que hace seguido. Se hace la víctima. Que no la toco, que no la atiendo, que no... que no...
Pero no valora, el que salgo afuera a comprar en medio de esta pandemia, que soy el que hace todos los trámites. Encima ahora, que se la pasa en la computadora trabajando... y yo limpio, ordeno, lavo. ¡Qué mas puede pedirme! No quiero que me pida nada. Sería mas trabajo.
Otra vez está molesta conmigo, y ahora porque se olvidó el agua y se llenó todo un jarro hasta desbordar. Qué fácil echarle la culpa a otro. Y le dije... que en qué estaba pensando. Y ya está--- suficiente para que no haga lo único que sabe hacer en estos días: cocinar. Y durmió parte de la noche en las sillas, pero volvió a la cama. Es una carga.
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Recién me he casado. Se que no es un enamoramiento como los primeros que sentí. Bueno, es que ahora lo pensé bien y a él he elegido. Se que quizás no me ame y que lo elijo pensando. Qué puede salir mal. Yo tengo miedo de hacer muchas cosas y él las puede hacer, o me puede ayudar. Espero poder superar mis miedos.

Ahora me siento lastimada, él se enoja por todo, por la vida, por lo que no tiene, por lo que tiene, por lo que le falta... Antenoche le hice una pizza casera y la comió... pensé que diría qué rico, porque nunca antes la hice para él. Pero no... comió y comió. Entonces le surgió por decirme... sos una vaga, desde chica lo sos.
No quise molestarme, pero siempre saca mis defectos y le pone el título que quiere. Le dije que si, que me hacía cargo, pero que si cada noche sacaría esos temas. Evidentemente me enojé y me quede hasta tarde escuchando música. Hasta que me acosté-.
Anoche otra vez... hice de comer, comió y se llenó la panza. Esta vez fue un rejunte de todo pero sabroso. Cuando terminó sacó otra vez el tema, yo tengo que hacer todo, porque vos te la pasas trabajando o haciendo otra cosa... sos una vaga. Y dale... yo me puse a cargar agua, llené una botella y comencé a cargar una jarra. él seguía hablando... y me olvidé. El agua desbordó como mis penas cuando estoy a su lado... y me dijo... en qué estas pensando, con su tono despectivo y su cara de tener razón... que soy de lo peor. Entonces le contesté que no era mi papá ni nadie para juzgarme así, solo porque todo le molesta y ahora soy yo.
Y lloré, dormí en las sillas, me morí de frío, escribí, escribí pero no salió la pena. Al final volví a la cama. Al otro día tenía que trabajar.

Nos hemos casado... ella soy yo. Él nunca publicó nuestras fotos. Soy su esposa secreta ante su sociedad. No me quiere y no lo sabe disimular.