Castañas asadas.

Eres una linda criatura.
En esta tierra obscura.
Obscura y fría, con el erotismo que nos es propio. Responsable y prudente.
Luminosa y cálida, por el oficio y el beneficio. Por la actitud y la conducta.


Por el talento, y el talante o disposición del ánimo.


Conocedora y sabia.
Y no estás en la inopia, ni en Babia.
Ni estás pensando en las batuecas, ni en la inmortalidad del cangrejo visigodo.
A ti, las musarañas te perciben, pero tú haces como Esmeralda y Quasimodo.


¿ Cómo está la catedral de Notredamme ? ¿ Se te da bien tocar las campanas ?





Eres muchacha servicial, como monaguillo, todas las semanas.
¡ Corre, que te pillo ! No te voy a excomulgar.
No te preocupes, porque Hacienda somos todos.
Y Hacienda es como el Mar. Como la higiene... El amor por la belleza, y la bondad del acabóse.


Debemos pagar impuestos, para el Estado de Derecho, y para el Gobierno central.


¡ Oh, cuánto te amo ! Por encima del Bien y del Mal.
En nuestra salita de estar.
Frente a la chimenea...
Comiendo unas castañas asadas.

 

Nommo gran placer la lectura, buen día.

 

Gracias, Acnamalas.
Como verás, todos mis poemas son lo mismo.
Porque la gente no cambia.
De hecho, si descubres tu propio estilo, te recrearás en él.