Cazador a la olla

El cazador y su sabueso de raza Beagle, recorren la estepa con paso raudo y displicente. Debajo del crepúsculo y sobre el arroyo, se topan con una camada de ánsares. Se oye un disparo en el silente de la tarde y prestamente aleteos y chapoteos en el reguero, su fiel perro de caza emprende en busca de la presa, tras emitirle una orden que grita: ¡corre Firulais, vamos muchacho que el tiempo apremia!
El cazador discurre que esa misma noche tendrá el regodeo de saborear un suculento banquete.
Escucha el estruendo de un disparo detrás de él y se da vuelta ágilmente para observar, cuando ve a un perro de estilo Bull Terry que arremete contra él, detrás de una clamorosa orden que prorrumpe: ¡vamos muchacho que el tiempo apremia!
Fin

 

muy interesante


un abrazo fuerte

 

Un cazador cazado, sorprendente obra!!! Siempre es una acertijo saber lo que uno va a encontrar en sus letras Danie y por eso y su gran calidad poética nunca decepciona. Felicitaciones por estas magníficas letras, reputación y saludos poeta

 

Siempre interesante lo que escribes
y este relato es muy bueno y me
gusto el nombre de Firulais. Lo
escuche cuando era chica,
alguien tenia un perro con
ese nombre. Te felicito por
tu gran talenteo para la
poesia y la prosa. Saludos.