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Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por HUGO OTERO, 15 de Abril de 2006. Respuestas: 1 | Visitas: 769

  1. HUGO OTERO

    HUGO OTERO Poeta recién llegado

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    25 de Junio de 2005
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    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

    Elevando una de sus manos a la altura de los hombros y donde nada existía creó ante mí una espesa y blanca nube ,luego dijo. *
    - Penetra en esta nube, apenas te internes encontrarás la respuesta. *
    Casi sin notarlo atravesé esa blanquecina cortina de vapor y *su interior me reveló un espectáculo deslumbrante algo bellísimo, maravillo, indescriptible ,algo que solo logra sentirse estando allí.
    Imagino ese instante como espíritu, el más cercano al Creador.
    Alcancé a divisar un núcleo que fluía de la profundidad del lugar, una señal sensitiva que se aproximaba lentamente e iba tomando contornos humanos.
    .A medida que se acercaba, la silueta se tornaba inconfundible, cuando logré divisar su rostro con nitidez y comencé a sentir esa fragancia maternal que irradiaba su espíritu, ese halo entrañable que extrañaba en la tierra, me sentí feliz. *
    Su rostro denotaba una leve sonrisa y su ser resplandecía como el día que partió de viaje junto a mi padre.
    Mi alma quedó tiesa, no alcanzaba a asimilar tanta dicha, lo grandioso de ese lugar y del instante. Ella me miró y en sus ojos se alojaba un resplandor inmaculado, extendió sus brazos y me ceñí de ellos sintiendo como sí realmente ella, mi madre ,fuese Dios.
    La unión de nuestras almas fue un instante sublime.
    No deseaba abandonar nunca esa eternidad y temí que todo resultase un sueño, en otras ocasiones, mientras deambulaba por esos eternos parajes había meditado sobre tal presunción pero cada circunstancia era tan real, que de necio pecaría no creerlo.
    Mi anhelo se cumplió solo en parte, no logre reencontrarme con el alma de mi padre, en algunas ocasiones la dicha no logra ser completa, lamentablemente su espíritu se hallaba en el purgatorio.
    Me despedí de mi madre con la ilusión de reunirnos para siempre *pero juntos a *papá..
    Todo se desvaneció y volví a encontrarme frente al niño ángel.
    - Este es el espacio en que debes marcharte . *
    Dijo, mientras que con su mano señalaba un punto fulgurante.
    - Observa aquel resplandor con forma de anillo, dirígete a el atraviésalo y penetrarás en un túnel similar al que te condujo a estos aposentos. Escuchaba atentamente, mientras él proseguía con los detalles de su explicación..
    * *
    - Por el transitan los espíritus infantes, nuevas almas, pequeñas fuentes energéticas que se desprenden de ese ser omnipotente y justo que es nuestro Creador, cada uno de ellos habitará en el cuerpo de un nuevo ser.
    Se alojará en el vientre de la madre al llamado de la creación de una nueva célula , para situarse en el cerebro de la futura criatura *y desde esa zona y en ese instante, se convertirá en la mente que conduzca al individuo. * *
    A medida que el cuerpo material crezca y se desarrolle, el alma lo acompañará *en el transcurso de la *vida , siendo ésta , único responsable del proceder humano, hasta el instante que al cuerpo le corresponda fallecer.
    Entonces en ese momento, mediante un proceso divino que el hombre jamás alcanzará *a comprender, la energía *espiritual se apartara de él y regresará *al reino de Dios del que siempre fue parte, para recibir la vida eterna de acuerdo a su pureza, sí es santa *se unirá directamente al Creador y sí es pecadora , sufrirá hasta redimir sus culpas.
    - Luego de estas palabras, el ángel bendijo mi espíritu agregando.
    - Ahora debes marcharte y recuerda siempre la misión que se te ha encomendado.
    Fui alejándome lentamente observado por la sana mirada del arcángel , llegué a la entrada del túnel, ésta tenía la espiral forma de una galaxia , luego me introduje en esa galería ,un pasadizo idéntico al que me condujo hasta los anhelos de Dios.
    Peregriné por él , como lo había hecho anteriormente por el otro, convertido en forma energética .
    Una energía insoluble y abstracta que no alcanza a ser medida ni detectada *por ningún sistema o aparato creado por el ser humano.
    En este viaje de regreso, nada de lo que se originaba al rededor me conmovía ,sabía cual era destino de mi alma..
    A mi alrededor se desplazaban otras esencias, eran los espíritus infantes, novatas y puras cargas energéticas rumbo a su sino ,como lo había descripto el ángel. *



    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *XI
    * * * * * * * * * * * * * * * * *


    A escasos instantes de finalizar el viaje de regreso a la vida material, comencé a distinguir infinidad de celdillas semejantes a *las que *forman parte de un panal de abejas, éstas parecían cumplir funciones sensoriales, a ese sitio *concurrían los espíritus ávidos por acudir a su nueva morada..
    Yo, esencia espiritual, fui atraído, casi diría como imantado, por la energía absorbente que *pululaba *de esas celdillas *y al atravesarlas, percibí que estaba solo , que no tenía *compañía .Pronto observé una señal refulgente que iba creciendo y cambiando de forma a medida que me aproximaba.. * Logré distinguir la situación , me hallaba dentro de un quirófano, donde un grupo de personas ataviadas de blancos guardapolvos, luego pude enterarme que eran médicos, agitaban nerviosamente sus manos sobre un cuerpo que parecía inerte.
    Descubrí mi cuerpo sobre la camilla a pesar de los golpes y moretones que lo invadían. y *sin notarlo, *fui prácticamente absorbido por ese organismo.
    Volví a sentirme parte de esa materia *mientras escuchaba ecos de voces lejanas desde mi confuso sentir..
    ! VUELVE ! Oí decir a una voz entrecortada por el nerviosismo y la emoción .
    Mi espíritu se había *desacostumbrado a ese cuerpo, mientras del interior del pecho , comenzaron a parir débiles latidos del corazón .
    " El milagro de la vida física había retornado una vez más." *
    Aunque no lograba ver a pesar de tener los párpados entreabiertos ya que me hallaba inmerso en una intensa nebulosa ,escuchaba difusamente las opiniones de los doctores.
    Ellos estaban asombrados e intercambiaban conceptos, hablaban de algo milagroso de un suceso extraordinario , de una situación *que nunca habían vivido .
    - Parece volver en sí .- observó uno de los doctores *-
    - No conviene que reaccione . - sostuvo *otro -
    - Apliquémosle un somnífero . - agrego un tercero - *
    Todo comenzó a girar a *mi alrededor , luego debo haberme dormido .
    El cuarto estaba a media luz cuando desperté, apenas sí movía los dedos de una mano y no todos, de uno de mis brazos brotaban un par de sondas provenientes de sendos frascos de plasma y suero que pendían de un trípode.
    Todo mi cuerpo se encontraba vendado, ciertamente no había parte de éste que no tuviese huellas del terrible accidente, pero ninguna herida por más grave que ésta fuera ,daba motivo para preocuparme ,pues había alcanzado la gloria de haber sido elegido por el Señor para una misión y no debía fracasar. *
    La enfermera entró al cuarto silenciosamente ,se encaminó hacía la ventana *y descorrió la cortina , entonces comenzaron a invadir la habitación tenues y delgados rayos de luz que aclararon el ambiente, luego se aproximó lentamente donde se hallaba la cama , yo permanecía inmóvil ,con los ojos entreabiertos observando cada uno de sus movimientos. Ella se dedicó a ordenar las cobijas que me cubrían y en un momento se sobresaltó, fue cuando coloqué mi mano sobre la suya , no había notado que estaba consiente.
    Sus ojos eran de color negro intenso y sus carnosos labios esbozando una leve sonrisa pronunciaron..
    - Parece que el joven dormilón esta despierto.
    Luego de acomodar las sábanas se retiró y quedé nuevamente solo y en silencio.
    Este fue el primer contacto con un espíritu encarnado, luego de haber regresado del universo espiritual.
    Mi alma se sentía inquieta encerrada en aquella habitación, el cuerpo no la acompañaba, no había otra alternativa debía aguardar a reponerse.
    Recordé como me había mirado la enfermera ,como a un ser diferente, extraño, como a un habitante de otra galaxia..
    A los quince días de convalecencia ,la recuperación era asombrosa ,podía mover manos y brazos sin dificultad.
    Ya no pendían de éstos, las molestas y odiosas sondas por las que transitaba el suero y no necesitaba de él para nutrirme, me alimentaba por mis propios medios.
    Recuerdo que el tío Aldo fue mi primera y única visita *y a pesar de verme en estado delicado no cesó de reprocharme ni un instante mientras conversábamos.
    - ! Muchacho... Muchacho...! siempre dándome disgustos, gesticulaba mientras se tomaba la cabeza con las dos manos.
    ! Claro... ! lo había sacado del tesoro más preciado , su trabajo.
    Antes de marcharse y luego de contarle detalles del accidente , me dijo.
    - Toma , quédate con el diario , mientras te enteras de las noticias, no te aburrirás tanto.
    - Gracias tío por su generosidad .Respondí en forma irónica , mientras escuchaba como cerraba la puerta de la habitación . *
    Tomé *el periódico que estaba sobre la mesa de luz , era mi primer contacto con *la vida fuera del hospital *luego del accidente y grande fue mi sorpresa al ver la foto de Dalia debajo de un titular que informaba sobre un exitoso transplante de órganos.
    Excitado y emocionado *a la vez , comencé a leer la nota que decía : * * * * * *
    " La joven Dalia *Méndez de veinte años de edad ha sido intervenida quirúrgicamente en forma exitosa .
    Se le ha realizado un transplante de hígado. La paciente, era la primera de una larga lista de personas que esperan ansiosamente y con angustia ,la donación de un órgano para poder conservar la vida..
    La donación llegó ,cuando su estado de salud era sumamente crítico.
    La donante que posibilitó este verdadero" milagro " ,resultó ser una mujer que horas antes de tomar la drástica *decisión de acabar con su vida según versiones, posiblemente por hallarse en estado depresivo, se había acercado al centro de donantes para dar su consentimiento.
    Otros órganos de esta solidaria mujer ,llamada Raquel Saieg ,que decidió poner fin a su vida, pero que no dudó ante tan trágica determinación , prolongar la de otros ,tuvieron distintos receptores."
    El párrafo final de la noticia ,se tornó borroso ,mis ojos humedecidos dificultaban la visión ,mientras algunas lágrimas transitaban mis mejillas dejando un imaginario surco emotivo.
    Recordé aquel momento supremo , cuando la ví por primera vez ,cuando solo éramos imágenes espirituales ,sus grandes ojos verdes ,su largo cabello color oro ,su pálido y bello rostro ,el suave y dulce *timbre de voz *y la última vez que la ví , cuando se confundía *con la blanca pureza *del camino que la llevaba *al reino de Dios.
    Mi corazón se impregnó de alegría *al saber que estaba físicamente viva y pensé que el ángel del Señor tenía bastante que ver en ese milagro. *




    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * XII



    Había sido un mes de sufrimiento ,pero gracias a los médicos y enfermeras, quienes me atendían solícitamente pude ir paulatinamente recuperando la salud.
    Todos de una u otra forma ocupaban su tiempo en mí ,estaban los que debían atenderme por estar a su cargo y los otros, los que me visitaban por curiosidad . *
    Me había convertido en un personaje celebre dentro del hospital ,todos estaban al tanto que *ingresé al sanatorio clínicamente sin vida *y *ahora , al verme recorriendo los pasillos del hospital sin ninguna secuela del accidente, les resultaba un verdadero fenómeno.
    Recuerdo que cuando recuperé la conciencia , mis piernas no existían ,era la parte del cuerpo más dañada ,pero rápidamente fueron recuperando sensibilidad y a la semana *caminaba ayudándome con un bastón ,siete días después no lo necesitaba *y las heridas que proliferaban por mi humanidad desaparecieron sin dejar cicatrices.
    El día que decidieron darme el alta ,en el sanatorio me convirtieron en leyenda .
    Nunca hice comentarios de lo que había vivido luego del accidente ,jamás conté nada ,aunque una vez estuve a punto de hablar, fue con el doctor Molina , con quien *había entablado gran amistad.
    Creo que no hubiese comprendido ,aunque tal vez sí ,pensado que los golpes
    habían afectado mi cerebro.
    Molina ,era una persona amable y por sobre todo honesta ,un cirujano veterano de mil batallas ,su rostro cincuentón *y su seguridad en el habla , daban la suficiente confianza para que los pacientes creyeran en él.
    Fue el doctor Molina , quien estaba de guardia el día que la ambulancia *me trajo al hospital, lo dijo una vez en la cafetería del nosocomio.
    Recuerdo que estábamos sentados conversando como lo hacíamos habitualmente *y mientras levantaba un humeante pocillo de café para beber un sorbo ,se detuvo y mirándome fijamente dijo:
    - A mí me tocó asistirte el día que ingresaste al hospital, tus signos vitales
    no respondían , juro por Dios, que estabas muerto.
    Me atrevo a contarte esto, porque aunque resulte asombroso *tu *vida no corre riesgos , tu salud es perfecta..
    Su profunda mirada no dejaba de observarme, como exigiendo una *respuesta *algo que le aclarara lo vivido entonces.
    Al ver que *me mantenía en silencio ,agregó:
    - Tus piernas estaban desechas ,tu cuerpo se encontraba lacerado por doquier, tu cabeza fracturada y abierta ,dejaba escurrir restos de maza encefálica ,tu corazón no palpitaba .
    Yo trataba de reanimarte, hacía más de veinte minutos que sometía tu cuerpo a choques eléctricos ,en mi desesperación solté los aparatos y comencé a pegar puñetazos sobre tu pecho ,eran *arrebatos de impotencia.. * *
    Los compañeros que me asistían estaban resignados ,en ese ambiente sentí como una ráfaga candente atravesaba mi ser y surcando mis manos como abstracto fluido energético penetró en el tuyo, en ese preciso instante tu corazón comenzó a latir como sí nunca se hubiese detenido ,mientras tu cuerpo se contorsionaba *como una marioneta ,sobre la camilla .
    Después de su confesión ,Molina se llevó el pocillo a la boca , tomó un sorbo de café y dijo como queriendo resistirse a lo vivido
    - Nunca me había sucedido algo parecido.
    Recuerdo que al observar el rostro del médico, me pareció desorientado y entonces le dije .
    - Sabe doctor.
    - *¿ Qué ? interrogó él al instante . *
    - *Nada....nada.... respondí conteniendo mis ansias
    - *Esa fue una de las veces que intente confesar lo que había vivido.
    Las charlas con Molina se hicieron frecuentes ,en una de esas pláticas ,le pregunté sobre el transplante de órganos.
    En una oportunidad él me había mencionado de su antigua función en el centro de transplantes.
    En esa ocasión *me confesó que había atendido un paciente ,un hombre de buena posición económica. ,al que le habían realizado un transplante ,su estado era de gravedad ,pues el órgano transplantado producía rechazo y se había originado en él una infección generalizada.
    La infección no logró ser controlada y el paciente irremediablemente falleció a los pocos días.
    Molina continuó.
    - Decidí investigar por mis medios ,al ver que con el transcurso de los días nadie se ocupaba del caso.
    No me costo demasiado enterarme ,como palpitaba ,que la intervención quirúrgica *se había realizado en *un lugar clandestino.
    Siguiendo *la investigación ,visité el domicilio de la víctima ,allí fui recibido por la viuda *pero ésta no aportó nada nuevo, pero la noté algo nerviosa .
    Apenas horas después ,comencé a recibir amenazas telefónicas y escritos anónimos con amenazas que ponían en riesgo mi vida y la de mi familia .
    Renuncié al centro de transplantes y aunque me dolió dejar el puesto, no tuve otra alternativa .
    Con el tiempo *conseguí trabajo en este hospital ,soy médico y no policía y además una persona sensible que ama a su familia .
    - Concluyó Molina -.
    Volvimos a conversar sobre el tema dos días antes de concederme el alta, fue durante ese diálogo cuando se sinceró ,comentándome su punto de vista..
    - Oye Marco.- dijo susurrante - creo que existe un comercio clandestino de órganos ,creo que a ciertas *personas que fallecen en accidentes ,se les sustraen distintos órganos sin pedir autorización a sus deudos, para después venderlos al mejor postor y así realizar operaciones clandestinas, pero dime.- Dijo intrigado - ¿ Por qué insistes en saber...?
    No me sorprendió su pregunta ,al contrarío, la esperaba y ya tenía la respuesta..
    - Sucede que una íntima amiga ,a la que considero como una hermana necesita un transplante y como usted sabe de esto deseaba informarme.
    No creo que haberlo embaucado con la inocente mentira ,pero al menos sirvió para salir del paso.
    Esa fue la última vez que hablé con el doctor Molina ,en los días de convalecencia .
    Dos días restaban solamente para abandonar el hospital y aunque todos me trataban en forma excelente ,con ansias aguardaba que llegara el instante de huir de ese lugar.
    Las eternas horas *finales en ese nosocomio, las utilicé para ordenar el pensamiento, debía volver a casa y desde allí organizar mi nueva vida..
    Aún no imaginaba como dar los próximos pasos ,mi obsesión ,sin olvidar el principal motivo de mi existencia era de hallar a Dalia.. Mientras me preguntaba.- ¿ Me reconocerá ?
    Pensando en el relato del doctor Molina ,toda esa mafia detestable que según el médico comercializaba las operaciones ilegales ,previa sustracción de órganos a cuerpos cadavéricos o no... existía a mi entender por la falta de donantes.
    ! Claro ! era muy difícil convencer a la gente para que donase sus órganos, principalmente por que, para que esto fuera viable, la muerte estaba de por medio y solamente pensar en esto amedrentaba a quien deseara ser un futuro donante.
    Un válido motivo que ayudaría a que la gente se decidiera a donar en forma masiva *sus órganos, quizá fuera la privacidad del donante, tal vez por medio de un proceso que reconociera a éste, únicamente luego de su fallecimiento físico.
    Seguramente descubriendo tal dispositivo se solucionaría en gran parte la falta de dadores.

    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *XIII



    Cuarenta días habían transcurrido desde el accidente cuando retorné a casa .Todo se veía distinto mi espíritu se negaba a reconocer ese lugar, pero mi cuerpo estaba acostumbrado a él
    Apenas traspasé la puerta de entrada ,me embargo una sensación de rechazo, no quería seguir viviendo allí .
    Aunque era el lugar por donde había llegado al mundo por primera vez desde el vientre de mi *Madre y donde había pasado los mejores años ,los de la infancia , también era cierto que habían ocurrido en esa morada las peores cosas que señalaron mi vida ,hasta el mismo instante del accidente.
    El tío Aldo me recibió con alegría ,aunque había enviado un taxi para que me transportara desde el sanatorio. Él, como de costumbre se encontraba atareado con sus negocios.
    - De regreso a casa querido sobrino .Dijo el tío abrazándome emocionado.
    Me sorprendió al estrecharme entre sus regordetes brazos, por primera vez noté en él sinceridad.
    Creo que lo que me ocurrió, al tío lo había conmovido, no se cual era la intensidad de esa conmoción ,pero de lo que sí estaba seguro era que el cambio serviría *para el bienestar de nuestra relación .
    Luego de una semana *en casa , la cual sirvió para ordenar pequeñas cosas materiales, pero de gran valor sentimental en mi vida humana ,entre las que se encontraban videos y fotos de mis padres y que fui empacando pausadamente ,resolví conversar con el tío.
    Estaba dispuesto a marcharme se que él lo intuía , pues sabía que yo no era el mismo luego del accidente. *
    Necesitaba de alguna forma reparar el daño que le había causado a Irma, era una de mis asignaturas pendientes. La otra ,despedirme de Paula , parientes salvo el tío no tenía *y amigos...Solo eran compañías del momento.
    - Tío ,le dije con voz resuelta a confesar todo sin callar nada.
    - ¿ Recuerdas a Irma ?
    - Por favor no quiero recordar a una ladrona ,contesto ofuscado, agregando.
    ¿ Por qué haces esa pregunta ?
    Entonces con una catarata incontenible de palabras confesé el pecado que lastimaba mí alma .
    - Yo fui el ladrón ,yo fui quien robó las joyas ,Irma fue la víctima de mi hipocresía .
    Estaba asqueado de todo lo que me rodeaba y cansado de que ella me tratara con dulzura ,sentía como que deseaba suplantar a mi madre.
    Te he confesado esto pues debía descargar esta culpa que atormentaba mi alma .
    El tío permaneció inmutable y con voz calma y seguro de lo que iba a decir, respondió.
    - A pesar de tu mala conducta durante la vida ,en el fondo de tu alma existen vestigios de inocencia .Desde el primer momento supe que tu habías robado esas joyas ,pero resultó más fácil aceptar tu historia culpando a Irma .
    - ¿ Por qué ? *interrogué sin comprender.
    - Porqué era más sencillo utilizar como escudo tu hipocresía ,sabía lo que pensabas de ella ya no necesitabas una institutriz y además de esta forma negaba tu delito.
    - ! Claro ! ahora comprendo porque nunca te interesaste en el destino de las alhajas . La verdad, luego de escucharte, no se quién de los dos tiene más culpa .
    Después de sincerarnos ,le comenté que debía realizar algunas diligencias y cuando ya traspasaba el umbral ,le oí decir.
    - No te preocupes en buscar a Irma para que te perdone ,nunca lo hará , pues jamás se ofendió, estoy seguro que desde el día que se marcho te está extrañando, sí la encuentras, solo estréchala entre tus brazos. * * * * * * * * * * * * *
    En parte acepté el consejo del tío, porque sí me preocupé en buscarla ,pero cuando la hallé recordé sus palabras y entonces la abracé tiernamente, sentí como se estremecía su cuerpo por la emoción y vi su rostro humedecido por lágrimas de felicidad, me recliné frente a ella *y rogué por su perdón., mientras la imagen de mi madre era una visión constante.
    Había cumplido con el primer paso propuesto por mi espíritu ,para rehacer mi vida en esta nueva oportunidad. Camino que solo mi voluntariosa alma había dictado.
    El siguiente paso fue ir al encuentro de Paula , tarea que resultó sumamente
    fácil, bastó que concurriera a la confitería donde solíamos encontrarnos, lugar del cual partíamos para ofrecer al mundo nuestras desmedidas vidas.
    Oscurecía cuando ingresé en el salón ,solamente dos de las varias mesas que lo poblaban *estaban ocupadas.
    En una conversaban amistosamente dos personas ,en la otra ,la que se hallaba *en un rincón del local estaba Paula., sentada sobre una silla ,con un corto vestido que dejaba al descubierto el contorno de sus hermosas piernas.
    Al verme sus ojos se iluminaron ,creo que estaba allí ,desde el momento que se enteró del accidente.
    Nunca me visitó en el hospital, pero tampoco es necesario estar pegado al ser que está convaleciente y aunque tiene un sentir muy particular por la vida y toda la existencia ( alguna vez manifestó no creer en Dios ) presiento que como buena atea en los momentos caóticos aprendió a rezar.
    Con paso lento fui acercándome, ella irguiéndose extendió sus brazos, instintivamente copié sus movimientos para unirnos en un eterno abrazo de un reencuentro que finalizaría en despedida .
    Conversamos mientras consumimos café, hablamos sobre lo ocurrido en el accidente y también sobre los días de rehabilitación en el hospital.
    Ella escuchaba atentamente mientras sus ojos se empeñaban en registrar cada gesto de mi rostro, le confesé que lo acontecido había cambiado mi forma de pensar y singularmente mi sentir.
    Al principio, no alcanzó a comprender el cambio que había experimentado * mi ser, pero luego a regañadientes fue aceptando la realidad ,aunque insistió en una despedida a su manera ...
    ( Su manera *era una despedida con sexo y del ardiente.)
    No supe negarme, aun sentía necesidad de ese espíritu pecador enfundado en tan bello cuerpo, algo así como un poder que atraía mis instintos carnales.
    No imaginaba cometer ningún pecado haciendo el amor con Paula ,aunque sabía muy bien lo que ocurre con aquellos que pecan ,luego de la muerte física . ( Lo que para cualquier humano es un enigma , no lo era para mí ,ya que había transitado por los aposentos del Señor. )
    Pero yo no era solamente un espíritu., pues estaba encarnado y la conjunción de la materia con el flujo del alma elabora *una esencia impura , que produce un deseo obsesivo a todo lo prohibido.
    Estas miserias humanas llamadas pecados ,únicamente pueden lavarse por medio de un sincero arrepentimiento de confesión .
    Nos amamos por ultima vez, nuestros cuerpos se retorcieron sobre el gastado colchón del cuarto de un hotel ,transpirando al unísono para ser mudos y agónicos testigos del amor. Al nacer el alba ,la encontró dormida sobre el lecho de aquel lúgubre cuarto, mientras yo me marchaba para no verla más, no sin antes acariciar sus cabellos y besar su frente.
    La mañana me sorprendió retornando a casa ,la que me cobijó durante la infancia y juventud.
    La observé una vez más desde el umbral ,empaqué todos los recuerdos en la mente y me marché.
    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *


    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *XIV
    *


    Quinientos kilómetros de rieles, había recorrido el tren expreso dejando atrás mi ciudad natal.
    Sabía muy bien la tarea que debía realizar y tenía pensado bastante en ello durante el transcurso del viaje, aunque mi mente tampoco dejaba de evocar en cada instante la bella imagen de Dalia.
    Creo ( Luego de tantos años ) que el motivo primordial de alejarme del lugar de mi natalicio para habitar en un nuevo sitio, fue el de encontrar a Dalia *ya que esa ciudad era donde ella vivía .
    Además, para desempeñar la labor que se me había encomendado, la cual aceptaba realizar con sacrificio y dignidad, no era necesario cambiar de escenario.
    Por fin luego de varias y ansiosas horas de viaje arribé a destino.
    Al salir de la estación ferroviaria , ocupé un taxi que me transportó a un pequeño hotel ubicado en el centro de la ciudad y mientras éste me trasladaba, observaba cada lugar del recorrido, para poder luego desenvolverme *en esa nueva urbe donde constituiría mi hogar.
    Era una ciudad similar a la de donde yo provenía ,con la diferencia que en ésta ,vivía la mujer de la que me había enamorado .
    La gente, por lo que se veía , sobre todo en esa zona y a medida que nos acercábamos al centro, poseía los mismos defectos y costumbres de los habitantes de mi ciudad .
    Pensaba que en otras ciudades más lejanas y más pobladas y de otras crianzas se deberían comportar igual.
    En todas las grande urbes, sus habitantes son autómatas que caminan sin ver a su alrededor, desordenados seres los peatones o conductores, cometiendo imprudencias de todo tipo, producidas seguramente por estar ensimismado en quien sabe que pensamientos, alegres, trágicos, melancólicos...
    Todas estas razones producen diariamente accidentes, que en algunos casos resultan fatales.
    Yo me preguntaba, sí esas personas que seguían cometiendo actos alocados a costa de sus propias vidas y las de sus semejantes, serian capaces en algún momento cuando se los consultase por la donación de sus órganos, de ser solidarios.
    No era optimista en tal sentido, bastaba por recordar mi pasado para reflejar mi estado de ánimo.
    El cuarto del hotel donde me alojé, no deparaba lujos, tampoco los necesitaba ,además no residiría en él por mucho tiempo.
    Recuerdo de aquel primer día en esa nueva ciudad, estar ansioso porque las horas se esfumaran prontamente.
    Comencé por sacar algunas pertenencias que guardaba en los bolsillos del saco y entre éstas, había un recorte de diario con la crónica del transplante realizado a Dalia , en el artículo se citaba el nombre del hospital donde se había llevado a cabo la intervención quirúrgica , el día siguiente debía averiguar la dirección donde se hallaba ubicado.
    - ¿ Estarás allí todavía ? .Me preguntaba en voz alta .
    Sí ella estaba aún en el nosocomio.
    ¿ Que sucedería cuando la encontrara ?.
    ¿ Cuando nos viéramos de frente ? * * * *
    ¿ Me reconocería ?.
    También rescaté del bolsillo interior del saco una agenda , la que apoyé sobre la mesa de luz, llevaba un señalador y en la hoja indicada el número telefónico del doctor Molina ,quien sería partícipe de importantes sucesos que ocurrirían más adelante.
    Mis ojos se encontraban cansados cuando se enfrentaron al espejo y mi rostro denotaba profundas ojeras, además de un pálido semblante, producto
    de mis constantes alteraciones nerviosas.
    Como añoraba mi espíritu aquellos sublimes espacios de paz en el paraíso, aquellos gloriosos y perpetuos firmamentos celestiales.
    Inversamente, como deseaba mi materia , mi carne, como gozaba teniendo a mi alma en su envase terrenal. La hacía sufrir sin compasión , torturándola , desgastándola ,atormentándola con los dilemas físicos y morales de la tierra.
    La cama estaba tendida ,levanté la cobija , me recosté sobre el mullido colchón y me dormí profundamente ,estaba demasiado agotado para seguir pensando.
    Así se acabó aquel primer día en la ciudad nueva..
    La claridad del alba me sorprendió todavía desperezándome ,la modorra es uno de los innumerables pecados veniales con los que convive el espíritu .
    El nuevo día ya estaba en marcha , luego de asearme y vestirme ,salí a luchar por mi redención y el bien de mis semejantes.
    No resultó difícil ubicar el hospital, estaba a pocas cuadras y caminando, presuroso me dirigí a él.
    Mi corazón ,órgano noble y único del ser humano ligado por cierta energía abstracta ( aún no descubierta por el hombre ) al cerebro donde se halla alojado el espíritu ,palpitaba esperanzado, pero lamentablemente se impregnó de congoja al obtener por respuesta de un empleado del hospital, que Dalia ya no se encontraba en él.
    Que sí, solía atenderse en los consultorios externos y que para obtener información , debía *averiguar en la administración .
    Tonto de mí ,no haber pensado que desde el accidente y desde la realización del transplante habían transcurrido casi dos meses y que ella sí no había sufrido ningún rechazo su nuevo órgano, estaría llevando la recuperación en su hogar.
    Me retiré del hospital, no sin antes y con permiso, recorrer las habitaciones donde se encontraban ,aquellos que esperanzados, aguardaban por la misericordia de que otros ,no menos desgraciados al fin y al cabo pero valientes de alma, luego de ese trágico desenlace que es la muerte ( para la naturaleza humana ,no así para la divina ) donasen sus órganos, para *poder realizar una vida normal .
    Siempre y aunque todos los seres humanos son nuestros prójimos, hay algunos que nos conmueven más que otros o hacen que nuestro espíritu se interese más por ellos .Esto se debe a que hay almas que poseen dentro de su energía un ADN magnético similar, haciendo que se atraigan mutuamente.
    Eso fue lo que sucedió mientras recorría esas habitaciones que cobijaban anhelos de esperanza . * * *
    Promediando el pasillo lo vi ! ahí estaba ! aquel pequeño, apenas cuatro añitos ,con su rostro pícaro he inocente pero a la vez sufrido, esperando sin saber, una ilusión de vida , un sueño que lo devolviera al mágico mundo de la infancia .
    Con ese ser, con ese niño al cual estaba ligado por ese magnetismo espiritual, comencé la lucha , la sana ambición de cumplir con mi mandato.
    Mandé imprimir volantes y afiches que distribuí y pegué con mis manos, sobre las fachadas de la ciudad.
    Todas las tardes iba al hospital ,le llevaba regalos, trataba de brindarle toda la energía necesaria , para que su espíritu no se sumergiera en un abismo depresivo que complicara todavía más su salud. Él todo lo agradecía con una tenue sonrisa .


    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *XV
    *
    * *

    La madre estaba esperanzada en que surgiera un donante de órganos para su hijo ,el niño aguardaba con urgencia corazón *y pulmones, que además debían ser compatibles con su organismo .
    La primera vez que conversé con ella , había sido en la capilla del hospital, estaba arrodillada ,rezando, mientras *sus mejillas eran surcadas por una hebra de lágrimas colmadas de angustia y desesperación .
    Traté de calmarla y le prometí que haría por el pequeño todo lo que estuviera a mi alcance.
    La segunda vez ,la vi en la sala contigua a la habitación del niño, ansiosa pero un poco más calmada ,fue cuando me interrogó.
    -¿ Usted es doctor ?
    - No, le respondí .
    -¿ Quizá de la administración ?
    - Tampoco, le contesté .Agregando
    - Ni siquiera pertenezco a esta ciudad .
    Ella me miró sorprendida y volvió a preguntarme .
    - Por que, sí *no pertenece ni siquiera a esta ciudad , intenta ayudarnos.
    - Porque *vine en busca de alguien que no encontré ,pero sí a este niño y *verlo me conmovió.
    Creo que su espíritu ,cuando crucé *por la puerta de la habitación ,hizo que me detuviera y me interesara por él.
    Ella luego de escucharme, dijo.
    Tan joven y tan extraño, pero sí desea ayudar a mi hijo, bienvenido sea .
    Me dio un beso en la mejilla emocionada y me despedí ,pues debía realizar urgentes diligencias ya que el tiempo apremiaba..
    Era la segunda vez que contenía mi secreto, anteriormente había sido con el doctor Molina y ahora con la madre de ese niño.
    Pero como podía contarle la verdad de por que lo quería ayudar, sí se lo hubiera dicho, seguramente me hubiese creído demente .
    Los días se sucedían rápidamente y la salud del niño fue agravándose, en un paso inexorable hacía la muerte física .
    Mis súplicas a Dios, ese ser infinito y abstracto sin forma ni tiempo y eternamente inteligente ,sobrevenían *a mi mente de manera constante.
    Nadie respondió al llamado y todas las expectativas ,todas las ilusiones se desmoronaron sobre un inerte vacío de desolación espiritual y afloró en cada uno de aquellos a los que había comprometido en una solidaría pero inútil cruzada ,la falta de fe en nuestro señor.
    Propio de aquellas almas que dan todo por un milagro y al ver que este no se concreta se sienten abandonados y toda aquella seguridad de espíritu se transforma en rabia e impotencia .
    Incluso yo, que visité los gloriosos, santificados e infinitos momentos celestiales, al estar mi espíritu inmerso en un cuerpo material ,manifesté esa rabia e impotencia..
    El silencio era uno de los protagonistas en la sala de terapia ,el otro era el pequeño, cuyo cuerpo se negaba a liberar su espíritu , eso producía una lenta agonía ,que en aquel instante era un hecho irreversible.
    La madre del chiquillo se encontraba allí , como debía ser ,sufrida , acompañando a su hijo ,solo ella conservaba intacta la fe y la esperanza .
    El niño dejó de respirar ,su corazón se olvidó de latir ,sus grandes ojos pardos nunca más volverían a ver.
    En mis oídos se agotó el silencio y el tenue sollozo de la madre se hizo eco en ellos.
    La madre no podía ver, pero yo sí , en el preciso instante que el corazón del niño dejo de latir, su espíritu fue separándose del cuerpo en forma *osmótica y uniéndose al aura se elevo lentamente para desaparecer a través de un pórtico impalpable que se hallaba en suspención .
    Todo había concluido, también mi primer fracaso, pero su muerte no fue en vano, al menos sirvió para descubrir que había desarrollado un nuevo sentido, de ver como un espíritu se aleja del cuerpo, iniciando el camino de retorno al mundo celestial.
    Me pregunté en aquel momento.
    - ¿ Cuanto tardará el ser humano en desarrollar este sentido?
    Seguramente siglos. * * * * * * *
    ¡ Tal vez deberá sufrir la humanidad alguna mutación espiritual ¡
    Estaba claro que la sociedad, salvo casos aislados se rehusaba a la donación de órganos y eso se debía *indudablemente al miedo. Temor a que algo les sucediera ,sí gente sin escrúpulos se enterase de que ellos resultaban ser donantes.
    En distintos reportajes callejeros, el ciudadano común ,el hombre de la calle, el empleado, el obrero, todos habían expresado la necesidad de que el gobierno debía cambiar su legislación por otra ,una que garantizara al donante una segura privacidad .Un resguardo de su identidad. * *
    Dos meses habían transcurrido desde mi llegada a la ciudad y todavía no había logrado algo positivo ,mi estado de ánimo no era bueno luego de fracasar en la búsqueda de los órganos para el niño .Tampoco sabía nada de Dalia ,aunque a ella no había intentado buscarla . *
    El *departamento que habitaba ,luego de marcharme del hotel donde me alojé en un primer momento ,lo equipé con los instrumentos más avanzados en comunicación .
    la tecnología más sofisticada reinaba en el recinto, teléfonos celulares, antenas parabólicas, computadoras, Internet ,comunicaciones satelitales, varias líneas de teléfono de red y un equipo de radio de corta y larga distancia .
    Este completo sistema me daba la posibilidad de estar en contacto con los lugares más remotos de la tierra .


    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * XVI



    Podía poseer los más sofisticados sistemas de comunicación ,contar con los mejores médicos, clínicos, cirujanos, con los aparatos e instrumentos más avanzados, con los mejores laboratorios, las clínicas más renombradas y el suficiente capital monetario para realizar transplantes. Aunque todo este fabuloso sistema se tornaba inútil ,todo carecía de valor mientras no se consiguieran órganos .
    La lista de pacientes se acrecentaba día a día y muy poco era lo que ingresaba al banco de órganos.
    Muchos eran los enfermos que morían por la falta de donantes, mientras que en las morgues de clínicas y hospitales descansaban los cadáveres para su velatorio y posterior inhumación .
    También algunos deudos de estas personas fallecidas, denunciaban que los cuerpos de sus parientes habían sido objeto de la depredación de órganos.
    Las denuncias, aparecían *de tanto en tanto en distintos periódicos, pero realmente nadie sabía sí esto era cierto o sí solamente solía ser informaciones sensacionalistas.
    Seguro era ,que más allá de las denuncias, nunca se habló de investigaciones.
    Sí la mafia se encontraba detrás del secuestro, tráfico y comercialización *de órganos cadavéricos, para el ciudadano común era un misterio.
    Eso originaba que en la calle se hilvanaran macabras historias sobre algunas personas que, sabiéndose donantes en vida *habían muerto en forma dudosa *o se encontraban extrañamente desaparecidos.
    Tenía una misión que cumplir y mientras mi mente evocaba claramente la imagen del niño ángel, guiando mi espíritu por aquel paraíso celestial, rumbo al lugar donde se produciría mi regreso al mundo material, recordé al doctor Molina .
    El había trabajado en el centro de transplantes y fue quien me contó sobre la mafia y el tráfico de órganos, Molina no solo era cirujano también un excelente investigador y estudioso sobre el comportamiento y rechazo de los órganos transplantados.
    Era preciso conversar con él, así *que decidí regresar a mi ciudad natal.
    Apenas tres meses habían transcurrido desde mi partida y sí cuando me marché , creí *que volvería victorioso, solo resultó ser una hermosa fantasía .
    Volvía con las manos vacías y en busca de ayuda .
    No fue difícil encontrar al doctor, solo bastó con dirigirme al hospital . Allí *yo era una persona conocida ,cada enfermero o médico con el que me cruzaba por los pasillos *del nosocomio me saludaba y se interesaba por mi salud.
    Como no podía ser de otro modo, lo ubiqué en la sala de guardia , dando alivio a pacientes que necesitaban una pronta atención y en medio de este ámbito, al verme, me abrazó como un padre al hijo que no ha visto por un tiempo.
    Luego nos miramos y palmeándome la espalda ,preguntó.
    -¿ Donde has estado Marco ?
    - A quinientos kilómetros, en la ciudad nueva .- le respondí ,mientras observaba *como curaba las heridas de un accidentado, para agregar.
    - Aguardo afuera hasta que usted se desocupe.
    El asintió con un movimiento de cabeza .
    No tardó mucho en salir y aunque se lo notaba algo fatigado, se lo veía contento, me invitó a tomar café, lo que acepté sin titubear y entonces nos dirigimos a la cafetería del hospital.
    Los pocillos de café yacían humeantes sobre la mesa .
    - ¿ Por qué has regresado al hospital, acaso no andas bien de salud ?
    Preguntó el doctor preocupado, a lo que respondí .
    - No, no es esa la razón , por suerte me siento bien , mejor que nunca .
    - ¿ Entonces a que debo tu visita ? . No conozco paciente que haya sido curado en este u otro hospital ,por lo menos en los que he trabajado, que regresen para visitar a los médicos que los han atendido.
    Al contrario, creo que algunos, cuanto más lejos logren pasar mejor.
    - Mire doctor, ese no es mi caso, pero igual no deseo engañarlo, no vine a visitarlo por cortesía , pero sí a conversar sobre algo que es de mi interés.
    ¿ Recuerda cuando le preguntaba sobre los transplantes ?
    - Sí que lo recuerdo, afirmó Molina ,agregando.
    También recuerdo haberte comentado que no me gustaba hablar de ello.
    - Dijo con fastidio Molina.-.
    - Esto es distinto Doctor, he creado un centro de donantes de órganos.
    El no alcanzaba a comprender de lo que estaba hablando, entonces fui relatándole lo que había sucedido desde que me había mudado a la ciudad nueva.. *
    Molina escuchaba atentamente, volví a mentir cuando me preguntó porque estaba interesado en todo eso.
    Fue cuando le expliqué ,que durante el mes que estuve en convalecencia , en muchas oportunidades recorría el piso donde se hallaban internados niños que esperaban la donación de órganos. Al ver esos rostros inocentes, angustiados y sufridos por la enfermedad, noté también una tenue sonrisa de esperanza en sus labios.
    Supuse con humildad que bien podía ser yo esa esperanza.
    Mi vida debía dar un giro positivo y dejar de ser esa materia viciada físicamente y corrupta espiritualmente, ese individuo que era antes del accidente.
    Molina nada prometió, cuando le implore que investigara como hacer para que la gente donase sus órganos sin temor.
    Algo confidencial, privado que al ocurrir una desgracia fatal a ese futuro donante ,solamente en ese preciso instante se conociese su decisión .
    Sobre la mesa de la confitería del hospital, quedaron únicamente el par de pocillos vacíos como mudo testigos de aquella conversación . Mientras, el doctor Molina se marchaba con sus dudas y yo con mis esperanzas. *



    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * XVII

    *

    Mi regreso rumbo a la ciudad nueva fue con disgusto.
    Me sentía molesto por todo lo que ocurría *y por más que pensara como emprender algún proyecto que me guiara al destino de mis mandatos, no se vislumbraba señal del buen sendero.
    Los interrogantes que podían decidir el futuro de los próximos meses, eran :
    ¿ Llamaría el doctor, cuando ?
    ¿ Estaría dispuesto a ayudarme ?
    Lo único que restaba por hacer , era esperar y rezar por una buena decisión de su parte.
    Todos los días, por la mañana , recorría el hospital para interiorizarme por aquellos pacientes que esperaban ansiosos un donante para su órgano enfermo.
    Fue una de esas mañanas que la vi , sobre la escalinata de entrada al nosocomio, apenas a veinte metros , apuré *el paso y me hallé tan cerca de ella que pude inhalar la suave fragancia que emanaba de su piel.
    - ! Dalia ! la nombre en voz alta sin pensarlo y al darse vuelta ,sus grandes ojos verdes me miraron , mientras su rostro dibujaba un gesto de asombro.
    Estábamos frente a frente y tuve apenas segundos para pensar que decirle, pues era evidente que ella no me conocía .
    - ¿ Te conozco ? .
    - preguntó sorprendida -
    - No.
    Contesté sin dudar, tratando de hilvanar la próxima respuesta..
    - Sí de vista ,supe como te llamabas el otro día cuando estabas en la puerta del consultorio.
    - Le mentí , no podía decir la verdad me creería demente.
    - ¿ También eres trasplantado ? .
    - No, estaba allí por trabajo.
    - ¿ Qué deseas ?
    - preguntó amablemente -.
    - Hablarte .
    - respondí -.
    - Perdona pero estoy apurada ,tengo un turno en el hospital y se hace tarde.
    Vi como su figura se alejaba presurosa ,pero no me importó ya había hallado a la mujer de la que estaba enamorado.
    Mi espíritu se había munido de energía para seguir luchando y solo fue posible *por estar a su lado.
    Ascendí los diez escalones que me conducían al piso donde habitaba ,abrí la puerta y accioné la llave de luz .
    Todo estaba desordenado, entré, tomé una lata de gaseosa de la heladera y me senté sobre el único sillón que amueblaba el living .
    Entorné los párpados y en la obscuridad que construyeron mis ojos cerrados, comencé a recordar bellos momentos.
    Hermosos instantes los vividos en aquel lugar sagrado, donde los dos éramos espíritus liberados, donde nuestras siluetas energéticas captaban sorprendentes sensaciones de beneplácito, donde no necesitábamos tocarnos para sentir la intensidad que desbordaba nuestras almas.
    Donde no hacían falta ojos para vernos y donde no era necesario lengua para hablarnos.
    Allí reinaba el amor virtuoso y la dichosa paz que saturaba el espacio, era para las almas corruptas que arribaban continuamente, un insoportable tormento.
    Destapé la gaseosa y lentamente fui calmando la sed que demandaba mi físico, la otra , la de mi alma , todavía no sabía con que calmarla..
    Una duda estaba carcomiendo la energía que producía mi cerebro.
    Como podía ser que Dalia no había logrado reconocerme, tal vez el ángel borró su memoria humana y su espíritu viciado por la carne, atrapado en su interior ,no conseguía aflorar en plenitud.
    O quizá , la mujer que conocí en el paraíso de Dios, no era ella , sino un reflejo espectral liberado de su cuerpo en los momentos críticos de su enfermedad corpórea .
    Mientras pensaba en Dalia recostado sobre un sillón ,sentí un murmullo que provenía del fondo del departamento, entonces decidí incorporarme.
    El cuarto se había tornado neblinoso y se veía más amplio, mucho más, tanto, que su estructura había cambiado de fisonomía , convirtiéndose en una arquitectura ojival. La pared del dormitorio se había disuelto y ocupaba su espacio un hermoso altar adornado con amapolas, las flores preferidas de mi madre.
    El sonido de la marcha nupcial colmaba el ambiente , no podía creer lo que estaba sucediendo, sobre el altar estaba mi madre, con el mismo vestido que lleva puesto en mi foto preferida y su rostro conservaba la misma sonrisa, yo me hallaba a su lado impecablemente vestido.
    Sobre el pasillo, alfombrado del mismo tono del color de las amapolas, formado por hileras de bancos, ocupados por invitados elegantemente vestidos, se acercaban lentamente dos siluetas.
    El brillo que irradiaba su figura era deslumbrante y aunque su rostro estaba oculto por un velo, no dudaba que era ella .
    Dalia se aproximaba lentamente al compás de los melodiosos acordes de la marcha nupcial ,cuando casi se encontraba frente al altar, caminé dos pasos y tomándola de la mano nos alineamos frente al cura que oficiaría la ceremonia .
    Luego de ofrecer *el sermón , el reverendo dirigiéndose a la novia formuló con voz serena y pausada la pregunta de rigor.
    - Prometéis ser fiel a este hombre hasta que la muerte los separe. *
    Ella me miró con una débil sonrisa , luego dirigió lentamente su mano a la altura del pecho, introdujo ésta a través de su blanco y sedoso vestido, el cual *fue lentamente tiñéndose de rojo y extrajo de entre sus vísceras, el corazón..
    Este latía como queriendo escaparse de sus manos, mientras gruesas gotas de sangre se escurrían , coagulándose en un viaje sin destino.
    Volvió a mirarme y con voz firme y decidida ,dijo - Dónalo - .
    El chillón sonido del despertador provocó como un estruendo en mi cerebro, dirigí la vista hacía él ,las manecillas marcaban *las seis y treinta , había dormido toda la noche .
    Me levante aturdido, no sin antes pisar la lata de gaseosa volcada sobre la alfombra .



    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *XVIII



    - El azar nos vuelve a reunir.
    Le mentí a Dalia al verla otra vez en el hospital ,mientras me sentaba a su lado *en la sal de consultorios externos ,ya que sabía por anticipado que ella tenía un turno para ese momento.
    - ! Ha.... ! el desconocido del otro día en las escalinatas.
    - contestó sin perturbarse -
    - Bueno, el desconocido se presenta . Me llaman Marco.
    - ! Marco !
    - exclamó, agregando en forma risueña.
    - Como el personaje de Corazón ,la novela de Edmundo De Amicis.
    Estas buscando a tu madre y creíste que era yo.
    - No, mi madre murió cuando yo tenía once años.
    La sonrisa se desdibujó de sus labios y contestó.
    - Disculpa ,fue una broma .
    - Estas disculpada , no lo sabías.
    - Me he enterado que hace muy poco tiempo te han realizado un transplante, lo leí en el diario, en un artículo donde aparecía tu fotografía ,por eso es que te reconocí el otro día .
    - Tú *también eres transplantado.
    - No ,yo soy cazador de donantes.
    - ¿ Cazador de donantes ? *
    - Sí ,trato de encontrar gente, que en vida done sus órganos, sí es que le ocurre la desgracia de tener un accidente fatal.
    - Te entiendo, conmigo sucedió, recibí la donación cuando mi estado era sumamente crítico, es difícil conseguir quien done sus órganos, pero hay que comprender a las personas ,es lógico que nadie piense en morirse.
    - Tienes razón ,la gente tiene miedo, es un tema tabú .
    - ¿ Cuéntame, como haces para "cazar" donantes?
    - preguntó Dalia curiosa -.
    Comencé contándole todo lo que me había ocurrido desde que residía en la ciudad nueva .
    Ella se mantenía interesada y escuchaba atentamente mi relato, el que fue interrumpido por la voz de la enfermera llamándola *para su control rutinario.
    Decidí esperarla hasta que terminaran de examinarla ,no fue mucho lo que demoró.
    Volvió contenta ,se notaba en esa carita angelical, en ese rostro aun adolescente de perfectas facciones, ese era un síntoma de que todo marchaba bien .
    - ¿ Todavía aquí ? .
    - preguntó -
    - Sí ,te esperé para saber como andabas.
    - Muy bien ,el doctor dijo que mi recuperación ha sido brillante.
    Te felicito, esto merece celebrarse - y la invité a tomar algo, ella aceptó y juntos caminamos varias cuadras conversando hasta *que encontramos una
    confitería .
    Luego de consumir un par de gaseosas y de haber conversado amenamente, nos despedimos frente a la parada de micros, no sin antes prometer vernos un día de la siguiente semana..
    Ella ascendió al transporte y yo quedé extasiado observando como su figura se disolvía detrás del vidrio de la ventanilla del autobús a medida que éste se alejaba .
    Una vez que el micro se convirtió en un punto minúsculo ,comencé a caminar lentamente la vereda , se diría como flotando .Estaba seguro que mi relación con Dalia empezaba a gestarse .
    Era tal mi dicha ,que imaginaba ,que sí en ese instante me tocaba morir, aquella persona que recibiera mi corazón ,sería el ser más afortunado de la tierra .
    Instintivamente elevé la mirada al cielo, seguramente recordando lo que había aprendido de la religión católica , lo hice para dar gracias a Dios por haberme brindado la posibilidad de estar con el ser amado.
    Aunque no era necesario agradecer al cielo, el creador esta junto a nosotros en la misma tierra ,como su reino, como los ángeles, como nuestro espíritu , solo que nada de esto podemos ver, ni apreciar, mientras estamos encerrados en este traje de carne . * *
    Todo es un proceso reglado, como el nacimiento, como la vida, como la muerte, aunque en ciertas ocasiones hay espíritus que no encuentran el rumbo y permanecen vagando los espacios, para *ellos, Dios otorgó vida espiritual a los ángeles. Éstos espíritus alados recorren los vacíos infinitos, en busca de almas vagabundas para guiarlas por el sendero correcto.
    Mientras pensaba en estas verdades, el destino ( encadenamiento de los sucesos que Dios deja a merced de cada espíritu encarnado, para luego de acuerdo a su proceder poder juzgarlo en la vida eterna ) quiso que cruzara *por donde se encontraba una iglesia ,me detuve frente al pórtico y luego de meditar un instante, decidí entrar.
    Sabía perfectamente que Dios se hallaba tanto dentro como fuera de ese templo religioso, pero el silencio y la paz que ofrecía aquel recinto, era una buena forma de concentrar mi espíritu y poder conectarme con el mundo celestial.
    El templo se encontraba vacío de almas, solo el eco de mis pasos diluía el silencio. Caminé entre la hilera de bancos de la moderna iglesia con paso firme, en dirección al altar, mientras sutiles rayos solares que atravesaban su vidrioso techo iluminaban mi figura y parte del ambiente.
    Me arrodillé detrás de uno de esos bancos, junté las palmas de mis manos, entrelacé los dedos e inclinando la cabeza ,comencé a rezar frente a la eterna imagen de Jesús crucificado.
    No recuerdo el tiempo que permanecí orando, pero debe haber sido bastante, porque cuando volví de mi abstracción , los rayos solares habían cesado de colarse por la vidriosa bóveda *y a través de ella ahora se distinguían pálidas luces de estrellas lejanas.
    No había advertido que del otro extremo del banco, alguien estaba observándome.
    Era un sacerdote que de pié me contemplaba ,seguramente sorprendido por la vehemencia de mi rezo.
    El religioso se aproximó y sentándose a mi lado, preguntó.
    - Te he estado observando y por la concentración en tu ruego he advertido que posees una ferviente vocación espiritual .
    - Creo y tengo fe en Jesús, padre.
    Le respondí con tono orgulloso, sus negros ojos hacían parecer más penetrante su mirada y sus gestos amables y decididos seguramente le daban cierta *convicción en las cosas que predicaba .
    - Yo también creo en Él ,pero no solo basta con eso, asimismo hay que cumplir con las enseñanzas de Jesús ,comenzando por los preceptos del decálogo.
    Lo miré fijamente, de la misma manera que lo hacía él e insolentemente lo interrogué.
    - ¿ Usted los cumple padre ? * * * * *
    - Por supuesto, sino no me atrevería a vestir este hábito.
    Contestó visiblemente molesto, pero sin perder su compostura .
    - Sabes los años que me ha llevado estudiar y comprender la vida de nuestro señor Jesucristo y del dogma católico, toda mi existencia la he consagrado a Dios. - respondió -
    Creo que sí *se fastidió, cuando le dije...
    - Eso es de lo que reniego de la religión que me inculcaron de pequeño ,de los sacerdotes, de sus pares, salvo algunas excepciones la mayoría no sale de sus templos, sus conventos o claustros. Viven en ellos recluidos, aburguesados, manteniéndose con dádivas que reciben del estado o colectas o limosnas de fieles aburridos y decepcionados y el día que deciden traspasar los muros de su iglesia ignoran la miseria y sufrimiento de sus semejantes.
    - Esa es tu apreciación ,pero no la *realidad , además esta es la casa de Dios y con tus palabras lo estas ofendiendo.
    - No padre.- repliqué -
    - Usted sabe muy bien que Dios no tiene casa ,Él habita en todas partes, pues es la creación .
    - No digo que todos los sacerdotes sean iguales, pero a muchos los he visto dando misa o administrando el sacramento de una forma tan autómata , tan fría ,que pareciese que *sus espíritus carecieran de fe.
    El religioso sin dejar de mirarme, meditó un instante y luego pareció sincerarse.
    - Tal vez algo de razón tengas, pero tu debes ver al sacerdote como un maestro, solo como un *ser que predica la doctrina de Dios y lo que su espíritu realice ,deja que lo juzgue el Creador.
    Su concepto me pareció lógico, respondí .
    - Tiene usted razón ,no tengo ningún derecho a enjuiciar a nadie ,apenas soy algo pequeño, insignificante en la inmensidad del Señor.
    Nos despedimos amigablemente y mientras atravesaba nuevamente la hilera de bancos, percibí que la fe que irradiaba ese espíritu encarnado en la misión de sacerdote ,era tan o más intensa que la que contenía el mío .Ya que mi creencia provenía de la certeza y la de él de la *esperanza . *
    *


    * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * XIX



    TRES * AÑOS *DESPUÉS . . .



    La tarde de aquel domingo de invierno estaba abarrotada de gris ,el día se había tornado desapacible .Dalia *y yo nos encontrábamos sobre la alfombra del living de nuestro hogar, mirando fotos .
    Eran las fotos de nuestra boda .Un año había transcurrido del acontecimiento y estabamos sumamente felices.
    Su vientre se veía voluminoso, apenas días restaban para convertirse en primeriza y durante su embarazo no había sufrido ningún inconveniente, salvo los normales originados por su estado.
    Ella siempre se mostró gozosa desde el momento que se enteró que iba a convertirse en mamá .
    Conmigo no sucedió lo mismo, Dalia era una mujer trasplantada y yo no olvidaba eso cuando me enteré de su estado de gravidez *y aunque me sentí feliz ,no oculté la preocupación que me embargaba .
    Luego de varias consultas al ginecólogo, éste nos aseguró que ni ella ni el bebé correrían peligro por motivos del trasplante y que era muy probable que el parto fuera normal.
    Durante el transcurso de estos dos últimos años habíamos logrado algunos progresos, no en la captación de donantes ,que seguía siendo la asignatura pendiente.
    Sí no había *donantes ,no se conseguían órganos y si carecíamos de estos, muchas personas que aguardaban una donación morirían .
    De poco servían entonces los progresos logrados, que aunque eran importantes tecnológicamente como ser :ese formidable banco de datos sobre los sanatorios, clínicas y hospitales con el último y más sofisticado equipo de instrumentos quirúrgicos y de monitoreo y además donde se desempeñaban los mejores y más notables cirujanos .Secundados por expertos profesionales de distintas especialidades.
    También habíamos logrado construir una clínica gracias al aporte de donaciones de seres solidarios, se brindaba gratuitamente ayuda de recuperación tanto física como psicológica a todas aquellas personas que habían sufrido un trasplante.
    Poseíamos unidades móviles especiales aéreas y terrestres, siempre en estado de vigilia para el traslado de órganos desde cualquier punto del planeta ,con cámaras de temperatura adecuada para cada caso.
    Pero todo esto resultaba en vano e inútil al no contar con una masiva donación de órganos y cierto era ,que la lista de pacientes se acrecentaba *día tras día * Fragmento de esta novela
     
    #1
    Última modificación: 12 de Marzo de 2014
  2. luz

    luz Exp..

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    GRACIAS POR COMPARTIR ESTE BELLO ESCRITO EN ESTA TARDE HERMOSA...RADIANTE DE SOL...UN BESO GRANDOTE TE QUIERE TU AMIGA LUZ
    TE DEJO MI CORAZON...
    [​IMG]
     
    #2

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