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Celebrando a mi amada (Octavas reales)

Tema en 'Clásica no competitiva (sin premios)' comenzado por Adalberto Martin, 11 de Octubre de 2015. Respuestas: 3 | Visitas: 459

  1. Adalberto Martin

    Adalberto Martin Poeta recién llegado

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    1
    Ayúdame, amorosa, musa mía,
    si me permites este privilegio,
    de escribirte con toda mi armonía,
    para lograr el más sonoro arpegio,
    que concuerde con toda tu alegría,
    surgiendo de lo tierno y de lo egregio;
    vengan a mí tus más hermosos bríos,
    para llenar de amor los versos míos.

    2
    A ti con claro amor esto dedico,
    como cosas que nacen de la nada,
    y con estas palabras yo te explico
    que cada estrofa a ti va consagrada,
    y con toda verdad lo justifico,
    pues es cada palabra inmaculada;
    excelso resplandor aquí te ofrezco,
    y alumbrando tu vida te enaltezco.

    3
    Pues para celebrarte, musa mía,
    no hay palabras que puedan describirte,
    y solo más redundo con porfía
    en todo lo que quiero aquí decirte,
    que se resume en bien y en alegría,
    logrando más que pueda yo sentirte,
    ya que siempre te llevo en alta gloria
    para estar siempre juntos en victoria.

    4
    Lo más grande de ti con tu hermosura
    trataré de escribir en alto vuelo,
    aunque no sea digna mi escritura
    de plasmar ni siquiera tu modelo,
    pero sé que tu amor y tu dulzura
    serán la luz perpetua de mi cielo,
    para que resplandezca mi camino,
    haciéndote más mía en mi destino.

    5
    Ya muchos han escrito de belleza,
    y han cantado también con suave lira,
    de las cosas que da Naturaleza,
    y mucho más que lo que el cielo inspira,
    pero ahora al tenerte con firmeza,
    yo escribiré de amor que nunca expira,
    con más pasión que aquellos que escribieron,
    y que los que sus dulces cantos dieron.

    6
    El Sol resplandeció con luz más pura,
    los prados florecieron dulcemente,
    en perlas se tornó la roca dura,
    y los ríos pararon su corriente,
    al tú mostrar tu angélica hermosura,
    causando bello asombro eternamente,
    y se detuvo el tiempo caprichoso,
    para guardar de ti lo más hermoso.

    7
    Y yo que al poder verte tan hermosa,
    atónitos quedaron mis sentidos,
    tan dulce, tan lozana, tan gloriosa…
    pusiste en mí tus ojos encendidos,
    mostrándoteme excelsa… esplendorosa,
    como rayos del cielo despedidos;
    dame siempre tu gracia refulgente,
    y así unirnos los dos constantemente.

    8
    Eres más dulce y bella, musa mía,
    que la flor más hermosa de este mundo,
    más blanca que la luz de un nuevo día
    que trae el claro abril en un segundo;
    para mí lo eres todo… vida y guía,
    llenándome de paz, amor profundo,
    y de toda tu angélica terneza,
    que lo supera todo con belleza.

    9
    Tanto ya tu hermosura resplandece
    con mérito, fortuna y competencia,
    que todo lo que miras se embellece
    en pureza y en máxima excelencia,
    mientras que todo en perfección florece
    ante el mundo con solo tu presencia,
    sigue creciendo en mí como la espuma,
    pero con firme amor y extensa suma.

    10
    Con tu voz amatoria, bella y fina,
    llegaste a mí con suave y dulce acento,
    que sólo a más amarte me encamina,
    haciendo que te escuche hasta en el viento,
    como sonoridad que no termina,
    rodeándome en continuo movimiento,
    y que siempre se graba en mis oídos,
    enamorando todos mis sentidos.

    11
    Tu sonrisa tan suave y tan festiva,
    que hasta alegrar pudiere a la tristeza,
    a la mía mantiene siempre viva,
    llenándola del bien de tu belleza,
    y estando siempre en mí con fuerza altiva,
    me alegra tu sonrisa con pureza;
    que es todo lo que muestras en tu gesto:
    bondad, felicidad y amor honesto.

    12
    Tus ojos, cuya lumbre esplendorosa
    se manifiesta siempre con dulzura,
    que hasta la noche oscura y tenebrosa
    se ilumina con esa lumbre pura,
    y dando luz a cada estrella hermosa,
    firmemente mostrándose segura,
    y así quiero que siempre tú en mi vida,
    esa luz, la mantengas encendida.

    13
    Es tanta brillantez lo que en ti veo,
    que tanta gracia bella en ti se encierra,
    y en lo que en mí tú causas, yo lo creo
    como lo más sublime de la tierra,
    llegando a lo más hondo del deseo,
    donde mi amor al tuyo más se aferra,
    siendo lo más hermoso y lo más puro
    del pasado, el presente y el futuro.

    14
    Yo he visto amaneceres destellantes,
    muchas flores ornando las praderas,
    aves con bellos cantos incesantes,
    moverse con el viento las palmeras,
    he visto cosas bellas tan constantes,
    y por el cielo nubes pasajeras,
    pero nada es tan bello ni luciente
    como tu gran mirada permanente.

    15
    No sé por qué ni cómo a mí llegaste,
    solo sé que sentí la gloria abierta
    en tu presencia, cuando me miraste,
    quedando tu mirada descubierta.
    Y fue en esa ocasión que me llenaste
    la vida con tu luz hermosa y cierta,
    alegrándome todo en un momento,
    para ocupar contigo el pensamiento.

    16
    Con las nueve del coro bien podrías
    competir en belleza y en dulzura,
    y hasta en las maravillas tú cabrías,
    pues eres gran asombro en hermosura,
    en grandeza, en fulgor y en alegrías,
    así alcanzando la mayor altura;
    y siempre crecerás aún más hermosa,
    siendo siempre la más maravillosa.

    17
    Claro me muestra el tiempo con certeza
    que tu hermosura pulcra no termina,
    y aunque los años corran con presteza
    serás excepcional, amena y fina,
    pues así lo refleja tu belleza,
    que se mantiene siempre cristalina,
    ante el paso del tiempo riguroso,
    aún volviendo tu rostro más hermoso.

    18
    Esto que me dictaste, bella musa,
    con pureza y con pulcro sentimiento,
    inspiración ha sido muy profusa,
    de todo lo que guardo y por ti siento,
    que cada vez se vuelve más difusa,
    al tú alumbrarme más el pensamiento;
    tú y yo uniéndonos más con gracia viva
    para que así yo siempre a ti te escriba.

    Adalberto Martín
     
    #1
    Última modificación: 12 de Octubre de 2015
  2. Jorge Lemoine y Bosshardt

    Jorge Lemoine y Bosshardt MAESTRO

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    Emocionantes letras divinas y monumentales, fantástica publicación, felicitaciones.
     
    #2
  3. Adalberto Martin

    Adalberto Martin Poeta recién llegado

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    Muchas gracias, Jorge, por tus palabras. Muy halagadoras. Y gracias por leerme.

    Me alegro de que te haya gustado.

    Saludos.
     
    #3
  4. Jorge Lemoine y Bosshardt

    Jorge Lemoine y Bosshardt MAESTRO

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    Divinidad de letras excelentes de una composición maravillosa.
     
    #4

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