Citra

Eterna figura desenfadada,
que aparece y desaparece,
sin previo aviso, ni otra ley,
pero que siempre permanece.

Presa de una guerra civil,
acabando con la 'espera'nza,
necesitado de actuar,
comenzaba la batalla que perdí.

Alcanzando ver la primavera,
me sorprendió un paladín,
descubriéndome de las flores el papel,
destruyendo todo en lo que creí.

Prestando la atención, no antes recibida,
a esta herida que no deja de supurar,
nació de Stevenson la dicotomía,
la algaida del pensamiento,
aupando del sentido la importancia.

Te atreviste contra el sílex,
golpeando la entrada con desparpajo,
adivinando el engañoso paramento,
de papel de piedra caliza pintado.

Burlaste la escala de Mohs,
dinamitando tu pequeño rincón,
abriste tu propio nicho,
queriéndote quedar sin algún aviso.

Y es que antes no supiste,
que marras no habías partido.
Ahora confirmas, soberana,
tu presencia que nunca dejara.

 

Versos que amagan la presencia del amor y el anhelo.
Un placer.
Saludos

 

Gracias por tu palabras. Un cordial abrazo. Spassit