1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Cómo amarte en diez partes

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Jose Anibal Ortiz Lozada, 31 de Marzo de 2025. Respuestas: 0 | Visitas: 52

  1. Jose Anibal Ortiz Lozada

    Jose Anibal Ortiz Lozada Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    6 de Mayo de 2024
    Mensajes:
    1.077
    Me gusta recibidos:
    1.487
    Género:
    Hombre
    Mirarte es ver cómo el mundo se desmorona dulcemente detrás de ti. No es el fin del mundo, es su renacimiento. Cuando llegas, la gravedad pierde la vergüenza. Todo flota. También yo. Me descubro suspendido en tu gesto más mínimo, y sé que no hay catástrofe más hermosa que el instante en que tus ojos tropiezan con los míos.

    Te nombro sin sonido, porque decir tu nombre es invocarte. Y cuando te invoco, tiembla el aire. Te pronuncio en silencio, en los rincones de mi pensamiento donde no hay luz ni ruido, pero estás tú, encendida, vibrando. A veces basta pensar en ti para que el mundo se arrodille ante el misterio de tu existencia.

    Te deseo como se desea la lluvia después de un desierto largo. No por capricho, sino por necesidad vital. Hay sedes que no se curan con agua. Hay urgencias que sólo se calman con la humedad de tu boca, con el vértigo de tu piel cuando se enreda con la mía. Eres tempestad, y yo he aprendido a amar los días que anuncian tormenta.

    Te toco sin tocarte. Porque hay distancias que queman más que las pieles. Porque tu cercanía tiene el arte de hacerme doler dulcemente. Porque tu ausencia es una forma de presencia más feroz. Y cuando mis manos no te alcanzan, mis pensamientos se arrastran como fuego por el suelo donde caminas.

    Respiro por ti. No como metáfora. Como acto de sobrevivencia. Si alguna vez me ves cerrar los ojos cuando estás cerca, no pienses que estoy soñando: estoy absorbiendo la idea de ti, la fragancia que dejas, la vibración que eres. Tú no pasas. Tú permaneces, como un perfume en la memoria.

    Te espero sin reloj. Porque quien ama no mide. Sabe. Y yo sé que cada minuto sin ti se escribe en la piel, pero también sé que volverás. Siempre vuelves. Como las mareas, como el hambre, como todo lo que se necesita profundamente.

    Te sueño despierto. No porque duerma con los ojos abiertos, sino porque tu imagen se ha incrustado en mis rutinas. Apareces entre el café y el pensamiento, entre la palabra y el suspiro. Eres mi distracción preferida, mi vicio más noble.

    Te aprendo sin reglas. Porque eres un idioma sin gramática. Y yo, torpe pero hambriento, intento descifrarte en cada gesto, en cada silencio. Tus labios, tus hombros, tus pausas... Todo en ti tiene una sintaxis que quiero conjugar hasta la última sílaba.

    Me pierdo en ti y no dejo pistas. No quiero volver. Si alguna vez regreso, será con la lengua llena de metáforas y las manos oliendo a ti. Me basta un segundo contigo para olvidar todos los mapas, todos los relojes, todas las salidas.

    Te amo como se ama la respiración: sin pensarla, pero sabiendo que sin ella no hay vida. Eres mi oxígeno secreto, mi hábito, mi rito. Te amo no con palabras, sino con el cuerpo entero: con los párpados, con el vientre, con la sombra. Y si eso no basta, te amo también con lo que no sé nombrar.
     
    #1

Comparte esta página