Como paran los otoños.

Toda mi soledad.
Te la di toda y mi cuerpo no paraba de sangrar.
Toda mi oscuridad.
No había luz ni nada más porqué morir.
No había estaciones ni paradas dónde huir.
Dónde esconder mi corazón,
tan lleno de verdad y tan desnudo.

Toda mi libertad, tan sólo versos entendía.
Toda mi realidad, tan sólo huesos sostenía.

Pero mi amor se estaba quieto,
en ti paraba como paran los otoños.
Como paran los otoños de ser libres.
De estación en estación, se desnudaba.
Sin más opción que morir acorralado,
en ti sangraba siempre al filo de tus labios.
Cada mueca de tu rostro, cada esquina,
en ti sangraba cada beso y cada estrofa,
cada estrella condenada a ser tu esclava,
a morir iluminada en tus pupilas.

Por ello miro el cielo cada noche.

"El amor no duele tanto sino mata", le dice tu recuerdo a mi fantasma.

Cuando sólo eramos uno, sólo uno.
Cuando no existía el tiempo ni el espacio,
yo te juro que mi amor se estaba quieto,
que en ti paraba como paran los otoños.

 

Un hermoso poema melancólico lleno de intensidad y sentimiento. Un placer leerle.

 

Muchísimas gracias compañero, me provoca un enorme placer leer tus comentarios, feliz equinoccio de Otoño, un abrazo fuerte cargado de energía positiva. Hasta pronto!

 

El placer es mio. Bueno, lo compartimos. jaja Un abrazo fuerte y gracias por la visita,hasta pronto!

 

Un poema melancólico que lleva un desgarrador grito de liberar cadenas del pasado. Saludos.

 

Hermosos versos, muy sensibles y emotivos...
Un gusto leerte querida amiga...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Algo de libertad hay si, algo. Saludos para ti también.

 

El gusto es mio siempre, un abrazo muy fuerte con todo mi cariño, hasta pronto.

 

Es triste que el pasado nos inunde con melancolía y solo malos momentos, al menos esos siempre recordamos. De todos modos, nos sirve para crear tan bellos versos como los tuyos, generando tan valioso trabajo. Un gusto conocer tu taller de versos. Te saluda, Drümz.

 

El gusto es compartido. Un abrazo fuerte. Hasta pronto.