como un Quijote

Quién te quiere a tí, Celeste?
Este;
Quien te dice: yo te Quiero,
Caballero;
Quien te lleva por Delante,
Andante.
El que desea tu Suerte
y ha de Amarte a tí, Primero
ha de ser sino, Sincero:
Este Caballero Andante.

Cheros, el Fidalgo

 

Me gsutó..
sólo cambiaría el signo de exclamación del final.
Estrellitas armoniosas.

 

Me gusta que te guste, los Ovillejos; intenta componer uno para mí y otro inspirado en Tí, para saber, cómo salen;
de momento, esto yá Vale y te mando mis acordes con tu armonía, Armonía.
Reiterativamente.
cheros

 

No sé, la Edad que tu tienes
ni sé, cuando tu Naciste,
no voy a ponerme Triste
si el Secreto lo mantienes;
Amo bien a las Mujeres,
como puedes suponer,
y a Tí, como Mujer que eres
sin poderme Contener;
no inporta ćomo tu Eres
tampoco inporta la Edad,
el color, de dónde vienes,
tan sólo, si tu me quieres
con tu Eterna Mocedad;
puedo ser muy bien, tu Amigo
quizá no seré tu Amante
en cuanto Edad se refiere;
desde hoy en adelante,
si estás de acuerdo conmigo,
sólo decirte: Te quiero!
Quieres tambien ser, mi Amiga?

 

Maramín, la Política del Botín:
Y dice, el Politiqueador
a la prensa, lamentando,
Políticamente hablando:
¨Nada tengo que decir¨;
se habrá, a su vez, d´esperar
al Político orador
para escuchar, sin pudor,
lo que no se puede hablar
porque apesta, tanto olor;
la Política, Señor,
se forja yá, debatiendo
mas, lo que no más entiendo:
El habla del Politiqueador;
la Oratoria, que´s un Arte
y el Arte del bien decir
sive bien para Mentir
y propio provecho, aparte;
hablando de Politiquear,
de Politiquear hablando,
hablo así parlamentando
sin decir nada, al hablar;
Ay! de aquel Politicón
que la Política asume
y de conocer, presume
del Politicastro, Razón;
la Razón de lo Político
reconcilia la intención
de razonar, sin razón,
llenar repleto al Panzón
y, Defecar todo Público.

 

Armoniosamente armonizando, Armonía:
Dulcinéa del Toboso
que existes en mi Ilusión
amándote con Tesón
cual Hidalgo Generoso;
sólo en la Ilusión Regozo:
la Verdad, que me Amedrante,
tu Cordura, que me Espante,
la Locura, me Embelese
y es tu Alma la que Bese
este Caballero Andante.
Vuestro Quijote

Réplica de Dulcinea
Hasta el Alma yá, me duele
el que penseis harto en mí,
y lo que anhelo de Vos,
vos lo sabeis, por sobrado;
os confieso con agrado
que las palabras de Usía,
al decir con Pleitesía,
avivan, la melancolía
en mi Cuerpo no agraciado
con un Amor, desgraciado;
dejád el Verbo de lado,
no basta lo Celestial,
prefiero vuestro cuidado
y la atención terrenal
de ser conmigo cabal
y palparme, enamorado;
pido su mano, en mi pecho
y vuestro beso, en mis labios
para olvidar los agravios
d´este cuerpo tan maltrecho;
si Verdad, es Ilusión
yo´scojo de Vos, Mentira,
prefiero la Carne Viva
a vuestro hueco Sermón;
amémonos con Locura
que perdure, con tesón,
con el Cuerpo, bien estrecho,
y olvidemos la Cordura,
que´sta Ocasión, no perdura;
cuando la tenga bien dura
para levantar Barbecho,
venga vos presto a mi Lecho
que mi Ardor, bien breve dura.

 

Digno intento que enseña que el movimiento se demuestra andando y progresando.