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Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por xantos123, 13 de Junio de 2014. Respuestas: 0 | Visitas: 746

  1. xantos123

    xantos123 Poeta recién llegado

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    Incidente XH342, año 1253 del 2ºGenesis, Mayor Itasi:




    Sangre, sangre... elixir de vida, que triste es ver como se derrama inútilmente.

    Los tambores retumban en la lejanía, junto con los cuernos, una advertencia de que esto acaba de empezar, la luz del día alumbra los cuerpos ensangrentados, arremolinados entre los que aún combaten, los gemidos de los moribundos también se oyen, pero quedan relegados por los gritos de batalla de los guerreros.

    El silencio pronto se adueñará de este lugar, pero será después de que la masacre llegué a su fin. Ahora, son las armas las que hablan, las que gritan, las que sacian su sed con la sangre de sus enemigos. Ram lo sabe, un veterano sabe esas cosas, por eso dedica una aviesa sonrisa a su adversario, un guerrero hoplita armado hasta los dientes, un veterano, como descubre al mirar a sus duros ojos, fríos y ardientes. El hoplita no saluda, no espera, se lanza hacía adelante para ensartarlo, confiado en su experiencia, pero está equivocado con un quiebro y un rápido movimiento Ram desvía la lanza , el hoplita se rehace y vuelve a atacar y vuelve a atacar y vuelve atacar. Pero todos sus ataques son desviados, Ram sabe que debe cansarlo hasta hallar un punto débil, hasta que baje la guardia, así que giran y giran, los dos combatientes enzarzados en una lucha individual, indiferentes al resto de la carnicería, a la sangre, a los cadáveres, a los moribundos, a los demás combatientes que libran sus propias batallas. Ram sabe que puede vencerlo sólo debe esperar, sólo eso, esperar. Y tal como aguarda el momento aparece, un brecha, un descuido, el oponente baja demasiado el escudo desprotegiendo su costado. Es el momento se dice, con un rápido movimiento levanta su cimitarra y descarga un fuerte golpe desde arriba que debería haber partido al maldito, pero éste se rehace, es una artimaña y ha caído en ella. Más rápido de lo que hubiera pensado el hoplita bloquea con su escudo la cimitarra al tiempo que realiza un barrido con su lanza hacía las piernas de Ram. Tiene éxito, Ram cae con una fea herida en su pierna izquierda, idiota, se ha confiado y ha caído en una trampa. Pero aún tiene tiempo de recuperarse, mientras cae, rueda hacía un lado y descarga un golpe a las piernas del rival con tan buena fortuna que siente que impacta contra algo y escucha el grito de dolor del otro. No hay tiempo para detenerse, con un ágil movimiento se pone de rodillas y descarga otro golpe al oponente dándole en un costado, atravesando carne y hueso, el golpe es mortal. Ram se levanta mientras el otro da sus últimos estertores y entonces lo ve....

    Otra vez, en medio de la batalla, rodeados como están de enemigos Tok le está mirando, como si la batalla no existiera, se encuentra inmóvil, observándole, rodeado de guerreros luchando a muerte, es extraña la tranquilidad que transmite en medio del caos. No por primera vez, Ram piensa que a ese hombre no le importa morir, viendo la despreocupación que demuestra en el campo de batalla. Pero a pesar de todo es un guerrero a tener en cuenta, lo ha demostrado en muchas batallas. Cuando vuelve a mirar Tok ha vuelto a la lucha.




    Codo con codo luchamos, codo con codo defendemos nuestras vidas, codo con codo damos muerte a nuestro enemigos, codo con codo sobrevivimos. El terreno convertido en un lodazal de barro y sangre hunde nuestras sandalias de esparto en el cieno, dificultando nuestros movimientos. Armados solamente con nuestras cimitarras y escudos de mimbre somos la infantería del poderoso Emperador Maito V, señor de las tierras altas y de las llanuras orientales. Combatimos a su hermanastro Tain II, usurpador del Trono de Hierro. Nos hallamos en la llanura de Sargasis, es mediodía y los enemigos de nuestro señor han lanzado una ofensiva general con todas sus fuerzas a través del Río Oisi, cogiendo desprevenida a la retaguardia de nuestro ejército. La situación es desesperada, nuestras fuerzas están atrapadas y luchan fieramente por sus vidas, la derrota es inminente. Muchos han huido, los que han podido, los demás luchan sabedores de que la derrota equivale a la muerte. El usurpador no se caracteriza por su bondad, el castigo por la insurrección es la muerte y antes de que acabe el día mil cabezas coronaran las picas de sus soldados cuando entren en la ciudad de Mens. La situación es inmejorable para conseguir mi objetivo, quizás sea hoy el día, Ram combate a mi lado y estamos siendo superados por el número de nuestros enemigos. Por supuesto, fiel a la ley me mantengo al margen, observando, esperando, de vez en cuando algún guerrero enemigo se lanza en mi dirección y debo defenderme. Sí, esgrimo la cimitarra contra otros pero sólo en defensa propia nunca para matar. Tan pronto puedo me desembarazo de mis adversarios sin causarles daño y vuelvo al lado de mi compañero. He pasado dos largos años esperando, aguardando este día, estoy un poco nervioso, esto nunca es fácil, se establecen lazos de amistad que no son fáciles de romper, pero nuestra misión exige sacrificios. En estas tierras soy conocido como Tok y me he forjado una buena reputación entre estas gentes, quizás pueda deberse a que he luchado en más batallas de las que quisiera recordar y he sobrevivido a todas. Para ellos soy solamente un grandullón con poco cerebro, un bruto fácil de manejar y así debe continuar. En todos estos años, desde que fui destinado a estas tierras he escogido varios excelentes candidatos y en estos momentos, en medio de esta batalla tengo a tres posibles, pero sin duda el mejor es Ram. Desde que lo conozco no me he separado de él, le veo madera de líder, es un excelente guerrero, valiente, decidido, inteligente, con dotes de mando, será un magnifico oficial. Sólo debo estar ahí cuando suceda.



    Lo primero es evitar morir desangrado, Ram mira a su alrededor la llegada de posibles enemigos, con rapidez desata una de las cintas de su brazo y la coloca rodeando la herida haciendo un torniquete improvisado, luego se incorpora y apresta la cimitarra y el escudo para combatir, sabe que la única salida es llegar hasta el río y confiar en su fuerte corriente. Rodeados de enemigos en una llanura escapar a pie es un suicidio, sobre todo si tenemos en cuenta que el enemigo dispone de una veloz caballería. Con unos cuantos gritos consigue organizar un grupo de veteranos guerreros, leales compañeros de armas, a los que explica la situación:


    • Debemos avanzar hasta el río, es la única posibilidad de escape, debemos nadar y dejar que la fuerza de las aguas nos arrastre río abajo. ¿Quién está conmigo?.

    Todos a una lo siguen y cargan contra el enemigo buscando una brecha para llegar a su salvación. Ram descubre con alivio que Tok va con ellos, ese gigantón parece un inmortal, cualquier enemigo se lo pensaría dos veces antes de enfrentarse a esa mole de fuerza bruta. Por un momento, sus ojos se cruzan y puede ver esos ojos grises que parecen tan extraños, un hombre misterioso este Tok. A todos los que ha preguntado no han sabido decirle nada sobre él, sólo que apareció hace años en el campamento, un guerrero sin pasado, sin familia, sin amigos. Un misterio que ha fascinado a Ram desde que Tok se acerco por primera vez a él y pidió ser su hermano de armas. Aún hoy se pregunta por qué lo hizo y por qué sigue a su lado.




    Corremos, corremos y nos abrimos paso como podemos, la situación es cada vez más peligrosa, ante nosotros una débil barrera de lanceros nos cierra el paso hacía el río, como un alud y un grito de muerte nos lanzamos sobre ellos como cuervos sobre un festín, muchos caen en la primera oleada, pero la segunda consigue romper sus líneas dejando un resquicio para la esperanza, como una manada de lobos hambrientos los hombres se lanzan entre las brechas, es la desesperación la que les empuja y les da la fuerza. Debido al caos, me veo enfrente de un oficial enemigo, un hombre robusto que porta un escudo de bronce de buena calidad, así como un peto de cuero, un casco dorado y una hacha ensangrentada. Me mira y se lanza a por mí sin que pueda rehuirle, tengo que detener su hacha con mi cimitarra, arriba, abajo, finta, esquiva, golpe lateral, vuelta, arriba, es bueno, ataca sin miedo y con decisión, posee una gran fuerza pero contra mí no tiene posibilidades, juego con él un rato y mientras bailamos, observo a Ram. Entonces de improviso gritan una advertencia, ¡protegeos!, un segundo después un centenar de flechas caen sobre nosotros.



    La advertencia llega tarde pero Ram consigue protegerse con el escudo, ve como las flechas siembran la tierra de muerte, más y más camaradas caen atravesados por ellas, son varias oleadas, llama su atención Tok su elevada estatura le hace vulnerable, demasiado para salir ileso, pero a pesar de todo tiene una rara habilidad para salir ileso de estas situaciones. Esta vez, parece que lo ha cogido desprevenido luchando con un adversario, apenas le da tiempo de levantar el escudo para protegerse y en esto algo extraño sucede una flecha parece que le alcanza en un brazo y lo hiere. Antes de que Ram pueda reaccionar una ondulación, una fluctuación envuelve a Tok, acompañado de un raro resplandor, en un visto y no visto Tok desaparece y en su lugar algo aparece. Ram no puede describirlo de otra forma, durante un momento todo parece detenerse a su alrededor, todos se han dado cuenta del cambio y ahora miran embobados a esa cosa.
    Amigos y enemigos quedan paralizados ante la visión y la batalla cesa en toda esa zona, un temor reverencial se palpa en el ambiente, algunos se han inclinado temerosos de despertar la ira de una deidad. Tok ha desaparecido y ahora en su lugar, portando sus armas y su escudo se halla un ser desconocido, de un color blanco translucido, delgado en extremo, sus extremidades como palillos terminan en delgados y alargados dedos, su cabello largo de finas hebras plateadas le llega hasta la cintura, su cara de afilados rasgos muestra unos ojos de un azul cielo intenso, y ahora están clavados en los hombres que lo observan. Parece increíble pero hay un completo silencio ahora. Sin mediar palabra el ser, o la cosa, o lo que sea, abre un bolsillo y quita lo que parece ser una pequeña bola de color azul que lanza al aire. Antes de que nadie pueda reaccionar, han pasado apenas unos segundos, la bola explota y una intensa niebla se extiende por esa parte del campo de batalla dejando a todos inconscientes al instante.




    • Mayor Itasi llamando a Central,
    • Aquí Central, ¿ha logrado ya el objetivo?, enviaremos equipo de extracción en unos días.
    • No, error en protocolo de evaluación de objetivo, mi pulsera AMI fue dañada durante un combate revelando mi aspecto. La situación es complicada, solicito ordenes.
    • Eso es imposible su escudo personal protege la AMI.
    • Tuve que debilitarlo para simular combates reales y permitir heridas superficiales, no creí que pudiese dañarse la AMI.
    • Fue un imprudente, esto traerá consecuencia, tendrá suerte si no se le abre un expediente por esto. ¿Cuántos testigos?
    • Calculo que unos 50, antes de que pudiera aislar la zona. La pulsera ya fue reparada.
    • ¿El sujeto objetivo está preparado para la extracción?
    • No he podido, aún no es el momento, no está preparado.
    • Está bien, proceda con el protocolo R6, borre memoria de testigos y retírese para evaluar situación y posibles consecuencias futuras.
    • Procedo según las ordenes.
    • Esperamos su informe.

    Debo usar el compuesto U3, con rapidez lanzo otra bola, esta vez negra, que explota esparciendo un gas que borrará el último cuarto de hora de sus mentes antes de despertar.


    • Ram escúchame, debes despertar, no puedo esperarte estoy herido y debo marcharme, voy hacía el río, intenta salvarte, si lo logras volveré a encontrarte, no lo dudes, adiós.



    Exodo, año 1 del 2º Genesis, Dama Isema :





    • Debemos irnos.
    • ¿Ya?
    • Sí, los demás ya han cruzado.
    • ¿Cuántos?
    • Todos los que hemos podido salvar, 3433 personas. Nosotros somos los últimos, la cuenta atrás ha empezado dentro de 5 minutos estas instalaciones volaran por los aires.
    • Sólo 3433 personas, a eso se reduce nuestra raza, después de milenios de evolución nos hemos convertido en una raza moribunda y nos vemos obligados a abandonar nuestro hogar.
    • Fundaremos uno nuevo allá a donde vamos, volveremos a empezar...
    • ¿Y eso borrara la muerte de millones?
    • No pudimos hacer nada, tú sabes que nos cogieron desprevenidos, habíamos olvidado las guerras, no estábamos preparados para una invasión.
    • No, una invasión, no, un genocidio, un exterminio, han arrasado nuestro planeta, ¿por qué motivo?
    • Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero algunos siguen especulando que nos veían como una amenaza que debía ser eliminada. Hace un milenio fuimos un imperio que se extendía hasta los confines de la galaxia, podríamos volver a serlo algún día.
    • Pero acaso no sabían que renunciamos a todo eso, que abrazamos las enseñanzas de Ibraal renunciando a ese triste pasado. Vivíamos en paz desde hace siglos, nuestra gente era pacifica, les ofrecimos rendirnos y no nos hicieron caso. Aún ahora siguen bombardeando nuestras ciudades, a pesar de saber que la radiación ha erradicado toda vida de la superficie del planeta.
    • Debemos irnos.
    • No has pensado en quedarte, en compartir el destino del resto de nuestra raza. Sería tan fácil abrir las compuertas para subir a la superficie, desearía volver a ver la superficie.
    • Eso sería puro egoísmo, ahora nos debemos a nuestra gente, a aquellos que han sobrevivido y nos necesitan, ¡somos tan pocos!
    • Pero ¿qué nos espera después de atravesar el portal temporal?.
    • Un comienzo, un mundo donde poder sobrevivir y preparar nuestra venganza.
    • Y quien te dice que no sea eso lo que comenzó todo esto, después de todo ¿por qué nos atacan? ¿por qué están tan empeñados en exterminarnos por completo? ¿por qué no sabemos quiénes son? No puede ser esto una respuesta a una agresión anterior, una que ya hemos olvidado, no puede ser que nosotros hayamos empezado todo esto. Y si lo que debemos hacer es olvidar y seguir adelante.
    • Nuestros líderes han hablado, han proclamado el Jator, la deuda de sangre, la venganza será transmitida generación a generación hasta que sea cumplida.
    • ¿Y las enseñanzas de Ibraal?
    • Nos han llevado al desastre, eso ya es una respuesta, venga vámonos, despídete de este mundo, nos aguardan.
    • Adiós, hogar, algún día volveremos.



    Exodo, año 332 del 2º Genesis, Consejero Utum:




    • La ley es clara al respecto, no debemos interferir en los acontecimientos futuros.
    • Pero acaso que nosotros estemos aquí no es ya una intromisión en esos acontecimientos, no es eso ya suficiente para que la historia cambie.
    • No mientras sigamos la ley, si al árbol le podas las ramas y dejas su tronco intacto seguirá creciendo, del mismo modo si no afectamos a los acontecimientos más importantes la historia seguirá su curso.
    • Pero, ¿qué acontecimientos son los más importantes?
    • Una pregunta para la que no tenemos respuesta, pero recuerda que trajimos con nosotros a Adán y Eva, sus conocimientos sobre nuestra historia nos ayudarán en la tarea que nos aguarda.
    • Pero hemos retrocedido hasta una Era de la que no tenemos noticias, ¿es seguro interferir de este modo?
    • Sabes que se ha declarado la Neutralidad hasta que nuestros conocimientos sobre la historia nos permitan decidir cómo actuar. Nuestra gente espera y seguirá haciéndolo. ¿Se ha tomado una decisión sobre la isla?
    • Sí, se ha comprobado que esta deshabitada y con los recursos necesarios, pero se han planteado dudas.
    • ¿Dudas?, debemos aislarnos del resto del mundo antes de que nuestro pueblo sea descubierto. Esa sí que sería una intromisión inaceptable.
    • Se ha hablado de trasladarnos al subsuelo, las cámaras subterráneas...
    • ¡Aún es pronto para tomar esa decisión, maldita sea en que están pensando, debo hablarles!
    • Consejero, tienen su razones, en la historia antigua se hace referencia a un continente perdido más allá de las columnas de Hércules, un continente habitado por una avanzada y poderosa civilización. Temen que esa isla sea el mítico continente perdido de la Atlántida.
    • Más razón para trasladarnos a ella, acaso no lo ves, ¿quién os dice que no formamos parte de la historia? ¿quién os dice que no estamos destinados a convertirnos en los antiguos y misteriosos atlantes?
    • Eso es imposible.
    • ¿Eso crees? Al cruzar el portal temporal, quizá sólo hemos cumplido con la historia.
    • No puede ser, nuestros sabios...
    • Dama Isema, es una de nuestras mayores sabias y siempre ha defendido que todo está conectado, que el mundo gira, cambia, muta, pero todo tiene su razón de ser, que nos movemos en un ciclo ininterrumpido de principio y fin, un círculo perfecto que nadie que no pueda vivir millones de años podría percibir.
    • Esas ideas son anatema, no deben decirse en voz alta mi querido amigo.
    • Entonces, que la historia decida.
     
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