Con el manto que me cubre .

Con el amor que te tenía...me hice un sayo tan grande como las ganas de encubrir el ansia que me incita a escapar del olvido.

Inviernos enteros los pasé al amparo de sus calores, obviando la crudez que las aceras otorgaban a mis inclementes y escarchados pesares.

La calle no se hizo para quien piensa que las chimeneas son el centro del hogar y que los sueños son sólo para vivirlos.

Pero entre sus alcorques me ví sembrado en cosecha tardía y sin más pudor que el que me quise otorgar me arraigué en semblanza de aptitudes...renegué de cualquier pesar que no se atuviera a la premura que exigían mis justas demandas.

Y a pesar de ello morí...

Luego si quieres , cuando resucite y si acaso conseguimos dejar de quejarnos... podríamos empezar a hablar de amor .

A.A.A.