Condenación

Ya es noche en mi terco espíritu,acongojado por los murmullos pavorosos que el maldito Lucifer inocula subrepticiamente hasta la médula profunda de mi esencia eternal.Entonces vuelvo con mis ojos llorosos de sangre coagulada a mirar el firmamento fúnebre de la aurora crepuscular y,para mi sorpresa,observo cómo los luceros se desintegran en un descomunal alarido diabólico. Enfebrecido por el terror visivo de tales portentos sobrenaturales intento cerrar los párpados de lúgubre ensueñoero una hipnótica voz interior,ominosa y terrible,sacude con profusa violencia las negras pupilas dilatadas...para que así no pueda sumergirme en un sueño reparador,teniendo que aguantar estoicamente el espectáculo aborrecible de una bóveda celeste cuyos encantos inocentes ya ha se evaporaron para dar paso a la calumnia pecaminosa de un caos incorregible que desafía espartanamente a las leyes sagradas de la santa naturaleza.

No pudiendo aguantar más,mi alma,ya entregada en su fondo más profundo al magnánimo príncipe de las tinieblas,pide en un susurro apenas audible el fin condenatorio de tales visiones tremebundas...y para glorioso remanso de paz difunta me es concedido:a cambio de la muerte en vida de mi amado corazón en llamas...