1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Confidencias

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Damita, 2 de Mayo de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 532

  1. Damita

    Damita Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    9 de Marzo de 2010
    Mensajes:
    70
    Me gusta recibidos:
    23
    Género:
    Mujer
    Sí debo confesarme culpable lo hago con el mayor gusto del mundo, puede venir el juez y dictarme sentencia, que me envié a la cámara de gas en cuanto firme esta declaración o que me castigue a 100 años de prisión. Valdrá la pena lo sé, pero, ¿de qué se me puede acusar?, ¿se considera un crimen o pecado haber disfrutado de tu belleza?
    Me declaro totalmente culpable por haberme dejado llevar alguna vez por tu espíritu de aventura, por tus locuras sin remedio, tus caderas que me llevaban a toda velocidad por el camino de la perdición, tenías menos edad que yo, pero como disfrutaba remontarme a esa juventud que transmitías y contagiabas, esa juventud que sin pensarlo me llevaba a hacer el amor en lugares prohibidos una y otra vez.
    Si, fui yo quien murió por la boca y dejo que atraparan su estomago con todas y cada una de esas recetas, me cocinabas a fuego lento, estaba consiente y lo permitía, me daba placer una cena y luego soñaba con tenerte de postre, que podía hacer si todo aquello era un manjar digno de Dioses.
    Lo admito, Tus rizos cortos me hicieron perder la razón, y me imaginaba todas las noches enredando mis dedos en ellos, jugando con tu pircing y dejándome dominar por tu fuerza, esa fuerza que siempre quería controlarlo todo, esa misma que quise probar en una cama.
    Más de una vez anhelé pertenecer a tu colección de lentes oscuros, los mismos que cubrían tus espectaculares ojos azules, esos ojos que al verlos me hacían contemplar el mar, combinándolos con tu cabellera rubia, quería ser uno de ellos y desde allí vigilar lo que veías, y protegerte de toda esa gente que siempre tu belleza admira, porque si, te sentía mía aunque no debía.
    Claro que también quise ser más pequeña, deseaba tanto que me guardaras en una de tus gigantes carteras, que me llevaras a todas partes contigo y como la gran maestra que eres me enseñaras todo lo que aun no se de las mujeres, lo leíste bien, todo, quise graduarme contigo, tal vez en un salón que nos sirviera de escondite o testigo.
    Como negar que tu sonrisa me enloqueció, fue atracción a primera vista, remodelaría mi casa entera y pediría millones de presupuestos solo para volver a ese momento, no lo niego le vendo mi alma al diablo si me permite disfrutar aunque sea por accidente de esa piel de porcelana, que me quema en cada roce, de esa mirada que enciende los sentidos y me pone a mil los latidos. Olvidando con quien estés prestaría mas atención a este fuego que con cada mirada nos domina y que nos dice que terminemos de cruzar la línea porque ya no podemos negar que olemos a peligro.
    Después de esta confesión me declaro culpable y espero con ansias mi castigo, no tengo remedio si lo que deseo es tener una historia contigo.
     
    #1

Comparte esta página