Congoja.

Tu dejaste que el sueño se cayera,
que el viento se llevara la ilusión,
se deshizo aquel lazo de listón
que ataba entre tus versos mi quimera.

Tu dejaste pasar la primavera,
te esperé en el verano con pasión,
mas llegado el invierno, mi tesón
fue cediendo vencido por la espera.

Y acepté tu desdén con el deseo
de que otra boca al darte su dulzura
lograra florecer en ti alegría.

Aún el tiempo en mi alma no sutura
la herida que ha dejado el devaneo
de soñar que tu sueño yo sería.
​

 

Buen soneto, Luciana, pero me has hecho recordar una época amarga.... y es que cuesta mucho aceptar el desdén de la persona que amas. Tienes razón, además, el tiempo no sutura ese tipo de heridas.
Ha sido todo un placer entrar en tus letras.
Un abrazo.
Javier

 

Querida Isabel. Buena observación, a lo mejor ya ni sueña. Le exijo demasiado. Muchas gracias por tu acertado comentario. Un abrazo.

 

Querido Javier, lamento los malos recuerdos que te he traído. Pero ya pasó, ya no lo pienses. Gracias por tu amable comentario. Un beso.