Conocerse

La sala de espera se encontraba rebalsando de gente impaciente por encontrar un alivio para su malestar pasajero o crónico.
Yo, simplemente esperaba mi turno para un simple análisis de sangre, rutina que le dicen.
Frente a mí, un joven de unos 22 años aproximadamente, devoraba un chicle en su boca y una revista de actualidad con sus ojos. Auriculares calzados en las sienes y un dejo de despreocupación manifiesta.
Seguían entrando muchos y saliendo a cuentagotas. La llamada por los altavoces era muy espaciada, demasiado.
Seguía yo observando a todos como mi mala costumbre me obliga a hacer.

La puerta volvió a abrirse y los pasos silentes y acompasados del anciano llamaron la atención de todos. Ese tipo de personas que irradia “algo”, imán de todas las existencias ajenas.

Se acomodó en el asiento contiguo al mío que un segundo antes había sido desocupado.
Apenas transcurridos tres o cuatro minutos, comenzó a interesarse por mi presencia allí.
Comenzamos un diálogo ameno que nos trasladó a casi la totalidad de su vida.
Finalmente, la pregunta obligada:

- ¿Porqué está aquí, abuelo?
- Vengo a curarme de una herida que me hice hace unos días, trabajando en la quintita del fondo de casa…-
Se arremanga con calma y me muestra unos magullones violáceos que dibujan gran parte de su brazo.

- Espero que me atiendan pronto, porque en casa me espera mi viejita… -
- ¡Que lindo eso!, ¿muchos años de casados? –
- Uhh!!... tantos que perdí la cuenta… muchos inviernos juntos… pero ahora, pobrecita, está mal…

Sus ojos cansados, se anegaron repentinamente.
Antes de que pudiera preguntar, continuó.

[SIZE=3]- Tiene Parkinson desde hace un año, y cada vez es peor; estoy detrás de ella las 24 horas, ya no me reconoce, no sabe quién soy, y eso es muy triste, muy duro… sufro mucho por ello.[/SIZE]

[FONT=Trebuchet MS][SIZE=3]Mientras el anciano decía esto último, el joven del chicle lo miró y casi de forma irrespetuosa, le espetó: - ¿y si sufre tanto, si ya no sabe quién es usted, porqué no la interna en un geriátrico y vive en paz?[/SIZE][/FONT]

[COLOR=maroon][FONT=Trebuchet MS][SIZE=3]El hombre, aún con los ojos tristes, lo miró y con una calma pasmosa, sólo atinó a contestarle: - Porque yo hijo, yo todavía sé bien quien es ella…-[/SIZE][/FONT][/COLOR][FONT=Trebuchet MS]

[COLOR=maroon][FONT=Trebuchet MS][SIZE=3]El muchacho enmudeció. [/SIZE][/FONT][/COLOR][FONT=Trebuchet MS]
[COLOR=maroon][FONT=Trebuchet MS][SIZE=3]Volvió a mirarme y esbozó una dolorosa sonrisa[/SIZE][/FONT][SIZE=3][/size][/COLOR][/FONT][COLOR=maroon][SIZE=3][/size][/color][/FONT][COLOR=maroon][SIZE=3][/size][/color][SIZE=3][/size].

 

El transcurrir de los inviernos, de cada estación temporal, podra desconocer el reflejo espectral, pero la esencia, esa, continua, aun entre desconocidos cotidianos, aunke sea un solo rumbo, nitido, real dentro de la irrealidad, haaaay, me inundo el corazón tu escrito, excelentes letras, un placer leerte
Kikos y Abrazos apretaditos
:::hug:::

 

El amor verdadero dura para siempre, una historia que lo demuestra; increible y conmovedora historia, si me pasara, mmm, yo me tiro a llorar je je.

Un abrazo, saludos ^^

 

ayyy que hermosooooooooo, me emocionó... muda....
que lindo como lo contaste y que bella historia de amor.
bravo por el abuelo!! besos a los dos, estrellas a ti .

 

Gracias charo, amiga.
Es una alegría que te haya emocionado.
Es muy cierto lo que dices... gracias a Dios.

Kikos rikos y abrazos apretaditos

Diego

 

En el fondo, de una u otra manera, a todos nos pasa, no es necesario tener Parkinson para entender la grandeza del verdadero amor.

Abrazos Viten,
Diego.

 

Enhorabuena Marcela, tu emoción es el mejor comentario.
Gracias amiga.

Besos,
Diego.

 

Bello escrito salido de tu pluma,ojala llegase una a esa edad y saber que se siente en esos momentos,porque hasta ahora sé lo que siento, y son bastantes años ya...pero,nunca se sabe si llegara ese momento de ese sentir de ese viejo.Un placer siempre pasar por tus letras

 

Gracias Rosa, es cierto, a veces, no sabemos exactamente qué sentimos hasta que nos enfrentamos a situaciones límites.

UN BESO,
dIEGO.

 

Hermoso, encantó el final, una muestra más de que ela mor se trata de entrega no de recibir!

Me recordó la película ´´el cuaderno´´.

Besos.

 

Así es 16, siempre hay que dar, es la única manera de recibir.

Besitos
Diego

 

Es muy grato Ro poder emocionar por medio de la palabra escrita, y es un triunfo en sí mismo poder hacerlo.

Un beso,
Diego.

P.D: Anímate al mensaje escrito por este medio!

 

¡Qué buena lección de amor dejas en esta prosa!, me gustó el relato y qué dura es esa enfermedad porque va degenerando poco a poco aunque llega un momento que de sopeton aumenta hasta degenerar por completo, me gustó mucho Diego, un beso grande:::hug:::

 

Hay una lección implícita en tus letras sobre todo en el final. Es una prosa de colección. Me ha resultado muy agradable la lectura. El amor no puede acabar. Recibe un cordial saludo venezolano.

 

Como siempre que haces tu entrada a mi rincón Mayca, es una alegría enorme.
Nuevamente gracias amiga por tus comentarios.
Un beso,
Diego.

 

Muy amable amigo Joblan, sabes que es muy halagador cada devolución tuya tanto como tus visitas. Muchas gracias y saludos desde Argentina,
Diego.

 

Es un gusto muy grande princesa verte por aquí. Espero no hayas tomado a mal mi recomendación, ya que el único propósito que tiene es ayudar a mejorar a los demás como nos ayudan a nosotros.
Por lo demás, agradezco tu comentario y en cuanto a la enfermedad, te asiste la razón; lo que sucede es que el relato transcribe tal cual pasó en la realidad, y a fuer de ser sincero, no quise cambiar el nombre de la enfermedad que aquel anciano (confundido) sentenció. Pero debo decirte además, que quién sabe porqué razón eres la única que lo ha advertido, y eso es una buena noticia porque habla de lo atenta que eres en la lectura.
Muchas gracias princesa y nos estamos leyendo.
Un beso,
Diego.

 

Que emocionantes lineas Diego,me transporta a sueños lejanos, los que una vez soñe con alguien muy amado,"cuando seamos viejitos" era lo que imaginabamos.
me encanto....gracias por los recuerdos!

 

Gracias a tí soledades, por tu paso y por permitirme llevarte hasta esos recuerdos.

Beso,
Diego.

 

excelente relato...saludos

 

Muchas gracias Cristian, es una alegría encontrarte por mi rincón.

Un abrazo,
Diego.

 

Gracias por tus mensajes halagadores Ro, no es para tanto.

Beso,
Diego.

 

Bella claridad en la expresión de tu prosa,Diego.
Sentimiento de humanidad y de amor que conmueve. Así ha de ser el amor!, incondicional y eterno.
Abrazos y estrellas,

 

Gracias Filan, es muy grato reencontrarte en mis letras.

Un beso,
Diego.

 

así es poeta, sí bien al final de los dias la vida es sólo un cumulo de recuerdos, bien vale sujetarse de los que valen la vida entera....

excelente

un abrazo fuerte

 

Gracias Francisco, es como dices, siempre vale la pena estar cerca de los que valen de verdad.

Un gran abrazo agradecido por tu paso.

Diego.

 

Mil gracias Ro, ojalá así sea...

Beso.