1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Consejos útiles(como separar 2 hamburguesas congeladas sin que la otra se ponga celos

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Solsticio de primavera, 28 de Agosto de 2007. Respuestas: 0 | Visitas: 11940

Estado del tema:
No está abierto para más respuestas.
  1. Solsticio de primavera

    Solsticio de primavera Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    21 de Septiembre de 2005
    Mensajes:
    705
    Me gusta recibidos:
    41
    Consejos útiles


    Hoy:

    -¿Como separar dos hamburguesas congeladas sin que la otra se ponga celosa?

    Para separar dos hamburguesas congeladas sin que la otra se ponga celosa se debe
    aclarar con anteposición que se está en frente de una acción en la que se requiere
    indefectiblemente un grado muy alto de minuciosidad. Este proceso es un proceso
    realmente muy complicado, mas allá que entren en juego diversos factores fisológicos
    tanto así como externos, no hay que olvidar, repito, jamás hay que olvidar, que se esta
    ante un producto alimenticio de un escasa estructura emocional, cualquier movimiento
    brusco puede causarle la defunción emocional. Los productos alimenticios se caracterizan
    por su poca capacidad de resistencia ante el abuso conciente o no de sus depredadores,
    especialmente los arquetipos derivados de la sangre, con la marca del yerro y el genocidio
    vituperando sobre sus ancas, o sea; las vacas , los caballos, los huemules, las ovejas etc……

    Bien, una vez habiendo comprendido estos importantísimos términos, y ya teniendo en
    cuenta la delicadez del asunto a el que vamos a abordar, estamos en condiciones de
    plantear un posible situación; sábado martes o jueves 11:30 pm, el sujeto “X” se
    despereza en su habitáculo semi desnudo, de pronto un retortijón invade su abdomen,
    se da cuanta que su cuerpo aclama por glucosa, o por algún alimento con hierro que lo
    fortalezca. La aflicción lo enmudece. Decide entonces incursionar raudamente hacia los
    terrenos culinarios, o su modesta cocina, y hete aquí donde se da comienzo a la odisea
    del poder comer.

    Las pequeñas partículas psico- activas en su crebreo todavía siguen indefectiblemente
    merodeando por los aledaños, esto implica casi como regla, que los sucesos que vendrán
    a continuación requerirán de una eximia atención, ya que la memoria constantemente nos
    juega malas pasadas, y estamos ante el acecho de olvidarnos nuestros quehaceres y entregarnos
    pueriles a los places extravagantes de los ensueños y sus clarines. Sabiendo esto,
    (la inminencia de la silepsis poseyendo los cerebelos), memorizamos de ante mano y
    con exorbitantes dedicación los pasos subsiguientes, para emprendernos en la travesía del poder comer.

    Elegimos un plato fácil, sabemos, casi con certeza, que nuestra memoria en este momento
    no soportaría la complejidad. Necesitamos algo rápido, algo tan simple que nuestra torpeza
    no0 lo pueda achicharrar, necesitas hamburguesas congeladas.

    Los pasos son sencillos, pero atención, no se olviden de la primera enmienda
    de esta manifiesto de dudosa credibilidad, cualquier movimiento brusco al separar
    las hermanas hamburguesas podría ocasionar el derrumbe psíquico de alguna de ellas
    y por consiguiente la defunción total de su salud emocional.

    Abrimos el refrigerador como quien abre sus alas en torno a la claridad, y avanzamos
    obnubilados hasta el habitáculo congelado, en donde bajo la escarcha propulsada por
    la noche incesante yacen el ataúd y las carnes como mártires esperando a que mis
    manos y mi estómago vengan a alivianar su dolor. Cojo la caja mansamente entre mis manos
    y le envío cándidos arrullos frotándola contra mi abdomen, ¡mis omóplatos refulgen de placer!,
    abro entonces la caja, y allí las veo, tímidas, apretadas las unas contra las otras, con la mirada
    trémula de un pichón. Las tomas, ahora, ¡tómalas como tomarías un deseo de libertad!, míralas
    puerilmente, siente que tu también en un futuro podrías estar en su lugar,
    ¡que tus falanges perciban la vida que todavía palpita bajo su cuerpo de embutido!

    Separadlas cuidadosamente no sin antes explicar que las amaras a las dos por igual, acobijándolas
    bajo tu intestino delgado y tus intestino gruesos, y que la otra, la que quedara esperanto hasta
    otro nuevo anochecer, no se ofusque , no se enoje, otra día serás preciosa la delicia en mi paladar.

    Al fin y al cabo, estos útiles consejos son para todas las personas que intenten la ejecución total o
    parcial en la posterioridad, entendemos que debido a su dificultad se intimiden, y que los intrincados
    pasos a seguir amedrenten a mas de uno, ¡pero no por eso hay que desanimarnos!, yo creo en ustedes,
    antes yo también fui uno de ustedes…..

    Pero como dice el famoso refrán haz lo que digo y no lo que hago, engolosinado por esta idea
    fortuita de aconsejar, me encadené ante la dilecta pluma de un futuro poema, y olvide por completo,
    que en el mismismo instante en que escribía estas líneas, estaba cocinando mis maravillosas hamburguesas
    ¡ah, mi musa estival de esta idea inicial!, ¡te he acribillado!, ¡que he hecho! he deshonrado mis palabras,
    mis artilugios ya no tiene validez, ahora yaces quemada en el horno, tu sangre profanada en los exangües
    mataderos se ha derramada en vano, ¡pido piedad por tu alma y por la mía! no te he sabido cuidar, no te
    he sabido dar la blancura tundra del ascenso final.
     
    #1
Estado del tema:
No está abierto para más respuestas.

Comparte esta página