Conspiración

Me sorprendió el verano, esta vez no estaba ni triste ni solo. ¿Acaso el Destino lamentó separar dos almas nacidas para amarse?

¿Acaso el Universo conspiro para consumar aquellos sueños paridos en mi mente? Aquellos sueños, donde me perdía en tu mirada, enloquecía con tus besos y me extraviaba en tu cuello. Acaso mi alma bolo hasta ti, cogió tu mano y te guio a aquel lugar, aquella fantasía, que creé para ti cada noche, cada día. Ese lugar, hecho solo para ti, nacido de cada suspiro, de cada recuerdo, de cada extrañeza que sentía. Aquella miseria que sentía al ver el cielo, mirar algo tan inmenso como el mar, y darme cuenta que no estabas conmigo. Aquellas ganas de llorar, aquella sensación cuando el alma se quiebra, aquella tristeza por esos días, por ese último beso. Partieron, zarparon en el olvido, se perdieron en el aire, porque no hay pecado más grave que separarnos, y alegría más grande que tu cercanía. Y esta vez, el crepúsculo llegó contigo, del cielo al horizonte, contigo a mi lado. Te amo.