Consternación

Desesperación

¿Qué ha pasado conmigo últimamente? Ahora es todo un poco extraño, no puedo contenerme. Como si mi vida ahora más que nada estuviera vacante, eso que me mantiene despierta, pensando y pensado en tantas cosas de las cuales ya no podre conseguir remedio alguno. Mis manos están heladas, trato de encontrar calma a la incertidumbre estacionada en mi pecho. Tanto silencio que lastima mi oído, no puedo soportarlo. Aunque también esta esa penetrante oscuridad, acompañante de mis soberbios ¿Por qué me estoy mirando? No puedo responderlo.

No tengo sueño ni estoy despierta ¿Qué está pasando conmigo? Hay dolor en mi cabeza, insoportable que me hace escribirlo, solo me la paso escribiendo. Tiempo y tiempo, sigue avanzando deseo ya que termine su ciclo para poder caer en el sueño eterno. Ahora que me siento, es tanto mi cansancio, estoy enojada, muy enojada. Pero deseo llorar, tirarme al piso y llorar. Inundar ese pedazo de tierra sepulcral que he pisado desde nacida, y recordar. Si ese fuera mi castigo, o a que se debe tanto misterio. No puedo comprenderlo. ¿Por qué? ¿Ahora porque estoy llorando cuando escribo esto? ¿Sera que dentro muy dentro de mí ya anhelare ser como ellos? ¿O prefiero pedir paz a este calvario sin alivio? No dejo de escucharlos, no dejo de verlos, ya aléjense de mi mundo.

No hay peor tortura que la que estoy viviendo, desearía que los demás pudieran comprenderlo. Cada que despierto, sabiendo mi vida y detestando mi existencia, es más que doloroso lo que asiento. ¡Dios si existes escúchame dame consuelo! Por favor, ya no puedo con esto.

Soy una loca, desquiciada y enferma, o eso me han dicho. La felicidad es más que una ilusión engendrada en tan devoción, o deseo innato que puedan todos poseer. Yo vine sin eso, porque estoy en la realidad, no delirando con el soberano, no creyendo lo que vivo y tampoco viendo a que cojo.

Sigo temblando, aun escribiendo ya ha cesado mi sollozo. Sin embargo sigo pensado, deseo dejar de hacerlo y abrir la boca para gritar lo que llevo adentro que me está consumiendo. No puedo, algo lo está impidiendo, solo dentro del ego escucho el grito. Tapar mis tímpanos, seguirá el bramido, cerrar los ojos me hacen visualizarlo. Qué debo hacer para dejar, que me dejen en paz.

 

"Qué debo hacer para dejar, que me dejen en paz."
dejarte en paz, no pensar y silenciar tus pensamientos, que tus pensamientos no te hagan lo que eres, trascender a ti misma y mirarte desde arriba o desde donde sea, pero fuera de ti observando como te observas, no se, yo creo que el optimismo es algo que puede ser cultivado y su fruto sera la alegría que es por lo que estamos aquí finalmente, lo del fastidio y la maldición del escritor creo que es buena formula para vender pero al final sea cual sea el animo estamos aquí de paso, que mejor que vivir alegremente, sonreír y dejar de ser uno mismo todo el tiempo,creo que eso abrumaría a cualquiera sea o no un poeta o escritor artista albañil mecánico etc etc...como dicen por ahi: si la vida te puso en un cuerpo de burro, disfruta del pasto" jaja ....en fin divago... tu texto muy bueno lo disfrute, buena prosa, la melancolía de la vida de quien se cuestiona lo que ve y lo que no ven, si si creo que siempre desemboca en consternación,lagrimas y olor a muerte....saludos hasta luego!!!

 

De todo lo que he leido tuyo hasta aqui sin duda este texto es el más confidente; en el cual se puede palpar, ¡casi!, tu cuerpo, tu boca, tu perfume, tu grito en jirones y el deseo hecho enfermedad nebulosa y opresiva, definitiva. Lo recorre una soledad minusiosa, detallitas hasta en lo que no nombra y sulfurosamente inhospitalaria, inhabitable. La vanidad o el hecho artistico me hace decir que el texto es muy bueno.

Besos...