Corazón deshecho-.

Y vi paredes ciegas

untosas, llenas de un aceite

que proveían miles de enjambres

atroces, mutilados, casi animales.

Y fui llorando, en la estadía,

en la inquietud soberana del mediodía,

donde basculaban trozos de serpientes y

minúsculos dientes atrofiados.

Fui restregando mis manos,

llanuras lisas, piedras obedientes,

serpentinas abandonadas, fiestas

olvidadas de repente, como aquietada

por una mansedumbre, sin saber

de dónde procedía.

Y el gesto utópico comprendió.

Sólo quedaba ese llanto, interno,

orientador, simultáneo jardín

que vi un sólo día-.



©

 

Los sueños muchas veces terminan y nos damos cuenta que fueron utopías. El corazón deshecho vaga por los caminos del dolor, buscando aliviar su profundo latir. Ungüento es el llanto que entre suspiros alivia al alma. Un gusto siempre estimado BEN.

 

Gracias de nuevo, Danilo, un placer conversar contigo, un abrazo!!

 

BEN, me han facinado sus "paredes ciegas"
MARAVILLOSO!

Abrazosd de colores en la distancia,

 

Muchas gracias Guadalupe, un saludo!