Corazón Roto

Cuando pienso en ti, creo que en realidad estoy solo soñando; pero abro los ojos y entiendo cual es la verdadera realidad, algo que no puedo entender, algo que me causa dolor en el corazón; y trato de comprender que tú no estás allí; cada vez que te veo, cada vez que observo tu rostro, mi corazón se parte en mil pedazos y tengo que imaginar que tengo un corazón de hierro porque me partes el alma; tu mirada oscura y taciturna me corta el aliento; por qué me causas tal melancolía; cada vez que te tengo junto a mí trato de fingir realidades que no son; circunstancias que no existen, pero solo tú me causas tal actitud; cuál es la realidad, porque me dueles el alma; y cuando cruce el tiempo y éste pobre hombre taciturno desaparezca se llevará en su interior tu amor que no lo sabrás y a pesar de todo no se esfumará y no se olvidará de la belleza que tú musa única y rostro de ángel me lo has producido, pero que no lo sabrás. Por qué; me causas dolor; por qué me matas, porque me partes el corazón; trato de comprender; es como una lucha épica; a veces yo triunfo y creo que ya no estás en mí corazón y creo que por fin me libraré de tu magia, de tu hechizo; y cuando mis ojos te miran de nuevo soy prisionero de ti mujer, que me quitas el aliento; mujer que me ahogas, que me hechizas; Quién eres tú que me dominas, por qué me quitas la felicidad sin ni una palabra, solo con tu melodiosa voz me cautivas; tu rostro, tu cuerpo, tu persona, tu pureza; estrella que de alguna manera me guías. Lamentablemente lo más triste de mi situación es que no lo sabes, desconoces; que yo muero por ti, y eso es lo que más me agobia, eso es lo que me quita el aliento. En las noches pienso en ti, en los sueños pienso en ti; por qué, por qué, por qué me dueles; me duele el alma saber que tú solo eres una amiga y nada más; tengo miedo de perderte, tengo miedo que te alejes más de mi; no sé si soy un cobarde por perderte; pero muchas veces prefiero solo amarte en la distancia, ser tu héroe en mis sueños. Por qué solo pienso en ti, qué me has hecho, que cuando Te veo, que cuando estás junto a mí tiemblo, me falta el aire, me lastimas mucho; pero no lo sabes, lo desconoces? Siempre me pregunto, sabes que yo siento algo muy fuerte por ti, sabes que solo tú me aniquilas la vida, no lo sé, y muchas veces prefiero que mejor eso se quede así; prefiero que solo seamos simples seres humanos que solo están de paso, cada uno por su propia ruta. No; no puedo hacer eso, pero tampoco puedo acercarme a ti. Duerme amor y cierra tus ojos en la cruel muerte de la pasión; desaparece y desvanécete; por favor ya no me quites mi vida, ya no me quites la felicidad, ya no abras más mi herida, mi corazón ya no soporta el verte, el mirarte, el hablar contigo, el jugar contigo, el soñar que la cruel y fría realidad es otra, ya no más, que la tristeza se apodera de mi, que la oscura soledad se acerca con tierna; pero penetrante futilidad; cual tristeza vaga y profunda me produce dolor, y por más que lucho no encuentro paz en nada. Por favor libérame, sácame de ésta angustia, evítame que mi corazón llore más por ti; ya no quiero caminar por las calles, crueles testigos de mi pasado, pensando en ti, sácame de este mundo oscuro y negro; grito como un animal herido, grito como un poseso; pero la verdad es que tú mi salvadora, mi ángel, no lo sabes, yo un pobre infeliz desapareceré y me alejaré sin destino; y cuando vuelva a estar junto a ti no sabrás que ese hombre muere por ti, no sabrás que te amo, y solo observarás a un simple hombre como los demás, y una vez más cuando te vea alejar, cuando te vea desaparecer en la distancia, en el silencio de un músico y poeta, tú revivirás y serás mi luz, mi estrella, mi lucero que por siempre en la cruel eternidad maliciosa, me consolarás sin proferir ni una palabra, me arrullarás con tu calor inmutable, y tu aurora será mi aliento; un vez más me liberarás en mis sueños y podré pensar que mi angustia es solo un sueño; que por fin te tengo, otra vez seré feliz, en el silencio de mi corazón, en la noche oscura y fría de mi vida volveré a ver la luz que un día soñé tenerla, y que este dolor agudo, y esta rabia de no amarte en la realidad, solo son un cuento sin gusto, ayúdame a buscarte por favor; ya no me robes el amor, perla única, pedazo de cielo, ángel, lucero de la noche que atraviesa mi corazón y que me ilumina por siempre; adiós, cuídate mucho, aunque no lo sepas yo estaré allí como la sombra oscura de un pobre enamorado que tuvo el placer, la nostalgia, el dolor y la felicidad de conocerte, de mirarte, de enamorarse de ti; cuídate por siempre. Por: Andrés Quinteros R.