Corriendo el riesgo de seguir

Sin las frases celebres que suelen drenar misteriosas morisquetas.

Camino y la cara del smog, que somatiza y siente pánico por mis promesas.

De la flor que huye y muta culturalmente, sometiéndose brutalmente al tratamiento del cemento.


A veces corto el mar, duermo a la deriva.

Vuelo entre las moscas, me abro paso y lucho como un insecto más.

Juego a ser la mancha de humedad en la pared, me abrigo con la estela putrefacta de mi parentesco.

Corro hacia la muerte.


Me hago invisible frente a todos los demás. Disfrazo mis sentidos y remojo la tarde y además vuelvo a interpretar sus rostros. Descorro la emoción y juro no volver.


La otra noche, no quise mirar por la ventana.

Quizás llueva sangre esta noche.

Suelta la magia inexpresiva de los días.

La noche me rapta de prisa y siento que me invade.


De las tres respuestas probables, no habrá teoremas y sus dogmas se caerán a pedazos.

Desde hoy sucumbiré a cada instante.


Corriendo zonas de riesgos.

Las flores quieren invadirnos en silencio.

Remigio las piensa inocentes, pero yo se que no.

 

Tu estilo siempre tiene grandes rasgos surrealistas y dibujan una estela de sensaciones de gloria en la mente.


Un abrazo, amigo poeta.

 

gracias danie, siempre es un placer absoluto tu paso por estos lares.
tyngui sanchez
abrazo enorme