Creciendo como los animales

El primer trabajo en el mundo fue hacer hierro, sus usos más clandestinos experimentan otra era, llamada o como se puede llamar la era metalúrgica; la manera en la que adopto este nombre fue llamando a todos los apóstoles de Jesús como imitadores de la ciencia haciendo uso de la vida dialéctica y complementando las situaciones bíblicas pasando un año por otro.
El tecnicismo vuela a partir del humano, hace crecer a las personas por edades y procura un servicio placentero que alumbra cualquier ciudad. Los acechadores genuinos imitan a las personas, persona que ha sido mutilada por sistemas de cambio poco éticos, el único orden existente actualmente entre la mente y la persona procurada ya es existente en personas de origen negro.
No hay testigos perversos, los periodos de edades del mundo son imitaciones de privilegios sobre humanos que han preferido ser poetas ocualquier personaje de ficción creado por empleados que han visto el mundo. El actor rechaza los cambios, hacemos una y otra era condenando a los pastores y satisfaciendo los únicos nombres morales que devuelven ficción o no alguna la particularidad del mismo nombre.
¿Qué es la guerra? El actor principal repartiendo de uno a diez el mayor signo de inutilidad hace un paso mayor al de los números, componiendo de silabas las tres primeras palabras, el origen animal de las letras es una foto mental del mundo impaciente conforme a las edades empleadas por culturas inpoblables. El juramento del actor omnisciente privilegia la primera letra como a, la segunda como u, el cambio que esta letra tiene es formular preguntas irremediablemente continuamente, uno es mayor, dos es improbable, tres es impaciente, la letra a es el actor, cuatro es dormir, cinco suerte; la mayoría de las letras del abecedario son a mi muy particular orden el sacrificio del humano, el orden de la cabeza a las manos iniciando la misma letra de atrás a hacia adelante. La letra e es el placer del humano de ahí sigue la i como única metáfora y la o que es un curso negativo, presentando a las letras de las primeras vocales como opositarías cambiando el porcentaje de vida de cualquier nación a un reporte diario de almacenamiento, cambiando los números, seis escuanto, siete cuando el ocho es la persona y el nueve un solo método. Para repartir un método unísono de cada vocal se mantiene la primera letra como ultima haciendo una excepción confirmada naciendo por el número diez que es la paciencia.