Crecimiento

Sembraba un esqueje en el estrato preparado con mezcla de tierra negra y compost. En el mismo momento, recuerdo el apesadumbrado saludo que nos dábamos, pero que mutó en sonrisas somnolientas hasta llegar a risotadas de resaltaba la emoción de estar juntos. Una nube en el cielo nocturno sobre nosotros y el viento que despliega ventarrones, hacen cerrar nuestra noche con mi confesión valiente.

Los esquejes han enraizado y comienzan a brotar tallos que verán crecer en sus puntas retoños color rojo. En este momento no entiendo nuestra situación, de hecho creo que no hay situación entre nosotros.

Por fin se abren las primeras rosas, tallos rojizos que despuntan en verde, cinco nudos de altura aproximadamente, de pétalos escarlata con tonos más claros hacía los pistilos. Perfume efímero y delicioso que se evapora con pocas horas de sol. Si te tuviera que describir a ti. Morena, de estatura baja, con brazos lánguidos, de buena figura y rostro agradable. Tus movimientos son lentos y sutiles, me he perdido en ellos. Me encajonaste con tu afable personalidad y me ligaste a ti con solo reírte de mis anécdotas.
Las rosas comienzan a marchitarse y es momento de podar los frutos viejos. Haré bellos arreglos con aquello que me ha regalado la vida. El nitrógeno ayudará a las nuevas rosas. Ahora que sea otoño, podaré de nuevo mi rosal, así comenzará de nuevo a crecer otra flor.

La rosa que corte hoy, será para mí, ya que me he enamorado de ti, gracias a mi propia poesía.