Crepuscular

La tarde en la ciudad se ve cansada
de vomitar sangrantes horizontes,
la luz que rescató de la alborada
se esconde tras las faldas de los montes.

Pero al albor el alma se vacía,
se entrega toda sin ningún reproche,
retoza alegre en lo que dura el día
y se retira cuando cae la noche.

Si en el ocaso el sol se desfigura,
y el mundo guarda luto a sus espaldas,
la noche tiende un manto de negrura
y clama: ¡pobres montes! ¡pobres faldas!,

El sol renacerá de nuevo al alba
pues siempre un nuevo día lo recibe
y cuando el cielo azul viste de malva,
la vida hace una pausa y se reescribe.

- Javier

 

Bonitos serventesios. El combate por la luz que se renueva.

Saludos

 

Precioso!!! Un deleite, Javier!!! Me encantó.
Abrazo.

 

Muchas gracias por pasar estimado amigo

Saludos

Javier

 

Hola Javier, nos reencontramos entre poemas.
Me ha gustado tu bello poema sobre todo desde el segunto terceto.
Amo todo lo que sea renacer, amanecer , el anaranjado del cielo en su horizonte.
Un abrazo hasta tu cielo.-

 

Brillantes serventesios mi estimado amigo Javier, con un broche final que me ha gustado mucho. Enhorabuena Poeta. Saludos Deo

 

Cada despertar, cada amanecer renace la vida y debemos tener la actitud de dar gracias por ella.
Tu obra describe con una belleza pulcra los estados del día que nace y muere, para retornar con esperanza.
Fue un gusto conocer tu trabajo al que le sobra calidad.
Hasta pronto, Javier
y saludos desde mi otoñal Buenos Aires.

 

Precioso poema en serventesios donde nos narras el ciclo noche día. Todo un placer transitar. Un abrazo.
Miguel

 

Extraordinarios serventesios Javier,
un hermoso tema has tratado, con la sapiencia que caracteriza tu poesía
Saludo tu numen
MANUEL