Crimen II

Crimen II


Diestramente azuzados los perros bicéfalos exhalaron bocanadas de aire ígneo, su abrasador aliento se precipitaba directamente desde sus fauces hacia mi remilgado corazón. ¡Loa de mis miedos manifestados en oración, fuego de mi cuerpo que ya no arde de pasión! Crimen infligido.

Antiguas sirenas de brazos mullidos que antaño optaban por reclamar mi desazón, ¡el desasosiego que adhonorem ejercía ya no existe más!. Todo es pasado-

Ritos de pieles ocres, ardentía dorada por el sol, todo brillo pasado refulge, ninguno penetra las barrancas florales. Así sigo cual con una hetera, desnudo, descalzo bajo un suelo corrugado, feliz, pero no completo. Feliz, pero no satisfecho. Nada le puedo reclamar a la vida, todo de lo que dependía me lo ha consentido, y con creces, nada puedo requerir del futuro, todo tiende de mi Inflexión.

¡Al crimen se le a helado el corazón, se da cuenta que aunque vitupere, el puñal siempre lo tendré yo!






.Heteras se las llamaba a las prostitutas de alto nivel en la antigua Grecia

 

Qué más investigación quisiera un crimen, cuando el que trata de encontrar al que ha infringido la ley está justo frente al espejo, juez y parte... es increíble.

Me ha gustado mucho esta forma poética de hablar sobre nuestra naturaleza primitiva, humana y muchas veces inhumana.

Saludos,:::hug:::