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Crisis

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por 100 Años antes de Cristo, 14 de Diciembre de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 519

  1. 100 Años antes de Cristo

    100 Años antes de Cristo Poeta recién llegado

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    11 de Octubre de 2013
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    CRISIS

    El Maletero y el Domador de Focas


    Cuenta la historia que un día llego a un importante hotel un conocido domador de focas.
    Tal era su importancia que el hotel utilizo su llegada para hacer publicidad.
    El día de su hospedaje llegó con un gran despliegue de autos y acompañantes. Estaciona su limusina en la puerta. El maletero desciende las escaleras de la entrada principal, y se para al pie del baúl.
    El domador, miraba con curiosidad desde la ventanilla esperando que le abriera la puerta.
    El maletero permanecía inmóvil. Visiblemente enojado el domador baja por sus propios medios.
    No sabe abrir la puerta usted?. ¡Doy buenas propinas!
    Yo solo llevo maletas, contesta fríamente.
    Con una seña le indica que habrá el baúl, el maletero se acerca hasta el baúl lo abre y saca dos pesadas maletas.
    Con una maleta en cada mano lo conduce hasta su habitación.
    En el camino el domador le pide que avise al conserje que incluyan en su dieta algún tipo de pescado, al menos una vez al día.
    Casualmente se ha terminado el pescado, contesta el maletero, a le vez que le recuerda que solo llevaba maletas.
    Mi esposa llegara esta tarde, prepárenle una habitación en lo posible, en un piso distinto a este.
    Eso lo tiene que solicitar en conserjería, yo solo llevo maletas. Contesto el maletero.
    El domador lo miro curiosamente. A la vez que ya planeaba sentar una queja en administración.
    Ya en la habitación, dejo a los pies de la cama las dos maletas.
    Si no se le ofrece nada mas, me retiraré. Dijo el maletero.
    Si, necesitaría que desvíen todas las llamadas a esta habitación, directamente a mi celular.
    Con el 102 lo solicita directamente en conserjería, yo solo llevo maletas.
    Visiblemente enojado, le señala con la cabeza la puerta.
    El maletero se retira en silencio. Ignorando el ademan que indicaba que iba a recibir su propina.
    Con la llagada de la esposa a la tarde, el maletero la recibe, repitiendo la misma secuencia de eventos.
    Generando en la mujer casi la misma sensación que tenia su marido.
    Mientras la conducía a su habitación se cruzan los dos.
    ¡Espero que la habitación este lejos de la tuya como te pedí!. Le dijo la mujer.
    Si, como no vas a tener que cocinar... no me preocupe por la distancia. Le contesto el marido.
    Siempre el mismo, un día de estos te voy a dar de comer una de tus focas. ¿A ver que te parece?.
    Gracias a las focas es que pudimos viajar y estar juntos en los lugares mas bellos que nunca creímos estar. Se sincero el marido.
    El maletero caminaba en silencio mirando hacia adelante.
    La mujer con la vos un poco quebrada le dice: Es verdad, pero yo antes te amaba y di todo por estar a tu lado, sin saber como te iba a ir con tus focas. Y si embargo ahora me siento
    cada día un poco mas lejos. Se confeso la mujer.
    El maletero alzo la vista, como quién recuerda algo o se le ocurre alguna idea.
    Continúan los tres en silencio cruzando el largo pasillo hasta llegar a la habitación.
    El maletero cargaba con dos valijas, una grande u otra mas pequeña.
    Al querer entrar, la mujer lo detiene y le dice: Esa chiquita es para mi marido.
    Deja la maleta grande al pie de la cama. Si no se la ofrece algo más, me retirare.
    El marido permanecía afuera, en la puerta.
    Si, esta noche cenare en mi habitación, si es posible: brótola al horno con nueces.
    ¡Se termino el pescado!. Igualmente eso lo tiene que solicitar al conserje. Yo solo llevo maletas, le recordó.
    Salio de la habitación ignorando el ademán que indicaba que iba a recibir su propina.
    Tomo la maleta pequeña dirigiéndose a la habitación, con el domador detrás.
    Se detienen en la puerta del ascensor y extendiendo su mano le indica al domador que ingrese. Diciendo: Por favor.
    Con la mirada perdida, murmura: Quien entiende a las mujeres. Tiene todo, ropa, viajes.
    A medida que iba hablando aumentaba el tono de su vos.
    Hasta en el amor he cumplido con pasión, y sin embargo, ya vez.
    ¡No queda más que la separación!. Concluye convencido.
    Y usted que opina, amigo. Alzando la vista le pregunto al maletero, esperando escuchar el clásico “yo solo llevo maletas”.
    Como es que hizo su fortuna? Lo sorprendió el maletero.
    Bueno... domando focas!.
    Parece ser un gran negocio!.
    Si, en verdad lo es.
    Y como comenzó con esto?. Interesándose.
    Mi abuelo se divertía haciéndolo y me enseño como hacerlo.
    Primero adiestraba y ahora viajo por el mundo enseñando la técnica.
    Y cual es esa técnica? mostrando interés.
    Básicamente, es muy sencillo, cuando el animal hace lo que se le pide, se le arroja un pescado. Repitiendo esto todos los días, termina aprendiendo. Y cuando ve o escucha determinado sonido o seña, sabe lo que tiene que hacer, para llegar al pescado.
    A ver si entiendo, dice el maletero.
    Cuando ella hace lo que usted quiere (siempre hablando de las focas) le arroja un pescado.
    Es así?
    Correcto!. Mirando al maletero con cierta curiosidad.
    No se le ha rebelado nunca ninguna foca?
    No comprendo.
    Claro, alguna que a pesar, de saber donde alimentarse, elige otra forma de hacerlo.
    Me sigue?.
    Ya el domador, cruzado de brazos con una mano en la barbilla... Continúe.
    Sin que ello signifique, necesariamente un rechazo. Agrego el maletero
    Y quién haría eso, teniéndolo al alcance de su mano. Dice el domador.
    El ascensor se detiene, se abren las puertas y caminando hacia la habitación, el maletero ya en su función especifica, mientras habría la puerta dice:
    De un modo cumple el deseo de usted, del otro, el propio.
    Le parece poca motivación?. Se despidió, mientras cerraba la puerta.
    Creí que solo llevaba maletas. Le grita el domador.
    Es que no he hecho otra cosa.
    También cargo con las maletas de la esposa. Y ambos al retirarse del hotel,
    buscaron antes que nada el particular maletero, para despedirlo y decirle que había sido lo mas importante de su estadía, el haberlo conocido.


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    Es un mensaje para todos aquellos que hacen del matrimonio una monarquía, creyendo que al Ser Humano se lo puede llevar de las narices. Ignorándolo como individuo. Utilizando zancadillas dialécticas, lógica irrelevante, cebos heroicos o justicieros.
    ¿Que haría usted si se le acaba el pescado?.
     
    #1

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