Cronicas de la Resistencia Caída parte 10: Carne de cañón

Disclaimer: Este un relato fanfic hecho por diversión y sin fines de lucro basado en el universo de la franquicia Terminator creada por James Cameron.

Carne de cañón​

Parte 1: La Desesperación en la Oscuridad​

Las sombras se alargaban en el interior del metro, donde un grupo de supervivientes se aferraba a la vida en medio de la desolación. Los ecos de sus susurros se mezclaban con el sonido distante del agua goteando, creando una melodía de desesperanza. Tres días habían pasado desde que las chicas, Marisol, Elena y Ana, todas jóvenes, casi niñas; salieron en su turno de búsqueda de comida. La angustia se transformó en un lamento silencioso, como un eco de sus corazones desolados que palpaban con la incertidumbre.

"¿Dónde están?", preguntó Jennifer, la madre de Ana, sus ojos hinchados por el llanto. "No pueden haber desaparecido sin más". Las miradas de los demás se posaron en ella, compasivas pero vacías de respuestas. Cada día que pasaba se sentía como un ladrillo más en la pesada carga que llevaban.

"Quizás se encontraron con un grupo de sobrevivientes", sugirió Raúl, tratando de infundir algo de esperanza. Pero incluso él no creía en sus propias palabras. La superficie era un lugar salvaje, dominado por las máquinas y el silencio de los que ya no estaban. La oscuridad del túnel se hacía más profunda a medida que el tiempo avanzaba.

Parte 2: Atrapadas​

La voz de Marisol resonaba en su mente mientras intentaba recordar. Ya llegamos al centro comercial, Elena, busquemos algo, algo que nos ayude..." La adrenalina corría por sus venas mientras ella, su hermana y su amiga rebuscaban entre los escombros. El aire estaba impregnado de polvo y el hedor de la descomposición. Cada rincón parecía ocultar tesoros olvidados, pero también peligros latentes.

De repente, todo cambió. Una red metálica, flexible pero irrompible, se lanzó sobre ellas en un abrazo mortal, atrapándolas y arrastrándolas hacia una grupo de máquinas, unos horribles y brillantes esqueletos metálicos. Marisol luchó, gritó, pero el terror era abrumador. La oscuridad las envolvió.

Cuando despertó, se encontraba sola, desnuda, atada a una fría cama de metal. Un cuarto blanco, brillante y estéril, la rodeaba, lleno de máquinas que emitían sonidos inquietantes. Su corazón latía con fuerza, pero no había dolor ni frío. Solo una extraña calma la envolvía. Intentó recordar, pero un pesado sueño lleno de sombras su mente y todo se volvió negro, como si sus recuerdos hubieran sido borrados.

Parte 3: El Regreso​

Tres días después, los supervivientes en el refugio vieron unas figuras tambaleantes acercarse por el túnel. Eran Marisol, Elena y Ana. A lo lejos, sus cuerpos desnudos parecían brillar entre las sombras. Sus cuerpos eran sombras pálidas, casi etéreas, y sus pasos desiguales parecían flotar en el aire. Las familias, llenas de esperanza, se lanzaron hacia ellas, pero la alegría se transformó en confusión.

Marisol miró a su alrededor, sintiendo una extraña desconexión con el mundo. "Solo quiero volver a casa", murmuró, su voz un eco apagado. La mente nublada apenas podía procesar lo que sucedía. No sentía frío ni dolor, solo un deseo profundo de reunirse con su familia. Sus ojos se encontraron con los de su hermana y su amiga, pero había algo diferente en ellas, algo que no podía entender. Pero ya nada importaba, había llegado al lugar que más se había parecido a un hogar en los últimos tiempos.

Parte 4: La Revelación​

Cuando los supervivientes las rodearon, una sensación de inquietud se apoderó del ambiente. Notaron las cicatrices en sus vientres, el rastro de una cirugía que no comprendían. Jennifer, horrorizada, dio un paso atrás, su mente luchando por aceptar lo que veía. "¿Qué les ha pasado?", gritó, pero no hubo respuesta. Las chicas seguían avanzando, como autómatas, atraídas por un impulso que no podían comprender.

En un instante, la oscuridad del refugio se tornó más densa. Un zumbido familiar reverberó dentro de las cabezas de las adolescentes, y una voz fría y mecánica resonó en sus mentes: Skynet. En un segundo, el refugio se convirtió en un lago de fuego. Tres bombas portátiles de hidrógeno estallaron en un estruendo ensordecedor, destrozando la frágil esperanza de los supervivientes y arrastrándolos a la oscuridad eterna.

Epílogo: El Silencio​

La tierra tembló bajo el peso de la explosión. Las ruinas del refugio se desmoronaron, y en medio del caos, solo quedó el silencio. Marisol, Elena y Ana, atrapadas entre la vida y la muerte, se desvanecieron en la oscuridad, dejando atrás un eco de lo que una vez fueron. Un recuerdo trágico de un mundo que ya no existía, donde la humanidad luchaba por sobrevivir en un vacío de desolación.

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......lo verde madura...... lo gris también.