Croquis.

¿Porque demoras tanto?-Yo estaba sobre su cama dibujando el sueño de antenoche.
-Espero que mi padre no te vea-Respondió frente al espejo, modelando la ropa que se probaba.
¿Me dejaras aquí para siempre? Tu padre estará todo el día sentado en la sala viendo televisión.
-Si, iré a ver a mis amores, tu mientras guarda silencio, solo mi madre sabe de ti- Cerro la ventana y avanzo hacia la cama,vestida con esa ropa la conocí,con ese mismo olor la recordare por siempre, su beso rojo...
¿Tus amores,quien soy yo entonces?-Le pregunte antes que saliera de la habitación.
-Mirame a los ojos allí esta tu respuesta-Sus ojos ceniza, no dicen nada.
¿Quien soy yo entonces?-Insistí.
-Termina tu dibujo luego hablamos-Sentí una conversación en el primer piso, ella bajaba las escaleras, yo en su habitación con la puerta cerrada aun no terminaba el dibujo.La voz de su padre y una mirada escondida por la ventana-nos miramos sin delatarnos- fue lo ultimo que compartimos ese día.
...

 

Fue lo ultimo que compartimos ese día...

Pero solo por ese día espero...

Buena narrativa...

 

Tantos vértices como imagen de espejos enfrentados.
Me gusta tu forma de narrar, le das un particular ludismo a las escenas.
Un recuerdo, una visión, quizás una alucinación o simplemente
la realidad de un instante, ese único e irrepetible momento compartido.
Estrellitas armoniosas

 

Tú te lo guisas y tú te lo comes. Asi es amigo pura realidad. ABRAZOS

 

¡Hola Ariel! Interesante diálogo. Has logrado una gran naturalidad, cosa no fácil a mi entender.
Te dejo algunas sugerencias ortográficas, que podrás deducir cotejando mi versión con la tuya. Acerca del uso de las rayas, te recomiendo unas notas (bastante aburridas por cierto) que dejé con el título de "Rayas" en el foro "Salón de poetas". Entre otras cosas transcribí allí las normas de la RAE para el uso narrativo de las rayas; es un poco complicado el asunto...

un abrazo
j.

—¿Por qué demoras tanto? —Yo estaba sobre su cama dibujando el sueño de antenoche.

—Espero que mi padre no te vea —respondió frente al espejo, modelando la ropa que se probaba.

—¿Me dejarás aquí para siempre? Tu padre estará todo el día sentado en la sala viendo televisión.

—Sí, iré a ver a mis amores, tú mientras guarda silencio, solo mi madre sabe de ti. —Cerró la ventana y avanzó hacia la cama, vestida con esa ropa la conocí, con ese mismo olor la recordaré por siempre, su beso rojo...

—¿Tus amores, quién soy yo entonces? —le pregunté antes de que saliera de la habitación.

—Mírame a los ojos allí está tu respuesta... —Sus ojos ceniza, no dicen nada.

—¿Quién soy yo entonces? —insistí.

—Termina tu dibujo, luego hablamos. —Sentí una conversación en el primer piso, ella bajaba las escaleras, yo en su habitación con la puerta cerrada aún no terminaba el dibujo. La voz de su padre y una mirada escondida por la ventana —nos miramos sin delatarnos— fue lo último que compartimos ese día.