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Cuando lo esencial no es evidente (sobre un concierto de J.S. Bach)

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por elbosco, 15 de Febrero de 2013. Respuestas: 2 | Visitas: 720

  1. elbosco

    elbosco Poeta fiel al portal

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    Whilem Kempff se calza la peluca de Bach - (truca por FMS)

    El lenguaje de la música está dominando por las notas, las figuras, los acordes, las armonías, las escalas y los timbres, operando sobre la estructura que brindan los ritmos y el orden que dictan los compases. Pero por sobre todo esto está la unidad organizadora de tiempo: el pulso, ese latido constante que como los segundos a la hora, marca una línea regular e insustituible sobre la que se escribe toda la música.
    Por eso, después de meses de escuchar cautivado una y otra vez la interpretación del pianista Whilem Kempff del segundo movimiento del concierto VWB 1056 en Fa menor de J. S. Bach, quedé maravillado cuando súbitamente me di cuenta de que esas ansias insatisfechas que surgían de la música y envolvían mi corazón se debían mayormente a una desconcertante disociación entre el pulso y melodía.
    Conocía ya muchas otras versiones de esta pieza, tanto del original en clavicordio, como otras varias transcripciones para piano, y, de entre todas ellas siempre sobresalía la versión de Glenn Goud, interpretada en un estilo clásico como podría haberlo hecho Haydn o Mozart. La versión de Kempff en cambio, tenía un estilo más romántico, como la podría haber interpretado Beethoven, y me sumía en una inquietante aletargamiento y una fascinante ensoñación.
    Desde el primer compás, Kempff logra dejarnos embelesados con una de las melodías más sutiles y encantadoras de la música clásica (barroca) y nos hace experimentar una embriagadora sensación de libertad y la sublime emoción de lo sutil y lo delicado.
    En cada compás el tiempo parece arrancar y detenerse aleatoriamente, como el segundero de un reloj al que le costara avanzar y se retrasase ligeramente, apurándose luego para recuperar el tiempo perdido. En los instantes de retraso el tiempo parece detenerse y eternizarse, poniendo en riesgo la estructura que sostiene toda la composición. Ansiosos, esperamos un desmoronamiento que nunca llega y quedamos sumidos en la incertidumbre y en un trance del que no queremos despertar. Con el suceder de las notas percibimos como el desdibujado pulso se retira al fondo como entrando en otra dimensión, como engañado por una melodía empecinada en no coincidir con él.
    El recurso utilizado para "detener el tiempo" es simple: ralentar las notas en las que caen los diversos acentos en cada compás envolviendo todo en delicados matices. La mano izquierda del pianista también participa del sortilegio marcando el titubeante pulso con graves y suaves notas y acordes, pero silenciando la nota que caería en el primer tiempo de cada compás.
    Y a pesar de todo, el pulso sigue allí, soportándolo todo y permitiendo que la grácil línea melódica se pasee de puntillas, salte aquí, se entretenga allá y se retarde más allá, pero cuidando siempre de que avance y llegue a tiempo al final del compás.
    Este pulso oculto y poco evidente (pero nunca más presente) es sin duda lo esencial de la interpretación de Kempff, una interpretación que es un todo estético, una obra maestra en sí misma, profunda y magistral.
    No recuerdo otro ejemplo en donde lo aparentemente ausente resulte tan esencial. Acaso podamos imaginar esta música como una metáfora del alma humana y las sentidas ansias insatisfechas sean el deseo de trascender y llegar a Dios.

    Concierto VWB 1056 en Fa menor de Johan Sebastian Bach.
    Segundo movimiento. Transcripción a piano. Interpretado por Whilem Kempff.
    http://youtu.be/Pnw0y3dkzzU

    ---
    Fernando M. Sassone

    P.D.: Cuando terminé de escribir esta reseña mi hijito Bruno de 18 meses llegaba para abrazarme. Lo alcé en brazos y puse el concierto para escucharlo. A poco de comenzado, mi criaturita levantó sus dos bracitos y en un suave suspiro dijo ¡aaahhh! Lo miré extrañado y vi como sonriendo y con sus bracitos en alto los balanceaba de un lado a otro moviendo las manos suavemente. Estaba bailando con la maravillosa música de Bach.
     
    #1
    Última modificación: 10 de Abril de 2013
  2. Uqbar

    Uqbar Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Desde el primer compas comencé la lectura y puedo asegurarte que se complementan a la perfección, sutil, mansa, dulce... Expresada paso a paso y con deleite. Felicidades, un lujo leer y escuchar, un lujo sentir.

    Uqbar
     
    #2
  3. elbosco

    elbosco Poeta fiel al portal

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    Gracias Uqbar! me resulta es una gran satisfacción que te haya gustado. Gracias por expresarlo.
     
    #3

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