¡Cuidado!

Cuando estés a punto de tirar a alguien a ese cubo de basura imaginario, reflexiona antes.
Puede que no sea la otra persona quien te está haciendo dudar; mira dentro de ti mism@, analiza la situación lo más objetivamente posible. No todo ni tod@s tienen que girar entorno a nuestro eje. No seamos egoístas.

Si al final te crees con todo el derecho a hacerlo, no te arrepientas después. Los cubos de basura se vacían, y miles de depredadores los rodean, acechando siempre en busca de lo que otros no quieren, lo depredadores natos son incapaces de conseguir nada sin hacer daño al prójimo.

Si te diriges a ese cubo para recuperar a la persona, posiblemente no estará allí; se la habrán llevado o probablemente se habrá ido por su cuenta porque no era basura.

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Muy, muy interesante y apropiada reflexión, Maite.

La egolatría, el egoismo, es probablemte el responsable de muchas de estas lacras, comportamientos inexplicables que cada día mas abundan y nos sobrecogen, haciéndonos dudar de nuestra humanidad.

Un abrazo

P.D. No consigo poner el acento en la palabra mas...maldita sea

 

Gracias por leer todo lo que escribo aunque no tenga ninguna calidad. Lo escribí el año pasado porque me había portado mal con alguien que no se lo merecía. Es mi forma de pedir perdón aunque se lo pedí personalmente.

 

Lo de la calidad es tan subjetivo, tanto que de verdad, es mejor casi ni mencionarlo y mucho más cuando se trata de prosa...

Todos hacemos daño, incluso sin quererlo. A veces sin saberlo, incluso sin llegar nunca a saber que lo hicimos.

Un beso.

 

Intento no hacer daño y si lo hago me gusta ser consciente de ello. Así al menos puedo intentar repararlo.

Abrazotes.

 

Es como decir nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, un bello mensaje que valoro desde esta obra bien lograda. Un gusto leerte con tu gran talento, saludos y abrazos.

 

Nancy, agradezco mucho tu amable comentario ya que no creo poseer talento. Exactamente: no apreciamos lo que tenemos hasta que nos quedamos sin ello. Afortunadamente me di cuenta a tiempo y no perdí a esa persona.

Un abrazo.

 

Tienes toda la razón del mundo, Maite. Si se hace daño y se es consciente de ello, no hay excusas; es preciso repararlo.

 

No soy una santa pero no me gusta la maldad ni la venganza. Menos aún hacer daño gratuitamente; aunque tuviese motivos no lo haría siendo consciente de ello.

 

Profunda y muy certera prosa, un escrito vehemente, hondo y con mucha fuerza, donde las reflexiones propias y de muchos otros que concordamos con usted son plasmadas magníficamente. Un placer pasar por su excelente obra, reciba mi más cordial saludo.

 

Muchas gracias por su amable comentario. Me alegra que piense de la manera en la que yo lo hago. Afortunadamente supe darme cuanta a tiempo y no perdí a la persona. Saludos cordiales.

 

Muy buena prosa Light. Estoy de acuerdo, nos creemos el ombligo del mundo y vemos la paja en el ojo ajeno y no somos capaces de ver la viga en el nuestro. Hay que hacer un trabajo interior importante para ser capaces de aplacar las ansias de nuestro ego.
Un fuerte abrazo y felicidades por este buen trabajo literario.

 

Muchísimas gracias. A mi no me parece demasiado bueno, pero puedo asegurarte que está escrito desde muy dentro de mi. Afortunadamente tuve el acierto de darme cuenta a tiempo y no tiré a la basura a la persona.

Un abrazo.

 

La reflexión tiene que empezar por uno mismo si..., pero es tan fácil juzgar a los demás y echar balones fuera...

Un abrazo,

Palmira

 

Siempre intento examinarme a mi misma y nunca me ha gustado juzgar a los demás a la ligera, aunque eso no me libra de equivocarme y cometer errores. En el caso de lo que he escrito, que se basa en un hecho real, afortunadamente reflexioné a tiempo y esa persona sigue formando parte de mi vida.

Muchas gracias por la lectura.

Maite

 

Es muy difícil hablar en voz alta de los errores propios, como si hubiera un mecanismo interno de defensa que nos los oculta; probablemente ese mismo egoísmo, que contribuye de una forma muy primitiva a nuestra supervivencia, pero creo que tenemos herramientas para ponerlo en cuarentena hacerlo un poquito mejor.

Además, diría que tienes el ánimo de que todos aprendamos algo.

Esto de cuestionarse a uno mismo es, como mínimo, una práctica muy sana.

 

No soy nada para enseñar a los demás, sólo escribo sobre mis vivencias. Tengo muchos defectos pero no me gusta hacer daño. Soy demasiado impulsiva y eso me lleva a cometer errores que intento subsanar siempre que puedo.

 

Se puede aprender mucho de las vivencias propias y, a veces, un poco de las de los demás .

 

Es cierto. Aprendo mucho de los demás o intento hacerlo, sólo que no es mi propósito. Si realmente alguien aprende algo positivo me sentiría agradecida y no precisamente por ego.