Cuiptamaka: 15va. parte.

-PAIKATRON: ¡Tú no sabes nada de mi hijo, y tampoco conoces absolutamente nada de la realidad del universo, criatura primitiva!
No sé cómo entender tu soberbia, pero una sola cosa cosecharás de ella: Tu propia destrucción.
Señor juez, señores del honorable cuerpo del jurado, el poder militar de kifonipatigak extiende una recusación a la defensa de este humano, y solicita un procedimiento de traslado de esta causa al tribunal militar, por considerar que representa una flagrante falta hacia la seguridad interior de toda nuestra sociedad.
-MOTAKAPA: ¡Protesto enérgicamente: El juicio ya está sustentado en la jurisdicción civil. Además el señor comandante, aquí presente, es parte involucrada de los descargos de la parte acusadora!
-MUSIALTIRAGRIPA: Señor Paikatron, su solicitud solo podría acogerse si mediase una enmienda de la excelentísima corte central de kifonipatigak, extendida por el primer ministro de las cortes en ejercicio..
-PAIKATRON: Dicha solicitud está en estos momentos en mi poder.-A una orden verbal, uno de los soldados dio un par de pasos hacia el estrado del juez y le extendió un cilindro transparente en cuyo interior había un pergamino.
Musialtiragripa lo desenrolló con cierto nerviosismo, y tras breves instantes de lectura lo dejó a un lado antes de replicar
-MUSIALTIRAGRIPA: El primer ministro me ordena cesar y desistir en esta causa, declararme incompetente, y remitir el caso a la justicia militar.
Por consiguiente, y dejando un voto de protesta por lo arbitrario de este procedimiento, sin precedente alguno, levanto la sesión indefinidamente…
El acusado, entonces, queda en custodia militar…Es todo.-dos fornidos alienígenas acudieron donde Roberto maniatándolo bruscamente. Éste, en medio de forcejeos y la impotente y triste mirada de Motakapa, fue llevado por los soldados de Paikatron.
Los acontecimientos prosiguieron desarrollándose aún más vertiginosamente.
Roberto se vio en una sala de cristal, toda de color negro, y amarrado de manos por unas cuerdas de tonalidades verdes. Estaba solo, y solo podía sentir un intenso frío por la baja temperatura de dicho lugar que frisaba en 15 grados Celsius.
Al observar su entorno más distante pudo ver que ocho soldados, marcialmente estáticos, le custodiaban.
Trataba de pensar, pero no lograba hacerlo. Las prolongadas horas de trámites y tensiones le provocaban una indescriptible ansiedad que anulaba toda su razón. Y la mirada dura y cruel de Paikatron estaba grabada en su mente como una profecía de funestas consecuencias
debió transcurrir una o dos horas, y el padre de Cuiptamaka se presentó escoltado por tres de sus edecanes
-PAIKATRON: No creas que perderé demasiado tiempo contigo humano. Solo te hare una pregunta, y si la respondes con sinceridad, quizás considere tu eliminación por un medio indoloro. De lo contrario, te flagelaré hasta el infinito…
-ROBERTO: ¡No te tengo miedo, cobarde. Eres valiente detrás de todo tu poder y tus soldados, pero sin ellos no eres capaz siquiera de criar a tu hijo!
-PAIKATRON: Tu tiempo se agota terrícola. Responde con sinceridad…Dime..¿Dónde está Cuiptamaka?
-ROBERTO: ¡No tengo idea, como pretendes que lo sepa!
-PAIKATRON: ¡En tu cuello, está la pulsera de conexión que yo le regalé cuando tenía diez años!
por medio de ella, ambos están en contacto. ¡Sé que me mientes, y por tu miserable falta de sentido común pagaras con tu vida!
-ROBERTO. ¡No lo sé, lo juro!..¡Pero sé que igual me mataras, porque me odias y eres un ser despótico y egocéntrico. Por eso, si lo supiese, lo negaría eternamente…
-PAIKATRON: ¡Eternamente, es una palabra demasiado grande para ti: Insecto! Nunca se sabe donde comienza, y jamás donde termina…Entonces es suficiente para ti: Llegó tu final.-Paikatron extrajo una especie de pistola de una cartuchera de material metálico que se endosaba a un cinturón a su cintura, y colocó su cañón entre los ojos del muchacho. En su rostro, un mutis de infinito desprecio y sed de venganza fueron una especie de despedida para Roberto…
Éste, cerró los ojos, y se apresto para el final sintiendo en el fondo de su corazón una desgarradora pena por el hecho de terminar así, tan lejos de su planeta y sus seres queridos..
Y porque no podría volver a ver a Cuip: Por quien, desde aquél beso en la muñeca, sentía un afecto in crescendo…
Todo parecía terminado…
Estaba por desarrollarse aquélla lamentable escena cuando un intenso ruido estremeció el lugar. Y frente a la sorpresa general, una explosión de grandes proporciones derribó el techo de dicha habitación.
Paikatron bajó su arma, y trato de indagar lo que sucedía cuando una luz de tonalidad anaranjada envolvió el cuerpo de Roberto…

 

ups parecía el final de Roberto, pero siempre hay una nueva oportunidad inesperada.
Sigo aquí