Cupido! (Primer capitulo de mi libro Lagrima de luz)

Era un día frió donde todo estaba triste y opacado.
Caminaba por las calles de esa negra ciudad. Yo era una persona optimista, alegre, que siempre veía lo bello de la vida, no me rendía si algún obstáculo se me ponía en frente Pero aun Haci siempre tenía una preocupación. No había conocido el amor de una mujer y eso me ponía triste.
Necesitaba conocer a una niña que me hiciera feliz, que me diera cariño. A veces me cuestionaba porque la vida era así conmigo si yo era una persona buena. Lo que no sabía era que el destino me tenía una muy buena oportunidad para conocer lo que tanto anhelaba.


Un día normal como cualquiera yo iba caminando por los parajes de la ciudad
Hablando solo como una persona rara.

• aaaah!! Porque esta vida es Haci conmigo si no e hecho nada malo. Frank es un estupido que no sabe como tratar a una mujer y el tiene una novia. Quizás a las mujeres le gustan los hombres brutos y sin sentimientos.

¿Cuando diablos voy a encontrar una dama que me haga feliz? Me cuestionaba.

Por ir hablando solo choque con una persona, a ella se le cayeron unos papeles que llevaba en su mano y como toda persona con valores como yo, necesitaba enmendar mi error.

- O Perdón, lo siento, no quise botarle sus papeles déjeme ayudarle. Le dije

- Muchas gracias, pocas personas hacen lo que estás asiendo tu.
¿Con quien tengo el gusto de hablar? Me pregunto.

- Me llamo… Crii Crii Criis

- Jajajaja. Soltó una risa y me quedo mirando fijamente.

Yo creo que debió hacer por lo tonto que me veía tartamudeando
Pero ese tartamudeo no era por nada. La que me pregunto el nombre era una dama hermosa.
Con su cabello rizado y su piel tan blanca, su pelo negro y esos ojos de color azul del cielo que me cautivaron. En ese momento supe que ella era la dama que andaba buscando, que ella tenía que ser la mujer que me hiciera feliz, ella era lo que estaba buscando durante todo este tiempo de soledad.


- Mucho gusto Cris y muchas gracias por ayudarme a recoger mis papales ojala que algún día nos veamos de nuevo.

- De na... na... Nada.

Ella se va caminando tan elegante que mis ojos no se pueden despegarse de ella, quizás en ese momento tenia que haberle seguido hablando pero yo era muy tímido y no podía ni siquiera
Hablar con amigas porque me ponía nervioso, entonces, ¿como habría podido haberle hablado a la persona que con tan solo mirarme me robo el corazón?
Y nuevamente seguía hablándome a mi mismo como un zopenco.

• Ooo... Vamos Cris. Ella es la mujer de tus sueños no la dejes escapar, búscala y dile que si pueden tomarse un café, aunque sea no con intensiones de conquistarla sino como una manera de pedir disculpas. Conversaba con mi conciencia
• Pero como voy a hacer eso ni siquiera la conozco además no me atrevería, ¿y si me dice que no? O peor aun ¿si me dice que soy un atrevido? no me puedo arriesgar a eso.
• Y seguía replicándome a mi mismo.

Esto era como una lucha en mi cabeza. El valiente príncipe desea ir a buscar a la princesa para llevarla a su castillo y regocijarla con delicadezas, contra el entupido bufón del reino que solo hace reír a la gente y ni siquiera se da el tiempo de pensar en lo que el quiere o necesita.
En verdad siempre me pasaba lo mismo. En momentos que tenia que decidir algo importante me ponía nervioso y optaba por la decisión más fácil.

Luego de ese Encantador incidente seguí caminando por la ciudad, pero con mi mente atrapada en ese momento. No podía dejar de pensar en esa bella Mujer, en su forma de hablarme tan gentil y el olor de su perfume que era como un aroma que con tan solo al sentirlo te hipnotizaba.
Lo mas trágico es que ni siquiera sabia su nombre, no sabia de donde era o que hacia en ese momento allí
.
Ami me gustaba caminar por lados que no conocía, lo encontraba una manera de poder conocer más los lugares y de ver más sitios bellos.
Había encontrado una placita muy pequeña y hermosa donde sus árboles eran como unos gigantes amarillentos ya que era época de otoño.
Empecé a explorar esa pequeñita plaza y de la nada encontré una billetera. Debería haber sido de alguna mujer a juzgar por su aspecto .Tome la billetera, la abrí para ver de quien era y luego devolverla a quien la extravío y como obra del destino al ver una foto que había dentro me doy cuenta que era la mujer Con la que había chocado. La mujer que me había robado el corazón. Me puse a pensar y llegue a la conclusión que por primera vez en mi vida tenia que tratar de encontrar el amor por mi mismo. Haci que me decidí a buscar la mujer de mis sueños esa mujer que con tan solo verla me volvía loco de amor, aunque fue solamente una vez que la vi.
Era un día frió donde todo estaba triste y opacado.
Caminaba por las calles de esa negra ciudad. Yo era una persona optimista, alegre, que siempre veía lo bello de la vida, no me rendía si algún obstáculo se me ponía en frente Pero aun Haci siempre tenía una preocupación. No había conocido el amor de una mujer y eso me ponía triste.
Necesitaba conocer a una niña que me hiciera feliz, que me diera cariño. A veces me cuestionaba porque la vida era así conmigo si yo era una persona buena. Lo que no sabía era que el destino me tenía una muy buena oportunidad para conocer lo que tanto anhelaba.


Un día normal como cualquiera yo iba caminando por los parajes de la ciudad
Hablando solo como una persona rara.

• aaaah!! Porque esta vida es Haci conmigo si no e hecho nada malo. Frank es un estupido que no sabe como tratar a una mujer y el tiene una novia. Quizás a las mujeres le gustan los hombres brutos y sin sentimientos.

¿Cuando diablos voy a encontrar una dama que me haga feliz? Me cuestionaba.

Por ir hablando solo choque con una persona, a ella se le cayeron unos papeles que llevaba en su mano y como toda persona con valores como yo, necesitaba enmendar mi error.

- O Perdón, lo siento, no quise botarle sus papeles déjeme ayudarle. Le dije

- Muchas gracias, pocas personas hacen lo que estás asiendo tu.
¿Con quien tengo el gusto de hablar? Me pregunto.

- Me llamo… Crii Crii Criis

- Jajajaja. Soltó una risa y me quedo mirando fijamente.

Yo creo que debió hacer por lo tonto que me veía tartamudeando
Pero ese tartamudeo no era por nada. La que me pregunto el nombre era una dama hermosa.
Con su cabello rizado y su piel tan blanca, su pelo negro y esos ojos de color azul del cielo que me cautivaron. En ese momento supe que ella era la dama que andaba buscando, que ella tenía que ser la mujer que me hiciera feliz, ella era lo que estaba buscando durante todo este tiempo de soledad.


- Mucho gusto Cris y muchas gracias por ayudarme a recoger mis papales ojala que algún día nos veamos de nuevo.

- De na... na... Nada.

Ella se va caminando tan elegante que mis ojos no se pueden despegarse de ella, quizás en ese momento tenia que haberle seguido hablando pero yo era muy tímido y no podía ni siquiera
Hablar con amigas porque me ponía nervioso, entonces, ¿como habría podido haberle hablado a la persona que con tan solo mirarme me robo el corazón?
Y nuevamente seguía hablándome a mi mismo como un zopenco.

• Ooo... Vamos Cris. Ella es la mujer de tus sueños no la dejes escapar, búscala y dile que si pueden tomarse un café, aunque sea no con intensiones de conquistarla sino como una manera de pedir disculpas. Conversaba con mi conciencia
• Pero como voy a hacer eso ni siquiera la conozco además no me atrevería, ¿y si me dice que no? O peor aun ¿si me dice que soy un atrevido? no me puedo arriesgar a eso.
• Y seguía replicándome a mi mismo.

Esto era como una lucha en mi cabeza. El valiente príncipe desea ir a buscar a la princesa para llevarla a su castillo y regocijarla con delicadezas, contra el entupido bufón del reino que solo hace reír a la gente y ni siquiera se da el tiempo de pensar en lo que el quiere o necesita.
En verdad siempre me pasaba lo mismo. En momentos que tenia que decidir algo importante me ponía nervioso y optaba por la decisión más fácil.

Luego de ese Encantador incidente seguí caminando por la ciudad, pero con mi mente atrapada en ese momento. No podía dejar de pensar en esa bella Mujer, en su forma de hablarme tan gentil y el olor de su perfume que era como un aroma que con tan solo al sentirlo te hipnotizaba.
Lo mas trágico es que ni siquiera sabia su nombre, no sabia de donde era o que hacia en ese momento allí
.
Ami me gustaba caminar por lados que no conocía, lo encontraba una manera de poder conocer más los lugares y de ver más sitios bellos.
Había encontrado una placita muy pequeña y hermosa donde sus árboles eran como unos gigantes amarillentos ya que era época de otoño.
Empecé a explorar esa pequeñita plaza y de la nada encontré una billetera. Debería haber sido de alguna mujer a juzgar por su aspecto .Tome la billetera, la abrí para ver de quien era y luego devolverla a quien la extravío y como obra del destino al ver una foto que había dentro me doy cuenta que era la mujer Con la que había chocado. La mujer que me había robado el corazón. Me puse a pensar y llegue a la conclusión que por primera vez en mi vida tenia que tratar de encontrar el amor por mi mismo. Haci que me decidí a buscar la mujer de mis sueños esa mujer que con tan solo verla me volvía loco de amor, aunque fue solamente una vez que la vi.