Curiosidad

Desde aquel lugar la vista era inmejorable. Pasaba las tardes enteras sentado allí, observando el increíble ajetreo. Sentía una irresistible curiosidad por saber cómo sería estar en medio de aquel bullicio y aquella tarde sucumbió a la tentación. De un salto salvó los tres metros de altura. Oí su insistente llamada y le busqué. Salí, me asomé y allí estaba, con el pánico reflejado en sus redondos ojitos, maullando sin cesar. Saltar a la calle había sido fácil pero volver a subir…eso era más difícil.​

 

Jajaja, que bueno Xosé, por un instante pensé que era alguna persona quién saltaba. Me gusta y te dejo estrelliitas con un beso.

 

La curiosidad abre ventanas pero impone responsabilidades.

Buenas líneas Xosé.

Gracias por compartirlas.

Un abrazo.

 

vuela la imaginación, imagino que el curioso es un gatito, aunque podría ser...
Me he sonreido imaginando la escena. Creo que a veces el sucumbir a la tentación es super fácil, lo difícil es solucionar las consecuencias.
Estrellas a tu pluma.
Abrazos.
Ana

 

Xóse tu relato me lo aplico como moraleja, jaja.. Ya sabes por donde voy . Me gusto mucho esa forma de llevarno y luego darle ese giro donde alivias le tensión del momento, un abrazo. Carmen

ESTRELLITAS PARA TI

 

Hay en tu relato la ternura necesaria para hacernos sonreír y la sabiduría para hacernos reflexionar. Pagamos un alto precio por conocer el laberinto que tan fácil de resolver se ve desde el balcón.

 

Genial me encanto!! suelen ser tan traviesos como las almas de los poetas no cres?? saltan y juegan y duermen por que ya comieron mucho.
Saludos un placer leerte.

 

Gracias, marya Jesús. Pero, quien lo sabe, también pudo ser una persona...

 

Muchas gracias por pasar, Cesar.
Un abrazo.

 

Me alegro por tu sonrisa. Muchas gracias por tu comentario.

 

jajaja...La curiosidad mató al gato, eh.

Muchísimas gracias, Carmen. Me alegro de que te guste.

 

Gracias, Luis. Desde arriba es tentador, desde entro puede ser aterrador...
Me alegro de haber conseguido una sonrisa.
Xosé.

 

Me alegro mucho por tu visita y de que te haya gustado. Sí, son traviesos y...curiosos, ya sabes.
Un cordial saludo.
Xosé.

 

Muy bueno Xosé...la curiosidad mató al gato, dicen. Pero no llegó a morir, tiene seis vidas más...jaja

Es fácil caer y difiil subir, pero no imposible y si no se puede hay que pedir ayuda.

Un beso amigo, buenas tardes, buenos días jajaja

 

Sí, Marce. Es fácil entrar y difícil salir. Pero con ayuda...
Buenos días, buenas tardes...jejajaja.
Un besote.

 

La curiosidad mato al gato, exelente relato

 

Muchas gracias, Allan, por dejar tu amable comentario.
Un saludo.
Xosé.

 

Creía haberte felicitado ya por este escrito. Se me pasó.

 

Pues ya recibí tus palabras...Muchas gracias, querido Ángel.
Un saludo, amigo.
Xosé.

 

la gallardía y elegancia, sopesada con el orgullo. Un gusto el poder disfrutar de tus letras.

 

hay ocasiones en que las ganas, mas que ganas, son osadía y eso señor, eso se paga, jeje

me gustó mucho su prosa

salu2 prenavideños

 

de alto costo significa la curiosidad muchas veces,
un buen microrelato amigo...

saludos australes

Ramiro

 

Gracias por tus palabras, Zero.
Un saludo.

 

Me alegro de que le gustase, amigo Gayo. Muchas gracias por dejar su mensaje.
Un cordial saludo.
Xosé.

 

Gracias, Ramiro. Desde luego, el protagonista de esta historieta sigue observando el exterior con muchísima curiosidad, pero también mucha más prudencia...jajaja
Un abrazo.
Xosé.

 

​

Como nos embaucas pillín, nos pones los dientes largos​

haciéndonos crear un escenario y cuando mejor estamos ​

zas ese salto pone la carne de gallina, método que empleas​

para la reflexión, que fácil es saltar al abismo ¿y volver?​

Gracias amigo por dejar estas letras que hacen pensar​

de modo que nuestras mentes se obliguen a despertar​

de ciertos letargos en los que caemos fácilmente.​

Estrellas y besotes para ti.​

Lola​

​

 

Muchas gracias, Lola. Me alegro de que te haya gustado. Pero, ¿por qué me llamas embaucador? jajajaja.
Un besote, amiga.
Xosé.

 

Pues ya ves, Antonio, al pobrecito sigue acosándole la curiosidad, pero desde aquel susto toma más precauciones.
Muchas gracias por tu visita.
Un abrazo, poeta.

 

Esa es la esencia de un buen microrrelato, la sorpresa final. Me ha encantado amigo Piteira, mis besos mediterraneos y mis estrellas