Dama y...Mujer

Entre halago y ofensa, así, concibes,
el lúbrico reflejo de mis ojos
que quizás, a la dama, causa enojos
por eso, sonreírme te prohibes.

Mas, en ti, una mujer también percibes
qué vibra más allá de tus sonrojos,
qué quiere, del amor, romper cerrojos
y a quien en sueños, nada tú le inhibes;

y envuelta, ahí, en lascivo abrazo estrecho,
te aferras a mi cuerpo demandante,
dejando qué se torne caminante

de tu carne, mi aliento insatisfecho
que enciende las coronas de tus pechos
mientras eres...guerrera galopante.​

 

Intensidad que vibra y se alza querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Hola Nancy:
Te agradezco, apreciada amiga, tu visita a este soneto, así como tu amable comentario sobre el mismo. Un abrazo, Poetisa.

 

Hermosos versos...saludos

 

Querido Ayax, me encanta todo lo que escribes y lo sabes. Dichosa esa mujer que te inspira versos tan apasionados como estos.

Un beso,

Gladiadora___________________

 

Versos de exquisita y delicada sensualidad. al mismo tiempo llenos de elegante pudor, maravilloso poema, saludos Alex

Ya lo dice Sabina:
"En mi casa no hay nada prohibido,
pero no vayas a enamorarte,
con el alba tendrás que marcharte
para no volver.
Olvidando que me has conocido,
que una vez estuviste en mi cama;
hay caprichos de amor que una dama
no debe tener."