De alegría y melancolía

Anoche dormí con tu sonrisa trazada en mi mente, con tu susurro resonante en mis oídos, con tus labios llenando los míos, la luna me regalaba una melodía tenue y las estrellas me cantaban tu nombre entre poesías. Mas tal experiencia, que causaba en mi un súbito latido de alegría, también enterraba una estaca de melancolía, por que eres mujer ajena, que llena de dicha la vida de otros brazos y susurra en otros oídos.
Pero ¿qué culpa tengo yo?, pregúntame, y te diré que no fue así como lo quise, no es así como lo quiero. Si la vida me lo permitiera, te borraría de mi almohada o cambiaría los ojos con los que te veo, pensaría en ti sin temblar y te tocaría sin acariciarte, pero no puedo, estoy atado, desesperado, arrancando tu recuerdo con una mano y abrazándote con la otra, tal vez esperando, pero aun no se qué.
Anoche dormí con tu sonrisa trazada en mi mente, el problema, es que al despertar, ahí seguía.​