De alguien para ti

Días bellos obtengo al captar mis ojos tu imagen, a veces la olvido y me siento frío, pierdo el sentido y me esfuerzo en fantasear un momento contigo.
Angelical siento tu esencia pues en ella percibo belleza, bondad e inocencia, tal vez te idealizo, posiblemente imagino, pero lo más probable es que experimento una serendipia.
Yelmo de gran fortaleza creó tu existencia en la mía, pues mi alma creció al gustar de ti una tenue brisa.
Arrebol de mil cielos apantalla mis deseos cuando de cerca te tengo; la luz que desprendes quema si uno no sabe entenderla, sacia la sed de los ojos que aman probar la pureza y vuelve inmarcesibles las flores de una primavera.
Nefelibata se ha vuelto mi personalidad, tanto que cada letra de tu nombre me hace susurrar suspiros a la luna, hablar de sueños con mi almohada y recitarle bromas a la vida.
Alba es lo que eres, aunque no sepa quién ni cómo eres, lo expreso así,
aunque suene contradictorio pues se trata de ti la primera luz que entra en mi dormitorio, la que me hace abrir los párpados sin necesidad de cruzar palabra alguna, sin miedo a aclarar mis dudas.

 

Buenos días, Alde. Las leyó en su tiempo, este poema lo escribí hace unos 6 años.
Cierto, mi estimado Alde, el amor mueve montañas.
Saludos!