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De humanos y angeles - capitulo 2

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Arcangel, 7 de Octubre de 2006. Respuestas: 1 | Visitas: 698

  1. Arcangel

    Arcangel Poeta recién llegado

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    28 de Septiembre de 2006
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    Como he dicho anteriormente, soy un arcángel de tercer orden y ello hace que tenga una labor concreta, vigilar y proteger la integridad de algunas mujeres, si, solo de algunas, me explicare. Existe un tipo de mujeres que por su constitución genética y cromosomática son propensas a engendrar embriones de animales, ninguna puede llevar a termino dicho embarazo pero consiguen fertilizar el esperma, lo cual resulta interesante para los ángeles rebeldes, ¿Por qué?, muy sencillo, la estructura del ángel es mitad animal mitad humana, por lo tanto no pueden procrear con la mayoría de las mujeres, pero con el tipo que he comentado, sí, por lo tanto son propensas a posibles violaciones de “rebeldes” y ahí es donde entro yo, vigilo este tipo de mujeres, si solo viene un “rebelde” me encargo yo solo de él, pero si vienen más, entonces me tengo que comunicar con el arcángel Miguel, él es de segundo nivel, además de ser el comandante en jefe de los ejércitos de el cielo, al instante una patrulla de arcángeles vendrá en mi ayuda para evitar dicho ataque.

    Así trascurría mi vida, una vida que, aunque entre espadas y batallas, resultaba más bien aburrida, y ya sabemos que el aburrimiento hace tener pensamientos retorcidos y nos hace desviarnos. Mi ultima asignación fue Maria Sullivan, una mujer rubia, de 25 años, licenciada en historia, pero que en estos momentos se encontraba en paro, si pensáis que tengo muchos datos sobre ella, es porque no conocéis el servicio secreto que trabaja para Gabriel, es impresionantemente eficaz y posiblemente sus archivos sean el único sitio donde un humano podría encontrar toda su ascendencia desde los tiempos de la creación. Esta mujer, Maria, era candidata perfecta para un ataque, pero sorprendentemente nunca había sido atacada, yo quería unas pequeñas vacaciones así que pedí este “destino” para estar relajado. Cuando la vi por primera vez me fijé en su aura y estaba claro que estaba prepara para engendrar con ángeles y por la fuerza del color ámbar, no solo estaba preparada, sino que encima llegaría a termino en un cien por cien de las veces.

    Entonces ¿Por qué nunca la habían atacado? Estaba claro que si yo veía que era una candidata perfecta, los “rebeldes” también, la pregunta rondaba por mi cabeza noche y día sin parar. Empecé a seguirla más de cerca durante todo el día, y la noche la pasaba sentado en un sillón que tenia en su habitación, observándola, viendo como los rizos de su dorado pelo caracoleaban en sus pómulos, como las luces mortecinas de la noche se reflejaban en su fina piel, la caída de la sabana sobre su cuerpo, como las líneas perfectas de sus labios se contraían y estiraban al mismo tiempo que su afilada nariz se arrugaba, como el pecho se le hinchaba y deshinchaba al ritmo de su respiración, una respiración, que acaba adoptando yo mismo.

    Una noche me descubrí arrodillado al lado de su cama, apartándole el pelo de la cara y mirando fijamente las curvas de su cara, di un salto hacia atrás y me quedé de cuclillas sobre el respaldo del sillón, agazapado, con la respiración acelerada, por mi cabeza surcaban pensamientos dispares a toda velocidad: “no debes tocarla” “que guapa es” “no intimes con ella” “¿me podría enamorar de ella?” “no forniques con ella”. Ese último pensamiento me hizo desestabilizarme y caí al suelo, provocando un enorme ruido, pues con las alas me llevé el perchero y un jarrón con rosas en agua. De repente se hizo la luz y me encontré en medio de la habitación con las alas extendidas mirándole a ella, que con cara de asombro y curiosidad miraba tanto a mí como a mis alas, pues la desconcentración hizo que perdiera el bloqueo en la mente de ella, para que no me viese.

    Se levanto y se acercó a mí, sin miedo, sin prisa, el recogido camisón, le patino hasta las rodillas al levantarse de la cama, grácilmente caminó hacia mí y se agacho, levanto la mano derecha y me toco la cara:

    - ¿Quien eres? – Me pregunto.
    - Mi… nombre… es… Ariel – Las palabras brotaban de mi garganta con dificultad.
    - ¿Eres un ángel?
    - No me tienes miedo – Su dulzura a la hora de hablar, hacia que mi muro de rectitud se desmoronara poco a poco.
    - No creo que alguien que fuese ha hacerme algo malo, fuese tan torpe – dicho esto, saco un pañuelo de papel del bolsillo del camisón y secó una gota de sangre, que resbalaba por mi frente – Hay sangre pero no hay herida…
    - Soy un ángel, mis heridas tardan muy poco en cicatrizar – No podía apartar mi vista de sus ojos color miel.
    - Y se puede saber que haces aquí.

    Mi mano se movió sola hacia la cara de ella, al deslizar mis dedos por su mejilla, un escalofrío recorrió mi cuerpo seguido de un calor intenso.

    - Eres guapísima.
    - Jajaja, ¿Qué has venido a ligar conmigo?
    - Si.

    Fue mi única respuesta, sin saber lo que hacia me lancé hacia su boca y empecé a besarla, sus labios eran suaves como la seda y frescos como un río en primavera. Ella no se echo hacia atrás, más bien hacia delante y con su mano toco mi cara, la suavidad de sus dedos hizo que me estremeciera, pero como si de un rito estudiado se tratase hice lo mismo, su pelo se enredo entre mis dedos, era suave y fino, su respiración se aceleró, y empecé a sentir el calor expulsado por su nariz, mi otra mano como si tuviese vida propia se poso sobre el muslo de ella, lo terso de la piel contrastaba con su suavidad y mi mano como atontada no supo moverse más, hasta que ella la cogió y la hizo avanzar hacia sus caderas, mis ojos no conseguían mantenerse abiertos pero tampoco hice mucho por evitarlo, las sensaciones, tan nuevas y tan fuertes a la vez, eran suficientes para mi. De repente me despegue de ella, también tenia los ojos cerrados, poco a poco fue abriéndolos a la vez que una sonrisa se le dibujaba en el rostro, dejando al descubierto una sucesión de diente perfectos que junto a sus ojos daban luz a su dorada piel.

    - Lo siento eso no debiera…- Ella puso su dedo índice sobre mis labios.
    - Ssssss…. Todo sucede cuando y donde debe suceder, ahora la pregunta más importante es… - Puso su mano sobre la mía y acercó su boca a mi oreja y susurrando dijo - ¿Te volveré a ver?

    El perfume de su cabello me embriagaba, estaba tentado a decirle que sí sin mas, pero sabia que tenia que reportar lo sucedido, recibiría un severo castigo, posiblemente hasta me degradarían, mientras estos pensamientos rondaban por mi cabeza, ella empezó a mordisquearme el lóbulo de la oreja, como si de un rayo se tratase, algo atravesó mi cuerpo desde mi pelo hasta la punta de mis alas, las cuales se estiraron cerrando súbitamente la puerta abierta del armario. Ella se reclino en el borde de la cama y se echo a reír, mirándome, pero no con maldad, sino con un atisbo de travesura en sus ojos.

    - Yo…no debería haberte tocado – era un hilillo de voz casi inaudible.
    - ¿Y quien te lo prohíbe?
    - La Ley.
    - Pero las leyes están echas para romperlas, si no, no hay diversión.
    - Las leyes están para CUMPLIRLAS, si no, cosas terribles podrían pasar. – Su cara se puso seria.
    - Terribles, ¿Cómo que?
    - No lo se… - Y verdaderamente no lo sabía – Desde mi existencia siempre hemos seguido la Ley, pero…
    - Pero… ¿Qué?
    - Llevo varios meses vigilándote, sin que me veas, ese era mi trabajo, pero desde hace dos noches, ya no te vigilo, solo te miro, y cuestiono las leyes, mi cabeza es un puzzle desordenado, no entiendo que es lo que sucede.
    - ¿Sabes que es el Amor?
    - Los ángeles amamos a los humanos, por eso les vigilamos para que no les pase nada.
    - No, no me refiero a eso, sino al amor a una sola persona….
    - No, eso va contra la Ley, se debe amar a todos los humanos por igual – Pero ya no estaba seguro – O no.
    - Esto se lo tengo que contar a mis amigas ”una ángel rubio de dos metros que esta buenísimo, esta enamorado de mí, y encima no lo sabe”
    - ¿Enamorado de ti?
    - Si, por eso te sucede todo lo que te esta sucediendo, nunca pensé que un tío sería tan directo, pero bueno….
    - El calor que me subía desde el estomago hasta la garganta, eso ¿Es amor?
    - No, eso es otra cosa, me refería a que tienes pájaros en la cabeza cuando piensas en mí después de dos semanas.
    - ¿Pájaros? no, solo que no pienso con claridad.
    - Pues eso, que las ideas se te van volando porque hay una que las desvía de donde están.
    - Eres guapísima.
    - Hombre, eso ya lo habías dicho, pero si esa puede ser la idea que entorpece tus ideas.jajaja - Su risa era como el canto de un arroyo joven.
    - ¿y eso es amor?
    - Es parte de ello, pero el amor es mucho más.
    - ¿Y tú podrías enseñarme a amar?
    - Esto es divertido, o sea que quieres que te enseñe a amar, o más concretamente a amarme a mí…
    - Lo harías – Dije poniendo mi cara a menos de veinte centímetros de la suya. Me miró, sonrió y dijo.
    - Pero como voy a decirle que no, al tío mas bueno que jamás he visto.

    Y puso su mano abierta sobre mi cara y me empujó hacia atrás y caí de espaldas sobre el suelo, ella se arrodillo en la cama y dijo.

    - Pero primero tengo que dormir y despertarme para saber que no es un sueño ¿Vale?
    - Hecho. Aquí estaré mañana – Le dije desde el suelo.

    Se echó a reír y se cubrió con la sabana. Yo me quede donde estaba mirando al techo, viendo la belleza en cada imperfección de la pintura del techo, en cada mota de polvo que volaba por el aire, incluso en la luz roja parpadeante que entraba por la ventana, todos mis sentido estaban a flor de piel, como nunca lo habían estado.





    Perdonad que os use vilmente :::blush::: , pero, esto no lo pongo solo para vuestro disfrute y ensalzamiento de mi vanidad, me gustaría que cualquier comentario o duda que tengáis sobre el escrito o si creéis que algo no esta del todo claro me lo comuniquéis por favor, sería de gran valor para mi y para el propio texto, gracias.
     
    #1
    Última modificación: 23 de Mayo de 2013
  2. Arcangel

    Arcangel Poeta recién llegado

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    Bueno, la frase que comentas la dice una chica de 25 años que cree estar soñando, jeje. Muchas gracias, como siempre es un placer poder contar con tu opinión, Un abrazo.
     
    #2

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