De López y la lealtad ciega

“De verdad, . . . ya ni la friega.”

López, necesita, urgente,
un asesor muy consciente
que lo haga reaccionar,
que lo ponga a trabajar.

De nueva cuenta, la riega,
pide a todos lealtad ciega
para su transformación
de cuarta, ¡oh, frustración!

Aún no le cae el veinte
de que, ya, es presidente,
tiene al país en la ruina,
en la desgracia genuina.

A dos años de gestión,
solo impera decepción,
delincuencia desatada,
recesión en escalada.

Pero él no reflexiona,
su cerebro no funciona,
no reactiva economía,
¡ampáranos, Madre mía!

Sigue tirando dineros
en sus proyectos “moleros”,
en el trenecito maya,
su necedad no desmaya.

La refinería se inunda,
es estupidez fecunda;
que mis versos calen hondo,
Pemex es barril sin fondo.

Se lleva toda la lana,
a cambio deja su "fama",
ocurrencias de locura,
haciendo una rifa oscura.

Del avión “prejidencial”,
su actitud es demencial,
nunca apela a la labor,
más bien parece pastor.

Siempre acude a la esperanza,
invocándola, a ultranza,
sin progreso, sin trabajo,
el país se va al carajo.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, 24 de septiembre del 2020
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