De madrugada

Aquí estamos desvelados frente a la plástica pantalla
con la mirada profunda, el pensamiento seco
y los taciturnos labios tullidos.
Desvelados frente a las horas que pasan prontamente, queriendo propiciar la madrugada.
Aquí estamos desvelados, en la benévola calma de la aún solitaria noche,
que trae consigo algunos rugidos de motores cortando el sordo silencio.
Y la pluma...
La pluma que se acopla con el sueño.

 

En la madrugada el mayor ruido proviene desde adentro de tu cabeza. Un saludo, azulzurita.

 

Cierta es su apreciación la comparto, ilusoria es la calma de la noche solitaria, que trae consigo torbellino de pensamiento y emociones. saludos cordiales poeta.

 

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