De tantas vidas que han sido olvidadas

He nacido desde el olvido,
donde ojos pernoctan la salvia
de la existencia,
y donde mis pieles
secan con el sol.

Mi sombra me recuerda a la humanidad,
que alguna vez fue añorada,
quizá seran las suertes de otras vidas,
lanzadas aquí como profundidades del asar.


¿Quien sabe cuantas veces te he visto?
Si en las tormentas habran adivinado
los telares del destino.
Una dulce epifanía,
que escapa al cesar la lluvia.

Mi sangre lleva consigo los recuerdos
de algun llanto,
un relámpago fugaz,
el primer suspiro de mi alma.

Estas palabras estuvieron,
estos ojos han ansiado,
los dioses olvidados,
y las flores marchitas en algun edén.