De Ti

QUÉ hay de ti, preparándose para despertar a los caminos que vienen de los cielos, atestados de pantallas por cada cosa que logra verse entre los verbos.
Toda la vida por ser descubierta está a solo un paso, mientras en las montañas se alzan las nubes, atrapadoras de los sueños.
No podrías cansarte de tanto caminar nunca, si hubiera que refugiarse más allá lo incierto, más allá en mundos cuyas puertas han estado siempre abiertas a lo hecho. No te resistirías a ir rápido, sabiendo que no hay forma de regresar luego.

Es así cómo quisiera alcanzarte, sin tener manera de evitar la realidad que me dibujas. Es así como te saco, de la acuarela de mis íntimos secretos. Es así como te pierdo, antes de alcanzar siquiera a amarte.
Que otra cosa nos mata, más que el sentimiento, y la pérdida de hasta la más mínima conexión con el suelo. Qué más podría caber allí, en tan reducido achicamiento.

Basta salir para despejar el vuelo;que de lento todavía no termina de pasar, rayándonos el firmamento con redonda tiza de que está hecha la luna. Basta convertirse en el momento; que nuevo ha de resultar, regalándonos el recuerdo de que hubo más de una. Basta ya de permitir que otros nos lleven, cuide el amor de ti, hasta que te liberes.
Ojalá y no sea de ti, y de tus deberes, que para crecer se necesitan bienes. Que sea el espíritu el que se suelte, que seas tú lo mejor que le acontece.
Su universo está al otro lado de ti misma, es eso lo que te mueve, mientras pasa contigo impulsándote desde la nada para que emerjas del polvo estelar por un instante.
Prácticamente no pesa, sólo pesa lo que pesan los miedos, si los hubiera. Se detiene de su andar, y te deja para que creas: Ahora vive por ti, valiéndote de lo que recogieras, si acaso con ello pudieras.
Ha salido fibra en lugar de nervios, y agallas en vez de alas. Han compungido los elementos disuadidos por la luz para poner una ínfima pinta de brillo en tus ojos.

Cómo haces para esconder esa hermosura, de lo que traes contigo. No pienses en nada, yo sé por qué te lo digo. Si es que por loco nunca antes me han pagado, que podría ganar haciéndome el fundío. Regálame un clavel el día que nos presenten, si me lo regalas yo te doy mi ombligo.
Tenme presente cuando vayas cerca de un río, si algo escucharas que no sea lo que te digo, una vez te oí, y eras tintineo de mis oídos.
Yo te pienso en la forma que me enseñas, y me enamoro de tus letras, vuelvo a reír, para ser otra vez quien era. Yo te pienso y no lucho más, me dejo poner la camisa de fuerza de tu mirada, me dejo sedar por un beso, de puro menos casi me embelezo... ahí va el tropiezo, en medio del sol más brillante que viera, de la claridad más limpia que quisieras...