De un sueño

Tienes el veneno en la palabra.
Cómo parábolas, impasible, observante cómo las gárgolas.
Tus garras desgarran gargantas cómo el lince,
mirada fría escarcha, desafiante de aristas punzantes
cómo agujas de reloj cómo montañas de naipes
qué son cobardes y siguen su propia geometría,
tu distante, implacable cómo el viento, infinita cómo el tiempo.

No supe amarte, mi corazón sin sangre, quieta y tranquila,
petróleo inerte y brillante cómo el ébano, espiral maldita e infinita...
Indestructible, inmortal, escondes retales de mi mente.
Valiente, eterna cómo siempre yo no supe tenerte y
tu no supiste perdonarme y sigues...

Dura cómo el mármol tu, desconocida como tus facetas.
Enamorarte, enamorarme, pensarte pensante.
Mis lágrimas de sangre carmín, tus labios de hormigón,
inamovibles cómo mil murallas, recordatorio recordarte halla donde vallas.
Hermosa como la poesía, visible pero inexistente como un sueño,
no tuviste ni tendrás nunca dueño...

Me he disuelto en tu mundo incierto,
siento el contraste en mis sentimientos,
¿Dónde buscarte, siquiera existes, como tenerte, como crearte?
preguntas sin respuesta yo te codicio necesito necesitarte nunca olvidarte.
¿Acaso estoy loco por ti? deja de acosar mi mente inocente,
si no puedo tenerte mejor alejarte pero aun no te marches
tengo que inmortalizarte en mi mente,
¿Explicarme cómo? si no me dejas conocerte...