Deauville

Me falta el ruido

Este silencio asombra

Nada que decir

La cicatriz sellada.

Pongo en pausa

El laptop y concilio por horas el eco con las voces

Rotas y lejanas.

En hilera los despojos

El último recuerdo es aquel deseo

De tener hasta morir la vida entre las uñas

Y cerrar la puerta

Quitando los zapatos.

Nada será igual

Lo siento por sus muros

Las escaleras sucias

La verja sin llave

O aquel calor de fuego

Bajo los pies descalzos.

Luego la noche

De camas sin almohadas

El derrumbe de las cinco

La lluvia calando el último resquicio

De un abrazo fingido.

¿A quién vas a llamar

Nombre sin objeto?

Me habitas

Repitiendo el cuento

De la mano que regresa del mar

Trayendo entre los dedos caracoles.

Difícil tarea

Alumbrar el rostro de todas las esquinas

Cuando el olvido oxida al desaliento

Y las horas restallan inútiles recuerdos.

Silencio

Quiero dormir

Entre la trampa del ocaso.

 

Muy bueno azul, muy bueno.

"la vida entre las uñas"

Ahí se queda cuando no podemos dormir y arañamos las paredes.

Un abrazo.

 

Querida Elena gracias por su lectura y ese abrazo.

 

Estupendo poema. Aunque es íntimo y muy subjetivo, se entiende mucho o al menor yo obtengo conclusiones.
Saludos. Géminis 48

 

Gracias por su lectura Géminis 48

 

excelente poema Azul...
aqui es donde nace la incertidumbre
de un vació vacilante...

saludos poeta​