1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Declaración de un sobreviviente

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por franco pavez, 23 de Marzo de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 614

  1. franco pavez

    franco pavez Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Enero de 2008
    Mensajes:
    13
    Me gusta recibidos:
    0
    Sobreviví, eso es lo primero que puedo decir. Pero es innegable el vacío enorme que el día a día me produce. A pesar de que huya de los recuerdos, de que me esconda detrás de los vicios, del cansancio mental, de largos viajes sin un final necesario o la necesidad misma de hacer dicha empresa, sigo siendo presa suya en la oscuridad. Mi melancolía es casi irónica ¡e incluso insólita! Me burlo de mi mismo en el día y me auto compadezco por las noches, aquellas solitarias donde no hay más ruido que esos pensamientos poco progresistas y que solo indagan una y otra vez en lo que fue y ya no. ¿Por qué? Difícil pregunta. ¿Por qué me importa? Ni yo mismo lo entiendo. Parece como si hubiese dejado todos mis sentimientos en una botella y que la hubiese arrojado al océano, pero que el muy bastardo la arrastra con las poderosas olas en la penumbra. Y se la traga, nuevamente con los primeros rayos del sol hacia lo más profundo de sus abismos.
    Las mañanas son casi idénticas. No importa donde despierte, sino que tal es el sabor matutino. Si es bueno, corro. Si es malo, me lamento por un par de minutos- quizá una hora- y sigo adelante pensando “debo luchar”. Pero ahora la palabra lucha ya cada vez tiene menos significado para mi. Parece que mantenerme firme, demostrar esa enorme voluntad que siempre jure tener solamente por ego y orgullo, no son más que mascaras descascaradas de la piedra costera de mi propia playa.
    Obsesiones son muchas. Ningún vicio me lleva a lo que quiero. Nada. Aunque hay veces en que logra una felicidad tan momentánea que la ansiedad se aferra firmemente a ella como para que lo que pensaba de esa mujer se la lleve de nuevo a la oscuridad de mi pensamiento y el dolor del corazón, aquello privado, secreto y sagrado que se prostituyo al perderla.
    Y bueno, sobreviví. Soy un vago.
    No soy muy listo, así que no llegare tan alto. No soy muy apuesto, descarte la idea del modelo de revistas hace mucho tiempo, no me viene. Ni tampoco soy muy aferrado a las cosas, excepto por mi locura, que, por mucho que maldiga y odie, sigo cayendo en ella una y otra vez. Pero ojo, tampoco soy un suicidad. Nunca he deseado perder mi vida. No tengo ni el valor ni la cobardía para quitármela. Solo vivo por vivir.

    Estoy en una época difícil, donde todo es cuestionado. ¡Hasta mis propios principios! Mis amigos, mi familia, la gente que conozco, todos ellos son acusados de un crimen que jamás cometieron en mi contra, pero que la frustración de la partida de la mujer que tanto quería me ha hecho esparcir el enojo contra ellos.
    En definitiva, ¿Qué soy? Un sobreviviente en una tierra hostil y árida. Que una vez vivió en un hermoso oasis de esta vida- que es un desierto quien nadie sabe donde carajo iremos a llegar- pero que ya no esta ahí. Ya no. Ahora, sobrevivo. Escojo seguir, haber si el omnipotente- caso curioso e irónico, siendo ateo igualmente lo cito- me prepara un futuro donde ya no sienta más esta ansiedad, vació y dolor por la perdida de un amor.
     
    #1

Comparte esta página