Dedicado a ti, Dios te bendiga!

Nadie en esta vida puede imaginarse cuantas veces te he visto ante mi, mirándome con esos ojitos tiernos y puros, llenos de tanta luz, tanta paz, iluminando todo a tu alrededor, como una bendición, apuesto que nadie puede entender que mil veces con esa mirada me has hecho llorar, de emoción, de felicidad plena, me haces sentir completa, contigo no me hace falta nada más.

Y es que estoy segura, ni con las riquezas mas grandes del universo se paga lo que me haces sentir, cada vez que tus tersas manos acarician mi rostro, como suaves son los pétalos de una rosa, con la misma frescura que deja la brisa al pasar.

En secreto hemos vuelto a nacer, experimentado cosas nuevas, nuevos recuerdos de lo que jamás se había vivido, inclusive no se vive todavía, sensaciones únicas, los primeros abrazos, la primera vez que nos tomamos las manos, ningún mortal siente lo que yo, así ya lo haya vivido, no lo siente igual, porque este sentimiento es solo tuyo y mío.

Es nuestra vida juntos, son nuestros sueños hechos realidad, yo cuidándote, protegiéndote, tú haciéndome sonreír, haciéndome rabiar, haciendo que te ame cada segundo más y más.

El dúo dinámico, la mejor pareja en este mundo antes vista, el mejor amor de todos, el más sincero, el más pleno, con nuestro aprendizaje, creciendo juntos, gateando, caminando, corriendo, gritando, leyendo, escribiendo, pintando, cocinando, aprendiendo a nadar, a cantar, jugando fútbol, entendiendo el significado de una flor, siendo dama, siendo caballero, entendiendo porque un gran hombre es importante para la humanidad, comprendiendo que una gran mujer, una mujer bien amada puede hacer al mundo cambiar y mejorar.

Formar reyes para amar reinas, entendiendo que todo lo que necesitas es amor, cuantas tardes de literatura juntos, cuantas costumbres entre ambos, cuantos paseos para conversar sobre la vida, momentos difíciles también, pero superados.

Los cuentos antes de dormir, los regalos de Santa, los te amo al partir, las fiebres, los jarabes para la tos, los premios por buena conducta, tantas cosas que en mis sueños hemos vivido ya.

Te veo feliz, pleno, seguro de ti mismo, te veo apuesto, de buen corazón, generoso, divertido, loco, culto, inteligente, elegante, varonil, viril, alto, sonriente, único, algo despistado, terco también, con esos apellidos cruzándose de vez en cuando, pero fuerte, paciente, te veo tan perfecto aún con tus defectos, te puedo sentir, tan amado, tan grande tan mío, mi hijo.

Si, tú, hijo mío que aún no has nacido y solo estas en mis sueños, que te anheló y en algún lugar te debe tener Dios Cuidándome, apartándote para mi, para un día juntarnos y hacernos felices, te sueño mucho y te anhelo como solo tú lo sabes, Sebastián Augusto, o si por supuesto, mi reina Lilian Sofía.

Algún día llegarás del colegio con tu uniforme sucio, tu cabello desordenado, tus manitos negritas de tanto jugar, con un dibujo de nuestra familia gritando: “bendición mami te amo”.

Dedicado al angelito que debe estar destinado para mi, que talvez en algún momento Dios me quiera mandar representado por un hijo o hija para completar mi vida.

Dios te bendiga mi amor.