Defectos.

No puedo controlar tener afectos.
No me entero si alguno a mí me quiere
y si es que alguien su amor me lo confiere
entonces me florecen los defectos.

Como de mariposas bellas alas
al tocarlas las rompo por mis ansias,
los lastimo y así huyen. La distancias
vuelven a ser la eterna de mis galas.

Así, la soledad siempre me enreda.
Es cual oscuridad, frío que hiere
y me vuelvo a quejar: nadie me quiere.

Siempre he de querer yo, que otra me queda,
qué bueno que hay algunos a quien quiero,
aunque ellos no me quieran, mas no muero.

Siempre busco el venero
del afecto que hierva y reverbere,
que me cubra su luz y me libere.​

 

La soledad siempre nos enreda.
Triste melancolía.

Saludos

 

Siempre hay que seguir buscando y a ser posible mejorar lo ya mejorado, hay gustos de todos los colores y defectos de igual manera mi querida Luciana, el hombre perfecto aún no ha nacido y la mujer perfecta tampoco, asì pues vayamos mejorando nuestros gustos para escoger mejor y elegir de lo bueno lo mejor... Me ha encantado leerte, te admiro profundamente mi querida poetisa y querida amiga....muááácksssssss

 

Así es, Alde, que se le va a hacer. Gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Maravilla de consejos, amiga, poeta, Isabel. Muchas gracias por tus adorables palabras. Besos múltiples y abrazos.

 

María, querida poeta, muchas gracias por tu apapacho (caricia). Un abrazo fuerte.