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Deivid Fonesquer y las calaveras rapadas. Segunda historia.

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por sergio Bermúdez, 3 de Julio de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 1110

  1. sergio Bermúdez

    sergio Bermúdez Poeta que considera el portal su segunda casa

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    DEIVID FONESQUER Y LAS CALAVERAS RAPADAS.




    CAPITULO 1: DEIVID FONESQUER HABLA DE LAS LEYENDAS DEL PASADO.



    En la segunda historia contare las defunciones que conocía por las historias que me relataba mi abuelo en las noches de invierno, cuando me hallaba en su casa entre el calor de su brasero. Podía saber a ciencia cierta que se escondía detrás de las sombras, y de las sombras saber de donde procedía el enigma, para encauzarme en los mejores pensamientos que venían entre recuerdos que atestiguaban las incógnitas de siempre pensar en seres muertos, que ya no pertenecían a la época en la que guerras y catástrofes, se apoderaban de cada pensamiento lleno de palabrerías extrañas. Yo solo quería una sola creencia, de que los muertos que de su proceder, marcaban las historias que de buena fe expresaba mi viejo antecesor podían llegar a ser reales. Mi abuelo, siempre tan en lo suyo, siempre me hablaba de unas calaveras que iban rapadas. Yo le decía siempre que las calaveras siempre iban rapadas, pero el me corregía pausadamente mientras se tomaba el caldo que consumía suavemente. Yo siempre me quedaba atónito cada vez que me contaba lo de la luna fantasmal, y como gracias a su haz de luz, me pudo la clarividencia. Siempre tan detallada, que ni las sombras de los espíritus, podían condenarme a la desavenencia. Siempre entre el silencio de una estrella, y la timidez de su luz, nunca podía sacar conclusiones a mis pensamientos que se guiaban según la teoría de Yolor Marlei, que era mi antepasado más lejano. Siempre trascurría el tiempo lleno de misterio, pues ni el sol vacilaba ante el paisaje más turbulento. Me describía a si mismo la suerte en mi mano, para no perder el sueño de alcanzar ver los antecedentes más inverosímiles, en donde solo podía saber con certeza que aquellas calaveras habían soprendido al pasado. Pasado que se apoderaba en cada amanecer del sol. Si el sol era como un mostrador de imágenes, que persistía hasta quemar al propio arco iris, para que el luto permaneciera en todo el territorio. Ese territorio pertenecía a un pueblecito de Inglaterra. Inglaterra, una patria que significaba como un regalo sellado en el corazón ingles. Porque así se resumía cada interés más real de unos habitantes, que hablaban de temas que la demás gente desconocía, porque no sabia de lo que iba. Las sorpresas estaban destinadas a suceder, daba igual la noche y el día. Solo que los de aquel pueblo llamado Yercleis Jordman estaban alucinando por las historias de un vagabundo, que cada vez que hablaba en plena guerra, algo negativo sucedía. Eran sus profecías del futuro, además tenía un libro escrito por el, que pronosticaba cada cosa que pensaba ante su deseo de anunciarlo a la gente. Según era su pronostico, aquel pueblo de Inglaterra empezaría a hundirse por la guerra que se anunciaba por el vagabundo llamado Kolmer Rimerticuloi. Todo el mundo se asustaba, cada vez que abría la boca, pues el miedo se apoderaba de todos los lugares, y además esas personas que iban a morir, después se convertirían en unas calaveras rapadas, pues no tendrían ni siquiera pelo. Todo sería un caos eterno, pues todas estas cosas que le escuchaba decir a mi abuelo antes de su muerte ocurrieron de verdad, y todavía siguen ocurriendo. Me gustaría saber porque ese vagabundo siempre pronosticaba el futuro de una forma tan peculiar, pues eso significaba que la verdad estaría siempre presente en cada generación futura.





    CAPITULO 2: LAS CALAVERAS RAPADAS SE APODERAN DE TODA INGLATERRA.




    El vagabundo del que hablo siempre atraía los malos espíritus a todo el país, eso hacía que en cada tumba se pudiera ver escrito mediante la fuerza de las almas, su regreso a la vida de la que pertenecieron en su pasado más lejano. Kolmer Rimerticuloi no andaba con bromas. Por eso la gente le cogio mucho respeto, ya que nunca se sabía con que historias de las suyas iba a transcurrir la vida de toda Inglaterra. Pues en Inglaterra trascurría una vida no identificada por los sucesos menos creíbles. Hasta que una noche oscura pudo verse la acción de estas calaveras, que pertenecieron a gente que participo con mucho honor en la guerra. Todas iban rapadas, pues era su señal de que la moda moderna la habían captado en la época actual. Además sus cuerpos esqueléticos llevaban un corazón de fuego que encendían sus ojos, y de estos se podía llegar a la conclusión, de que la muerte no es el fin. Las calaveras rapadas, eran la señal de que la fuerza que imponían en el tiempo, iba traducida a sus pasos por las calles de Gran Bretaña. Además usaban sus corazones ardientes para disparar su saliva hirviente. Ya que su saliva no estaba en su boca, sino en sus corazones, que iban reproduciéndola a base de sus ejercicios motores, ya que de cada hueso su corazón iba extirpando todo el liquido de su saliva hirviente, que se metía por el esqueleto y después cuando llegaba a la boca del esqueleto lo mezclaba con la sangre de sus dientes conservados durante épocas. Lo que más me sorprendía de todo era sus rapados. Algunas calaveras llevaban una coleta, otras llevaban un poco de pelo, y otras no llevaban ni pelo. Otras llevaban pendientes. Las que llevaban pendientes pienso que podían probar tocar la guitarra eléctrica, porque si se juntaba los pendientes con una coleta, pues ya tenían un interesante pose para un escenario de Rocan Rock. Pero estas calaveras se dedicaban a matar como en sus tiempos de guerras, pues solo se esperaba lo más cruel de ellas. Hasta Kolmer Rimerticuloi las temía, aunque a el lo respetaban más que a otras personas por su forma de ser más especial y por su entendimiento con los hechos futuros. Las calaveras se dedicaban a matar a la gente escupiendo su saliva ardiente mezclada con sangre, y estas se derretían sin recursos para poder revivir de nuevo. Por eso yo pase a la acción y pensaba las estrategias para poder acabar con esos esqueletos que procedían de la muerte. Tuve que comprarme una especie de pistola mezclada con metralleta, y a la vez escopeta. Era el arma del momento y eso daría paso a que gracias a todas estas mezclas de armas en una sola, daría paso a que la exterminación total se llevara a cabo. Aunque también pensé que si usaba la guitarra eléctrica y mediante la batería sonaba la música a todo volumen, podría hacer que salieran chispas de cada altavoz, prendiéndole fuego a un escenario en donde las calaveras se quedarían atrapadas, a la vez que no verían la luz de su revivir, aunque si ellas usaban su corazón de fuego para protegerse, tenía otro plan en mente, y era crear unas bombas de agua eléctricas. Para eso debía de ponerme a trabajar lo más rápidamente que podía, para llevarlo todo a cabo. Ya que las calaveras rapadas se habían apoderado del país de mi abuelo, y eso no lo podía permitir.


    CAPITULO 3: LAS HABILIDADES DE LA GUITARRA ELECTRICA.



    Debía de crear mi propia guitarra eléctrica para acabar con todas las calaveras rapadas, que me molestaban, cada vez que sus cuerpos iban hacía las vidas de las personas inocentes. Ello me suponía el de pasar a la acción, y con ello, exterminar cada calavera que se pusiera por delante. La causa de sorprenderlas era sobre todo por la paz que debía de llevar al país. Aunque yo soy americano, también tengo raíces inglesas. Todo eso me ayudaba a poner cada cosa en su lugar de una forma correcta. La guitarra eléctrica la cree con algo sorprenderte, y era que mediante las bombillas de la antigua casa de mi abuelo, pude traspasar la luz eléctrica a la batería mediante un cable de gran potencia, y que además era resistente y potente para tales circunstancias. El escenario que iba elegir sería el de la casa de mi abuelo, para eso debía de subir el sonido, a la misma vez que la electricidad se quedaba pegada al techo. Eso daba paso a que encendiera las bombillas, y al encenderlas, empezaban a caer rayos, y de esos rayos se iban cayendo todos los objetos de la casa, a la misma vez que la electricidad se quedaba en los retratos, y si los tocabas te quedabas pegado. También se cayo la televisión por el gran impacto del sonido de la guitarra eléctrica, y al estamparse contra el suelo pego un bum que hizo arder la antigua casa de mi abuelo, pero mediante la electricidad se fue todo por los aires, y cuando la casa ya estaba destruida, pronuncie el nombre de mi abuelo, y de pronto empezó a formarse como una especie de museo con retratos de calaveras rapadas, y de estas se empezaba a llenar todo de un aire, que te hacía sentirte con escalofríos. Yo fui muy listo y me saque mi guitarra eléctrica y la empecé a tocar con toda mi energía, y eso hizo que salieran todas las calaveras rapadas de cada fotografía, a la vez que sus cabezas iban tan rapadas, que se podía encender hasta cerillas. Y todos os preguntareis que hace un detective como yo tocando una guitarra eléctrica, pero yo os digo que era una de las únicas posibilidades de acabar con todos esos seres. Lo más gracioso es que se ponían a enseñar sus dientes sangrientos ante mi cara, y luego yo las estampaba mediante las ondas de mi guitarra eléctrica y se rompían sus huesos. Después se volvían a reconstruir con una rapidez asombrosa y muy eficaz, ya que parecía que todo lo tenían estudiado. Además ya tenía preparada mi pistola que iba unida a mi escopeta y metralleta en una sola arma, y les empecé a disparar y estas explotaban pero volvían a reconstruirse y sacaban sus espadas con un diamante que se encendía cada vez que sus ojos se ponían rojos, pues estaban poseídas todas las calaveras por el mal. Unas vez que seguían insistiendo saque mis bombas de agua eléctrica y todas explotaban en la antigua casa de mi abuelo, pero después sus susurros se podían oír a través de las paredes, donde su lenguaje era espeluznante y casi mortal, a la misma vez que la luna se empezaba a poner muy negra, y su explosión condenaría a muchos presos de la noche a morir despiertos. Cuando la luna empezó a moverse y a girar alrededor de un sol escondido, su luz se evaporo más allá del sistema solar, a la vez que ambos se juntaron y caían en picado hacía la tierra. Eso provocaría que la electricidad empezará a ser cada vez más potente, y de la potencia se pasara a la condena más temida. Pues se podía pasar a ser el esclavo del terror, donde los latigazos de lo truenos, tormentas y demás cosas, iba hacer que hasta los propios animales domésticos como perros, gatos etc de las personas que vivían por esos lugares empezaran a ponerse tan nerviosos que su carácter iba alterándose y atacaban a sus propios dueños de una forma cruel y atenazada. Pues todo estaba maldecido y el porque se lo debía de preguntar al vagabundo, ya que el era el que me daría la formula para acabar con esos seres del pasado. Pero las calaveras rapadas seguían atacándome sin cesar, y yo las fusilaba con mi arma, a la vez que seguía pronunciando el nombre de mi abuelo constantemente, y ellas empezaban a gritar. Fue entonces cuando cogí el retrato de mi abuelo y estas se tapaban los ojos.
    Me quedaba sorprendido por el comportamiento de las calaveras, ya que me recordaba al comportamiento de los vampiros cuando les enseñabas un crucifijo. Entre las ondas de mi guitarra eléctrica y la pistola con tres armas en una, y el retrato de mi abuelo fallecido pude hacer que muchas de ellas se quedaran paralizadas, aunque al cabo de un rato volvían a la lucha y seguían como siempre. Cuando las deje a todas paralizadas por lo que he contado, aproveche el momento para buscar al vagabundo y que me contara como podría acabar con ellas, ya que sabía mucho del futuro y de cómo acabar con los espíritus vengativos del mal. Además el sol y la luna iban cayendo a la tierra y al caer explotaron en el suelo y las calaveras se volvieron más infernales todavía, pues eso ayudo a que ellas fueran más agresivas y peligrosas, pues todo el mundo estaba rodeado de la luz de la luna y del fuego ardiente del sol.


    CAPITULO 4: KOLMER RIMERTICULOI HABLA CONMIGO PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA.



    Veía toda la ciudad en llamas, pues la luna y el sol ardían en medio de todo, pues ni si quiera las brujas que caminaban por esos lugares reían. Brujas en Inglaterra, que extraño me parecía todo, pues debía de ser la noche de Hallowen. Estaba tan atento a la misión que es lo normal en mi caso, que se me olvidaba que era la noche de Hallowen, aunque las calaveras eran más poderosas esta noche, ya que era el día en el que los muertos tomaban la palabra. Aunque mi objetivo por ese momento se centraba en buscar al vagabundo Kolmer Rimerticuloi, para poder hallar la solución al problema que estaba marginando toda la ciudad con las sombras de la muerte. Pregunte por el vagabundo en medio de una ciudad en llamas, y la gente me decía que estaba en el bar angelical, pues era su bar favorito. Allí hablaba de todas sus creencias y sus pronósticos sobre lo que podría volver a pasar y la gente lo escuchaba atentamente. Como además la gente iba huyendo de la ciudad, ya que la luna iba rodando por el suelo y estaba haciendo caer a todos los edificios de una tacada. El sol también la iba acompañando, pues cuando la luna tiraba los edificios, el sol los quemaba, saliendo chorros de sangre por las ventanas.
    Además las calaveras rapadas se estaban apoderando de toda la ciudad e iban con espadas y se las clavaban a la gente. La gente salía corriendo, pero muchas de ellas morían entre el aplastamiento, el fuego y las espadas que las calaveras rapadas empuñaban entre un tornado de fuego y cenizas. La gente gritaba y gritaba, entonces vi salir del bar ese que me dijeron al vagabundo Kolmer Rimerticuloi con un libro, en el que estaba leyendo varios textos de la Biblia, y eso hacía que las calaveras se tiraran al suelo y no se levantaran, pues los rezos cristianos podían oscurecer al mal. Yo de todas formas me acerque para hablar con el, y el me dijo que no lo interrumpiera por ese momento, ya que estaba muy concentrado en vencer a los espíritus del mal que se habían abalanzado hacía todo el país. Encima como era Hallowen pues los efectos secundarios se fortalecían cada vez más en su propósito de destruir la ciudad mediante el terror. Pero Kolmer Rimerticuloi intentaba acabar con esas fuerzas del más allá. El viento soplaba y soplaba de una manera feroz y despiadada. Los edificios seguían cayendo al suelo, pero la luna y el sol empezaban a pararse, pues cada vez que el vagabundo leía la Biblia, todo se paraba por el bien de la humanidad. Fue entonces cuando se acerco a mi y me dijo, que si quería saber la solución que usara una flauta que el tenía, para tocar canciones que emocionan al mal y lo enterraran en los infiernos, bajo la lava que cubriría las caras demacradas de las calaveras rapadas, por la mala suerte de sus condenas eternas.

    Fue entonces, cuando seguí los consejos del vagabundo al pie de la letra, pues era la única forma de acabar con esa lacra, siendo la mejor de las soluciones.



    CAPITULO 5: FEROZ ATAQUE DEL BIEN Y DEL MAL.



    Kolmer Rimerticuloi estaba diciéndome como podía acabar con la extrañeza del asunto más macabro. Mi vida dependía de intentar visualizar cada signo de esperanza para resucitar mi habilidad. No podía dejar que cada ola de terror se viniera a chocar contra mi mayor deseo, de salvar al país. Aunque estuviera pronosticado todo en ese mismo momento, debía de intentar llegar con claridad a mi mayor realidad que se extendía mediante los sonidos musicales de la flauta que yo poseía en esos momentos cruciales de bienvenida hacía el reino de mi salvación. Pues no solo era mi salvación, sino de todo el país, pues las profecías no lo eran todo, salvo las que decía Kolmer Rimerticuloi en sus manuscritos. Yo empecé a tocar la flauta, y todas las calaveras empezaron a quebrarse por la mitad, como si fueran ramas de árboles secas. Mientras tanto la luna y el sol iban frenándose por cada sonido de la flauta, pues la paz empezaba a somarse en cada rincón del paisaje ingles. Yo seguía y seguía sumido en el mejor de los intereses por el bien de todos. El vagabundo seguía gritándome eufóricamente mientras yo seguía tocando y tocando la flauta de una manera divina. Cada vez había más y más calaveras rapadas partiéndose por la mitad con las espadas en lo alto. No había mejor manera de actuar que esa. De pronto el vagabundo se volvió loco, y se fue directamente a coger fuegos artificiales y en nombre de la Biblia cristiana, empezó a decir rezos, a la vez que los fuegos artificiales iban cayendo del cielo y después se caían encima de las calaveras rapadas, y estas caían de rodillas mortificadas y sin poder sentir alivio alguno. Todo estaba saliendo según el plan del excéntrico vagabundo. La tortura era agobiosa para cualquier enemigo, pues no podían aguantar tal presión sometida a tanto destrozo espiritual maligno, que ondaba en las profundidades de las almas negras. Algunas calaveras seguían atacando aunque sin demasiadas fuerzas para poder someterse a la presión. Era todo sin pausa, además de no correr el aire fresco, pues el aliento de los muertos contaminaba el ambiente. Todo recordaba a la guerra que hubo hace muchas épocas atrás, donde los muertos no se cansaban de luchar por sus intereses del pasado, y así era sucesivamente. Cada vez era todo más profundo, pues la herida se abría constantemente hacía la no salvación de esas almas negras, que se disfrazaban de calaveras rapadas, pues es como los humanos, pero en ve de humanos, solo eran calaveras, que por su estilo, no se podía esperar cualquier cosa de buen entender. La flauta las dejaba sin vida, a la vez que no podían sorprender sus muertes, que estaban contaminadas de un gas antirrespirable y angustiado. El vagabundo saco su espada, y se las empuñaba a las calaveras, tanto que sus nombres se borraban de su personalidad arrancadas por las maldiciones de Kolmer Rimerticuloi, que estaban poseídas por su locura de gritos salvajes y con el sentido de triturar cada momento de la historia que se estaba desarrollando en toda Inglaterra. Era todo horror al principio, pero poco a poco la flauta que estaba tocando yo, hizo que la luna y el sol empezaran a ascender hacía el cielo, y esto daba paso que gracias a la unión de la luna y el sol, y las gotas de agua de la atmósfera, se abriera un rayo de luz en todo el cielo, que sería el del arco iris. El arco iris empezó a limpiar todo el territorio, hasta que los huesos de las calaveras rapadas fueron desapareciendo de una forma correcta, exterminándose para siempre.
    Desde entonces siempre me acordaría del excéntrico vagabundo, y como no, siempre me acordaría también de mi abuelo fallecido, pues de el supe, la gran leyenda de las calaveras rapadas.
     
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    Última modificación: 3 de Julio de 2009

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