Deja Vu (Introducción)

Jamás he creído en el destino, no con lo dicho he querido convencer a mi gente de seguir mi propia ideología, nadie me ha impuesto estas creencias, las experiencias, lo leído, lo escuchado, mis deseos y viajes me han creado esta manera tan vil (para muchos) de pensar, por mi forma de ser mucha gente rehúye de mi presencia.


Somos seres fugaces e insignificantes en el universo que se me hace increíble pensar que tengamos trascendencia para el mundo, al menos no si la gente se siguen uniendo solo para dañar al planeta en el que vivimos, esa para mi es la gran herencia que ha permanecido y ha de permanecer de generación en generación, la estupidez social, la cual radica mas en como los seres no valoramos lo que tenemos, ya sea hablando de la naturaleza material o humana, la gente pasa el tiempo pensando en intereses vanos de relevancia, en intereses superficiales que se olvidan de que en nuestra búsqueda de placer nos podemos sumergir hasta lo mas oscuro del mar, y mucho sin la necesidad de vestir bien, tener lo ultimo en tecnología, etc. Pudiéndose lograr con los recursos más cerca de nuestro alcance…


Habitamos en un espacio lleno de casualidades y consecuencias, no es que me jacte de mis ideas, de hecho por eso me conocen como el aislado social, y eso simplemente por la diferencia de pensamiento. Este pensamiento que para mi seria una esperanza.
En fin, para que atormentarnos con nuestro destino, al fin del camino: todo a tierra, todo a ceniza.