Dejé que brotara la vida. Soneto.

Dejé que el sol brotara por mi frente
dorando pensamientos y azucenas;
dejé que se agrietaran mis cadenas
volando hasta encontrarme convincente.

Dejé que me endulzara dulcemente
el néctar que me das a manos llenas;
dejé que te esparcieras por mis venas
llenándome de amor impunemente.

La vida sabe a vida compañera,
teniéndote al costado poderosa,
haciendo de tu piel mi primavera.

Dejé que me embriagaras, vida hermosa,
colmándome de besos la cartera,
volviendo mi existencia portentosa.

 

Muy bonito y perfecto soneto, al que gramaticalmente tengo una objeción que hacer: la palabra "andara" no me parece correcta, al tratarse del pretérito imperfecto. Entiendo que deberías decir "anduviera". Lo sería si te refirieras al futuro imperfecto: "andará", pero no es el caso. No sé si la Real Academia habrá aceptado como bueno el tiempo verbal "andara", porque a veces introducen nuevas modificaciones respecto a lo establecido con anterioridad. Si es así, me gustaría saberlo, para estar lo más posible al día en temas lingüísticos.

Un abrazo.

José Luis

 

José Luís, le estoy muy agradecido por su comentario. He modificado el verbo ya que la forma "andara" no existe. Tiene, otra vez, toda la razón. Gracias. Un abrazo afectuoso.

 

Antonio gracias por tus palabras. Me gusta muchísimo componerlos. Ese es el truco. Agradecido amigo.